Por Rebeca Vázquez (rebeca.vazquez@nacionmedia.com)

La joven paraguaya María José Ortiz Benítez, de 18 años, forjó desde pequeña su carrera en el mundo de las matemáticas. Participó en olimpiadas de matemática a nivel local e internacional y logró consagrarse, por ejemplo, como medallista de plata en la Olimpiada Panamericana Femenil de Matemática. Con años de esfuerzo, la estudiante consiguió ahora otro de sus grandes sueños: ser admitida en el prestigioso Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT).

La inclinación de la joven estudiante por el mundo de las matemáticas se fomentó en su hogar. Sus padres, Óscar Ortiz y María José Benítez, son ingenieros y desde pequeña le transmitieron su amor por las ciencias exactas. Desde la primaria, empezó a participar de las Olimpiadas de Omapa (Organización Multidisciplinaria de Apoyo a Profesores y Alumnos) y ya de joven se catapultó a las competencias internacionales.

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María José participó del programa de Jóvenes Talentos, de iniciación científica, de Omapa y fue allí donde se terminó de enamorar del mundo de las matemáticas. “Desde muy chica, vi el potencial que tenía la matemática y ya después, cuando por mi cuenta entré en el mundo de las olimpiadas, me llamó mucho la atención el enfoque diferente para usar la creatividad, combinar conocimientos y crear una solución desde cero”, relató a La Nación/Nación Media.

Participando en olimpiadas internacionales, obtuvo varios reconocimientos y distinciones, pero uno en particular la llena de orgullo: la medalla de plata en la Olimpiada Panamericana Femenil de Matemática. “Aparte de ser mi medalla más alta en una competencia internacional, para mí, significa mucho que sea una olimpiada de mujeres. Paraguay es uno de los países reconocidos por enviar buenas estudiantes y es muy lindo formar parte de ese grupo de chicas que demuestran que seguimos creciendo a paso fuerte”, expresó.

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Los amigos y conexiones que logró en el mundo de las matemáticas le sirvieron de ejemplo a María José para animarse a postular a universidades en el extranjero. “El Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) siempre fue mi primera opción, porque es la principal universidad para todo lo que es tecnología, matemática e ingeniería, pero también apliqué a otras que también se destacan en el rubro”, detalló a La Nación.

Tras atravesar un complejo proceso de postulación, la joven recibió excelentes noticias que le arrancaron lágrimas de felicidad: fue aceptada en el MIT. Fue en un emotivo momento junto a su familia que se enteró y no pudo evitar emocionarse junto a sus padres.

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Respecto a su proceso de selección, María José lo definió como complejo. Desde su último año en el Colegio del Sol, se preparó con diferentes enfoques. Recibió asesoramiento en el Competitive College Club, un programa de la Embajada de los Estados Unidos, pero también gran ayuda de la profesional Sandra Sanabria. Así preparó sus ensayos, exámenes de proficiencia en inglés y matemáticas y otros aspectos que hacían a su postulación.

Como resultado, la joven fue admitida y también recibirá ayuda financiera de parte de la universidad para cursar sus estudios. “El MIT tiene un sistema por el que otorgan becas, según tu necesidad. Ellos no se fijan en tu beca para aceptarte, una vez que estás adentro ven qué tipo de asistencia necesitás. Es un sistema muy justo”, explicó a LN/NM.

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De cara a su vida universitaria, María José tiene pensado cursar la carrera de ciencias cognitivas y de computación, con el proyecto de crear herramientas para aplicar a la educación paraguaya.

“Esta carrera mezcla dos cosas que me gustan mucho. Por el lado de ciencias de la computación, todo es lenguaje numérico y voy a seguir en el mundo de las matemáticas. Por otro lado, ciencias cognitivas estudia mucho el cerebro humano y a mí me gusta mucho la educación. En un futuro, me gustaría combinar esas dos áreas para crear herramientas para ayudar en la educación”, adelantó.

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Este sábado se desarrolla la ronda departamental de las Olimpiadas Nacionales de Matemáticas que convoca a 4.000 estudiantes de todo el país. El evento para Central y Capital se realiza en las instalaciones de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y en simultáneo en 16 sedes departamentales. Se trata de la mayor fiesta académica del Paraguay que se concreta año tras año hace más de tres décadas.

