Cuando nuestro sistema inmunitario es fuerte, el cuerpo está mejor preparado para combatir enfermedades, sin embargo al encontrarse débil, hay mayor probabilidad de enfermarse. De hecho, investigaciones avalan que una dieta balanceada llena de alimentos nutritivos es la barrera de defensa más importante contra diferentes problemas de salud.

El sistema inmune es la barrera que nos protege contra los virus, bacterias y otros patógenos que pueden desarrollar enfermedades. Para mantenerlo sano y fuerte, es fundamental aprovechar los alimentos repletos de nutrientes y minerales que se conocen como refuerzos inmunitarios debido a sus propiedades nutricionales que favorecen el fortalecimiento del organismo.

Para el funcionamiento del organismo y estimular el sistema inmunitario, es esencial el consumo de vitamina C que, por ejemplo, se encuentra en el kiwi, la naranja, los frutos rojos, las mandarinas, el limón y el pomelo. Estos alimentos deben consumirse en cantidades generosas para asegurar la cobertura total requerida diariamente, pueden comerse frescas, optar por hacer un licuado o una ensalada de frutas, conviene prepararlo poco antes de consumirlo para aprovechar todas sus propiedades.

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Este lácteo contiene probióticos, bacterias “buenas” que ayudan a construir el microbioma intestinal, clave para la inmunidad. Se puede consumir todos los días e incorporar a casi cualquier comida, preferentemente como un desayuno nutritivo, acompañado de granolas y frutas. También puede combinarse con vegetales asados para una salsa fría, y también, es un ingrediente noble para como hacer helado casero y budines.

Se trata de un superalimento que aporta muchos beneficios para la salud, por ejemplo, disminuye los niveles de colesterol, previene la formación de coágulos en las arterias, mejora la circulación, ayuda a regular la presión arterial y fortalece el sistema inmunológico, además colabora con la prevención de ciertos tipos de cáncer. Al momento de incluirlo en las comidas no solo realzar el sabor, sino también aumenta las defensas del organismo.

Es una fuente de proteínas de calidad, aporta vitaminas y minerales y además tiene compuestos bioactivos que ayudan a la salud cardiovascular. Está comprobado que el consumo de huevo permite una mejor absorción de vitamina D, que es fundamental para mantener el sistema inmunológico fortalecido, y posee otros nutrientes esenciales como colina que ayuda al desarrollo del cerebro fetal, hierro y vitamina B12 para el crecimiento infantil.

Contienen luteína y zeaxantina, dos antioxidantes que ayudan a fortalecer el sistema inmune. Las espinacas son ricas en betacarotenos y ácido lipoico, los cuales protegen los glóbulos rojos de nuestro organismo, además de sus muchas vitaminas y minerales, proporcionan antioxidantes relacionados con la protección contra la inflamación y otras enfermedades, como las cardiovasculares y diabetes tipo 2.

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