Las cejas no son solo una cuestión de apariencia humana o estética personal, sino que están en los genes. Se trata de un rasgo altamente hereditario que define su forma y grosor, según revela un reciente estudio de asociación del genoma, que es la secuencia total de ADN que posee un organismo en particular.
El diseño de las cejas depende de las tendencias y modas estéticas, sin embargo, su forma y grosor natural pertenecen a un aspecto genético del ser humano. Desde los noventa hasta hace solo unos años atrás, las mujeres lucían las cejas finas y perfectamente delineadas, luego llegaron las gruesas, despeinadas y abundantes, que son las que actualmente están en auge.
La ciencia confirmó que su forma y densidad son altamente hereditarias, de acuerdo con los datos de un nuevo estudio de asociación del genoma completo sobre el grosor de las cejas en europeos, realizado en casi 10.000 personas. Al identificar nuevos genes y redescubrir algunos de los genes previamente identificados, el estudio amplía el conocimiento genético sobre la variación de las cejas, un tema con implicaciones para la dermatología.
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¿Qué dice la ciencia?
El primer estudio de mapeo de genes sobre el grosor de las cejas descubrió tres loci genéticos no informados anteriormente. La investigación realizada por el Consorcio Internacional de Genética de Rasgos Visibles demuestra que la apariencia de las cejas tiene genes subyacentes en parte iguales y en parte diferentes en personas de diferentes lugares del mundo.
Se analizaron estudios previos entre individuos latinoamericanos y chinos, estableciendo cuatro loci genéticos asociados con el grosor de las cejas. Debido a que no se había informado ninguna asociación del genoma completo del grosor de las cejas europeo, los investigadores no sabían si los efectos genéticos del grosor de las cejas descritos en los no europeos persisten en los europeos, o si hay loci genéticos específicos de europeos involucrados en el grosor de las cejas o ambos.
“Nuestro estudio mejora significativamente el conocimiento genético de la apariencia de las cejas humanas al aumentar el número de genes conocidos de cuatro a siete y ofrece nuevos objetivos para futuros estudios funcionales”, concluyó el investigador principal del estudio, Manfred Kayser, en el informe dado a conocer a nivel mundial.
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