En diálogo con La Nación-Nación Media, la ingeniera Carmen Sánchez, coordinadora académica de la Organización Multidisciplinaria de Apoyo a Profesores y Alumnos (Omapa), comentó que participan alumnos de instituciones públicas, privadas y subvencionadas de todo el país. “La fiesta matemática es la ronda final de la Olimpiada Infantil y a la vez se está realizando la ronda departamental de la Olimpiada Juvenil que sería como la semi final de esta Olimpiada. Entonces, estamos teniendo una final y una semi final. El mismo día se está llevando a cabo en 16 sedes en todo el país”, señaló.

La iniciativa impulsada por Omapa apunta al mejoramiento de la calidad educativa. “Lo que se hace desde la organización es tratar de buscar la mejora en la calidad educativa a través de las competencias de matemáticas y competencias científicas”, refirió Sánchez.

La catedrática explicó las reglas de la competencia de esta jornada. “El día de hoy se toman las pruebas, luego eso se lleva a corrección por un jurado y luego de la corrección se tienen los cortes a nivel país en el caso de la infantil. Y a nivel departamental en el caso de la juvenil. Y se realiza la premiación de ambos en otro día”, puntualizó.

La fecha de premiación será comunicada por las redes sociales. “El día exacto se va a avisar cuando ya estén completos los listados y cargados porque los profes responsables tienen una plataforma donde están todos los estudiantes y ahí se va a informar de cómo va la corrección”, detalló la ingeniera Sánchez, quien forma parte del staff académico y en esta competencia es la encargada departamental de Asunción y Central.

Karen Martínez

En un logro notable, Brenda Rojas, una paraguaya brillante, obtuvo su maestría en Política Educativa en la Universidad Estatal de Ohio, conocida internacionalmente como The Ohio State University. Con el reconocimiento y honores fue destacada como una de las graduadas más sobresalientes de su clase.

Nacida y criada en la pintoresca ciudad de Encarnación, surge desde temprana edad en ella una pasión insaciable por el conocimiento y la excelencia académica. Sus padres, orgullosos de su dedicación y determinación, la apoyan en cada paso de su viaje educativo, fomentando su curiosidad y motivándola a alcanzar nuevas metas.

“Tengo una licenciatura en Administración de Empresas y una especialización en docencia universitaria y en mayo del 2023 me gradué en The Ohio State University. Si bien mi formación universitaria se centró en la administración de empresas, siempre tuve una vocación por la educación. Durante años me dediqué a enseñar en instituciones de educación superior y también fui voluntaria en varios proyectos educativos y sociales, pero fue con la llegada de la pandemia en donde realmente sentí que era el momento de ampliar mis conocimientos y adquirir nuevas herramientas para generar un impacto aún mayor en la educación”, señaló Brenda.

Relata también que desde muy joven soñó con la posibilidad de estudiar en el extranjero y enriquecer su perspectiva con diversas experiencias culturales y académicas. Fue entonces que decidió aplicar a la beca Fulbright para poder cursar una maestría en EE. UU., lo cual representó para ella una oportunidad excepcional para cumplir ese anhelo y llevar su entusiasmo por la educación a nuevos niveles. Después de pasar por un arduo proceso de selección, pudo obtener esta prestigiosa beca, la cual significó un gran paso hacia la realización de su sueño.

EXPERIENCIA ÚNICA

“Llegar a la The Ohio State University fue una experiencia única y transformadora. Me encontré con un entorno académico vibrante, rodeada de profesores y compañeros de diferentes partes del mundo que compartían la misma pasión por la política educativa. Fue inspirador formar parte de un ambiente en el que se fomentaba el diálogo, el intercambio de ideas y la búsqueda constante de soluciones para los desafíos educativos. Tuve la libertad de analizar diversas políticas educativas, incluyendo aquellas que se implementan en Paraguay. Fue gratificante poder estudiar y comprender cómo diferentes enfoques políticos pueden influir en el sistema educativo de mi país”, acotó.

Además, Brenda sostuvo que tuvo la oportunidad de enfocar su propia tesis de investigación en el contexto paraguayo. Esta experiencia le permitió profundizar su comprensión por los desafíos y las oportunidades que enfrenta el sistema educativo y la administración de recursos en el Paraguay.

