Las alfombras aportan estilo al interior del hogar y están disponibles en una variedad de colores y diseños. Son uno de los detalles más importantes para decorar el suelo y es fundamental que sean cómodas, suaves y acogedoras, por lo que una limpieza regular es clave para mantenerlas en óptimas condiciones.
Además de ser un elemento más en la decoración de las casas, las alfombras ayudan a mantener una habitación más cálida en invierno y suelen ser antideslizantes, lo que las hace una opción segura para áreas donde la gente puede caminar descalza o con medias, también protegen el piso de daños causados por muebles, arañazos y manchas, y agregan personalidad a los espacios de acuerdo a sus tamaños y diseños.
Para mantener a las alfombras limpias es imprescindible pasar la aspiradora al menos una vez por semana y ocuparse de los derrames y las manchas lo antes posible. Se recomienda realizar una limpieza más profunda al menos dos veces al año, y para ello es mejor hacerlo en días soleados y cuando haya viento para que se sequen más rápido.
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Paso a paso para una buena limpieza
1. Saca las manchas lo antes posible. Siempre debes secar los líquidos con toallas de papel o un paño de microfibra. Para manchas sólidas como barro o comida que se han caído, usa el borde de una tarjeta de crédito o un cuchillo sin filo para quitarlas. Nunca frotes una mancha, ya que empujará los sólidos más profundamente en las fibras.
2. Aspira o barre semanalmente. Hacerlo regularmente al menos una vez a la semana evitará que el polvo y la suciedad se incrusten demasiado en la alfombra. La acumulación excesiva de suciedad causa olor y una acción abrasiva en las fibras, por lo que se ven desgastadas más rápidamente. Retira los muebles y otros artículos y aspira o barre lentamente en dirección vertical y horizontal.
3. Hacer una limpieza profunda. Cuando llegues al momento de una limpieza más profunda, aspira bien la alfombra por ambos lados. También puedes colgarla y golpear ambos lados con una escoba para aflojar la tierra, luego usa una manguera con boquilla rociadora o la configuración baja de una hidrolavadora para eliminar toda la suciedad.
Después de mojar la alfombra, llena un balde con agua fría y agrega aproximadamente 1/4 de taza de detergente. Aplica esta solución jabonosa con un cepillo para fregar y presta especial atención a las áreas muy sucias, luego enjuaga y déjala secar. Este último paso puede tardar hasta ocho horas, dale la vuelta al menos una vez para que circule bien el aire por ambos lados. Lo mejor es secar la alfombra por completo antes de volver a colocarla.
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