La intolerancia o sensibilidad al gluten es un trastorno inmunitario que se caracteriza por reacciones adversas después de consumir productos con gluten, un grupo de proteínas que se encuentran en determinados cereales. Aunque sus causas no se definen con exactitud, existen ciertas teorías avaladas por expertos de la salud.
Los síntomas de la intolerancia al gluten, por lo general, son: diarrea, esteatorrea o heces pegajosas, gases, distensión abdominal, pérdida de peso y deficiencia nutricional. Este trastorno inmunitario también se relaciona con la diabetes tipo 1, enfermedad de la tiroides, dermatitis autoinmune y enfermedad de Berger, incluso puede provocar problemas cutáneos y cambios de humor.
La principal preocupación es que las personas que padecen de esta patología tienen mayor riesgo de desarrollar cánceres gastrointestinales y linfoma. El diagnóstico temprano y evitar el gluten siguen siendo el mejor tratamiento para los pacientes, de hecho ante la primera sospecha de intolerancia al gluten, se sugiere consultar con un profesional de la salud para evaluar los síntomas, realizar las pruebas y seguir un tratamiento adecuado.
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Factores que influyen en el desarrollo
De acuerdo a los especialistas, son varios los factores que pueden contribuir a su desarrollo como una respuesta inmunológica o genética. El gluten contiene proteínas que el sistema inmunológico de algunas personas percibe como invasores extraños, y esto desencadena una respuesta inmunitaria que provoca inflamación y varios síntomas asociados con su intolerancia.
También es posible que haya una predisposición genética a la intolerancia al gluten, y según algunas teorías, este trastorno inmunitario puede tener alguna asociación con el aumento de la permeabilidad intestinal denomina “síndrome del intestino permeable”, que es una condición médica caracterizada por el revestimiento del intestino delgado, que se vuelve más permeable, lo que permite que partículas más grandes, incluida la proteína del gluten, pasen y desencadenen una respuesta inmunitaria.
Otra teoría sugiere que la fermentación del gluten en el intestino por bacterias y levaduras puede contribuir a los síntomas de esta patología, ya que el proceso de fermentación produce sustancias que provocan molestias y síntomas digestivos.
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