Si tienes un dolor moderado o intenso en uno o ambos lados de la cabeza, es muy probable que estés sufriendo un ataque de migraña, que podría durar entre 4 a 72 horas. Un tratamiento casero e inmediato poco conocido, pero ya descubierto en 1849, es sumergir la cabeza en agua fría.
La migraña es un tipo de dolor de cabeza recurrente que a menudo se describe como un dolor pulsátil y severo. Las personas que lo padecen suelen experimentar también náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz y al sonido, así como cambios visuales o sensoriales antes o durante el dolor de cabeza.
En 1849 se describió por primera vez en la literatura médica el uso de la terapia de frío para los dolores de cabeza. Según sugiere la evidencia científica, el agua fría puede ejercer un efecto antiinflamatorio que aleja la sangre de la cabeza al hacer que los vasos sanguíneos se contraigan, sin embargo, poco se profundizó respecto a este tratamiento casero.
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Esta técnica para aliviar los dolores moderados e intensos que pueden presentarse en la migraña volvió a tratarse por el Instituto de Salud de los Estados Unidos, que en su informe señala que “la aplicación directa de frío en la cabeza con envolturas o gorros fríos reduce la intensidad del dolor de cabeza hasta en un 70 por ciento de los pacientes con migraña”.
Además, un extenso estudio de 2013 publicado en el Hawaii Journal of Medicine and Public Health indica que la terapia con frío es el tratamiento de autocuidado más común para la migraña. “Sumergir la cara en agua fría durante unos minutos también puede aliviar los síntomas”, menciona el material y aclara que hay varias teorías sobre por qué la terapia con frío funciona para algunas personas, y es probable que sea una combinación de varios efectos.
De acuerdo a la explicación de los profesionales, el frío reduce la liberación de histaminas y prostaglandinas responsables de los procesos inflamatorios, actuando así como un agente antiinflamatorio. “El frío también puede contraer los vasos sanguíneos, lo que podría ser útil ya que a menudo se cree que las migrañas se deben a la dilatación de los vasos”, menciona parte del artículo médico.
Además, el frío puede abrumar a los receptores del dolor y bloquear la transmisión del dolor para que no llegue a la corteza cerebral. Por su parte, la Clínica Mayo señala que las compresas de hielo tienen un efecto anestésico que puede aliviar el dolor de la migraña, mientras tanto las compresas calientes y las almohadillas térmicas pueden relajar los músculos tensos.
Cómo aprovechar el agua fría
Hay varias formas de usar el agua fría para aliviar el dolor de migraña. Un método común es aplicar una compresa fría o envolver unos cubitos de hielo en una toalla y colocarla en la frente o en la nuca durante varios minutos, sin embargo, los expertos médicos recomiendan nunca aplicar el hielo en la superficie de la piel durante más de 15 a 20 minutos seguidos; retirar la compresa fría una vez que sienta que la piel está adormecida.
Cuando se trata de migrañas, las terapias como esta pueden ser efectivas desde el principio, pero se vuelven menos efectivas una vez que la migraña está completamente desarrollada, así que no esperes a consultar con un profesional para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuado.
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