Para las mujeres hay una regla básica a la hora de ir a un baño público y es que evitan sentarse por miedo a infectarse o contagiarse de alguna enfermedad. Si bien es un tema del que mucho no se habla, sí hay varios mitos a su alrededor que la mayoría lo respeta sin cuestionar.

Ir al baño en establecimientos públicos para la mayoría de las mujeres no es algo fácil, muchas prefieren orinar parada y otras aguantar hasta llegar a un lugar seguro, lo cual podría ser dañino para la salud. Los expertos confirman que es importante tener en cuenta ciertos aspectos e identificar entre lo que es un mito y una realidad, ya que hay factores verdaderamente esenciales para nuestra protección.

En primer lugar, se descarta medicamente que una persona se pueda contagiar de alguna enfermedad infecciosa, como de VPH, parásitos, trichomonas, entre otros, en algún baño público por el simple hecho de sentarse debido a que la mayoría de las bacterias y parásitos para poder sobrevivir necesitan sí o sí de un huésped, por ejemplo una célula de nuestro cuerpo.

Te puede interesar: Así se encuentra el amor, según la psicología

Por otro lado, la mayoría de las infecciones de trasmisión sexual necesitan el contacto de piel a piel o entre fluidos corporales, como el semen, flujo, sangre, etc. y mucosas. Por ejemplo, las bacterias como la gonorrea y la clamidia no sobreviven por mucho tiempo sobre las superficies y, para causar infección, necesitan contacto con la mucosa, como ser de la vagina o la uretra, por lo que también se desmienten estos mitos.

La recomendación de parte de los expertos es que siempre antes de sentarse en el inodoro, miremos si no hay fluidos tipo sangre, orina o materia fecal y limpiemos. Lo podemos hacer con papel y un poquito de agua o con papel que tenga alcohol, incluso una toallita húmeda. También, en el caso de que sepamos que no nos vamos a lavar las manos después de haber ido al baño, evitemos tocar las superficies tanto como podamos y nuestro rostro.

Cuando vayamos a tirar la cadena, debemos cerrar la tapa del inodoro para que todos los microorganismos que se encuentran dentro queden atrapados en la tapa y en el mismo inodoro y no se liberen en forma de partículas y haya riesgo de inhalarlas. Además, es necesario saber que los tres elementos más sucios y contaminados de los baños son las canillas, los picaportes de las puertas y la cadena.

Entonces siempre al salir lo ideal sería que nos laváramos las manos con agua y jabón, o que los toquemos con papel y luego limpiarnos aparte las manos una vez afuera del baño. Por último, si llevamos una mochila o cartera a un baño público evitemos ponerlo en el piso, ya que es otra de las superficies más contaminadas del baño.

Leé más: Factores ambientales influyen en el desarrollo del labio leporino