“Trabajar en esta investigación me permitió explorar soluciones innovadoras y proponer recomendaciones para mejorar la política educativa de mi querido país. Aunque mi formación previa se centraba en la administración de empresas, encontré una valiosa conexión entre ambos campos. La gestión y la política educativa están muy ligadas, y poder combinar mis habilidades de administración con una comprensión más profunda de los sistemas educativos fue una gran oportunidad. Cada asignatura, cada clase y cada conversación me permitieron adquirir una perspectiva más amplia y crítica sobre la educación y su importancia en la sociedad”, dijo.

RECONOCIMIENTO

Brenda recibió el reconocimiento de The Ohio State University como alumna destacada de la maestría en Política Educativa. Este logro no solo es un testimonio de su dedicación y esfuerzo, sino también un reconocimiento al compromiso que siempre demostró como voluntaria en proyectos educativos.

“El reconocimiento recibido me ha impulsado a continuar mi camino académico. Gracias a este logro tengo la oportunidad de continuar con el doctorado como investigadora asociada en la misma universidad. Estoy segura que esta oportunidad me permitirá seguir contribuyendo al campo de la educación y profundizar mis conocimientos en política educativa. Es un orgullo realmente para mi representar a mi ciudad natal, Encarnación, y a mi querido Paraguay en un contexto internacional”, aseveró.

Durante su tiempo en The Ohio State University, la joven se destacó tanto por su desempeño académico sobresaliente como por su dedicación a la investigación. Además de su éxito académico, la profesional se involucró activamente en la comunidad estudiantil, participando en grupos diversos y organizaciones estudiantiles.

“Mi experiencia estudiando en los Estados Unidos es y será un verdadero privilegio. Cada día me siento agradecida por la oportunidad de adquirir nuevos conocimientos, explorar diferentes enfoques educativos y trabajar junto a profesionales apasionados por la educación. Estoy convencida de que, con los conocimientos y experiencias que seguiré adquiriendo, voy a ser capaz de contribuir de manera significativa al avance de la educación en Paraguay”, finalizó.

Fiorella Valentina Zarza es una joven paraguaya sobresaliente, que se graduó con honores en economía y ciencias políticas de la Universidad de Florida, Estados Unidos. Con solo 17 años había decidido que su futuro estaba en el exterior y viajó a Canadá a estudiar en el Pearson College UWC. Su familia apoyó su deseo y hoy en día están felices por su éxito académico.

La bandera paraguaya quedó en alto en el exterior tras la dedicación y propósito de sobresalir de la compatriota Fiorella Valentina, quien logró ingresar a la educación superior y concluyó sus estudios con importantes reconocimientos. Actualmente, se encuentra en el proceso de aplicación para un masterado.

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Su madre, Noelia Zarza, comentó que Fiorella decidió forjar sus estudios en el extranjero luego de encontrar una publicación del Pearson College UWC en Canadá. Como en ese entonces era menor de edad, sus padres la acompañaron a la charla y posteriormente se ocuparon de investigar sobre la casa de estudio y el país, para que su hija pueda cumplir su sueño.

“Ella me dijo: mamá, quiero ir. Como vimos que era serio y era una oportunidad grande para ella, dijimos que sí y la acompañamos. Empezó a investigar lo que tenía que hacer y todo lo que necesitaba para aplicar a ese colegio. Ella hizo su camino, nosotros solamente la apoyamos. Aplicó, fue seleccionada y nos pusimos en campaña. Tenía un inglés básico, pero allá se perfeccionó”, relató emocionada en el programa “Dos en la Ciudad” GEN/Nación Media.

Confesó que al principio fue difícil y tuvieron miedo porque era menor de edad, ya que solo tenía 17 años cuando viajó. Sin embargo, le fue bastante bien y motivó a aplicar en la Universidad de Florida, una de las 5 mejores universidades públicas de EE. UU., donde además recibió beca completa gracias a sus excelentes puntajes en los exámenes.

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Volvió a Paraguay para tramitar la Visa de estudiante que necesitaba y solo necesitaron cubrir el pasaje, ya que en el país norteamericano tenía todo cubierto, tanto la facultad, como la estadía y comida, incluso su acceso a la biblioteca gracias a la beca. Noelia cuenta que a pesar de las dificultades y la nostalgia por separarse de su hija, como familia comprendieron que lo mejor para ella era cumplir su deseo de estudiar en el extranjero y convertirse en una profesional con honores, tal como lo consiguió.