Las rupturas pueden llevar a un deterioro emocional, más aún cuando la separación no es una decisión de común acuerdo. El duelo tiene sus etapas, el proceso es individual y para nada lineal, están los que optan por el entretenimiento para superar a su expareja, como los que deciden ir terapia, pero ¿cómo podríamos sanar el corazón roto?

El simple hecho de creer que estás tomando medidas para superar una ruptura en realidad afecta partes del cerebro asociadas con las emociones, al tiempo que disminuye el dolor que percibimos, según un nuevo estudio publicado en el Journal of Neuroscience. Los investigadores descubrieron que la mejor técnica para sanar no es lo que hace, sino el efecto que tiene en la menta.

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“Hacer cualquier cosa que creas que te ayudará a sentirte mejor probablemente te hará sentir mejor”, mencionan los expertos en su informe, en que además explican que el efecto placebo contribuye a creer que algo nos cura y alivia. Es decir, pensamos que una determinada sustancia o acción, que en realidad no tiene poderes curativos, nos sana, y en el caso de las rupturas, mejora los sentimientos después de una relación.

Se trata de una distorsión mental que nos hace creer que estamos teniendo una mejora o incluso la desaparición de una enfermedad, llevando a cabo un tratamiento que no tiene propiedades curativas reales. Aunque en las relaciones sentimentales, puede ayudar a sobrellevar el duelo, en otros aspectos de la vida puede ser un engaño a la mente con serias consecuencias.

Los expertos señalan que salir de fiesta, empezar a conocer gente, dedicar el tiempo a algún hobby, hacer algún deporte o ir al gimnasio, incluso buscar terapia, sea cual fuese la actividad, si nos creemos que es una medida que aliviará la tristeza y frustración propia de una relación, posiblemente funcione. Por supuesto, eso no desmerita que acudir a un profesional no sea efectivo.

Es decir, la persona con una dolencia tiene la expectativa de que se va a curar con una medicación concreta, lo que ya condiciona la respuesta de su organismo al tratamiento. A mayor expectativa de mejora, mejor resultado del efecto placebo, siendo a su vez el condicionamiento cada vez mayor. Se realizaron muchos estudios psicológicos en los que se comprobó cómo reacciona el cuerpo en relación al cerebro cuando se administran sustancias inocuas.

Sin embargo, puede convertirse en algo muy perjudicial para nuestra salud cuando evadimos un tratamiento adecuado para una enfermedad específica que estamos padeciendo y con los momentos distendidos no bastan. Para que el efecto placebo funcione es necesario que se inicien dos mecanismos en la mente del paciente: el condicionamiento clásico y las expectativas.

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