Muchos creen que los gatos son animales independientes que no muestran cariño a sus dueños, sin embargo aquellos que tienen como mascotas a estos felinos confirman que sí son bastante afectuosos y protectores. Pero, también pueden tener comportamientos desagradables hacia personas que no son de su agrado.
Adoptar a un gato requiere de compromiso y mucha responsabilidad. Al llegar a un hogar, estos animalitos atraviesan por un proceso de adaptación, y durante ese periodo es probable que manifiesten algunas actitudes hacia las personas de su entorno, buenas o malas. En ocasiones pueden parecer agresivos o estar constantemente a la defensiva, y esto tiene relación con la forma que desarrollan sus vínculos.
Los gatos pueden sentir apego hacia las personas que se mostraron buenas con ellos, es decir, aquellos que los brindaron comida, agua, refugio e higiene. A ellos se muestran leales, protectores y muy cariñosos, sin embargo con otros se presentan indiferentes y esto puede ser solo por falta de costumbre, o bien, porque la persona no les transmitió confianza, según los profesionales de PetLife.
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No hay contacto físico. Si bien es cierto que algunos gatos huyen del contacto físico, incluso cuando tienen confianza con sus dueños, esta es una de las características más claras. Por ejemplo, si un gato no te amasa, no frota su cuerpo o se sienta sobre tus pies o regazo, o simplemente no se mantiene cerca, puede que no tenga desarrollado ningún vínculo contigo.
Se ponen a la defensiva. Estas actitudes abarcan desde un cuerpo que denota hostilidad, hasta arañazos o mordidas, pasando por gruñidos.
No utilizan las cosas que le das. Un gato necesita utensilios básicos, por ejemplo sus platos de comida, juguetes, rascadores y caja de arena. Por lo tanto, si notas que tu mascota pasa de largo al ver estas esas cosas, es probable que no se sienta cómodo contigo ni en el espacio en el que habita. No obstante, estas actitudes podrían deberse a su proceso normal de aprendizaje.
Huyen o permanecen escondidos. Si huye cuando lo buscas y lo intentas agarrar o acercarte a él, es una señal de que no existe un vínculo y tampoco se siente en confianza. Además, si notas que se esconde demasiado es porque muy probable está cómodo con tu presencia.
Interactúa con todos menos contigo. Si te diste cuenta que el gato huye, es hostil o te ignora, pero con otras personas tiene un comportamiento más cariñoso, entonces es muy probable que no te quiera o no haya desarrollado aún algún vínculo contigo. También puede presentar estos comportamientos por alguna mala vivencia.