Uno de los postres que más se cocina en las casas paraguayas desde tiempos inmemorables es el bizcocho. Su preparación fácil y solo a base de tres ingredientes que, por lo general, no faltan en la alacena, hacen que sea la tradicional torta de cumpleaños o el dulce que acompaña los desayunos y las meriendas.

Si bien basta con huevo, harina y azúcar, muchos optan por explorar el mundo culinario agregando ingredientes extra y hacer, por ejemplo, un bizcocho de naranja o zanahoria, también hay de vainilla, limón y hasta avena. Incluso existen alternativas que conllevan un poco más de trabajo como un banana bread, un brownie o un panettone de chocolate.

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Preparar el bizcocho puede ser fácil y solo tardar unos minutos, sin embargo, alcanzar la perfección en su textura y lograr un postre esponjoso requiere de mucha práctica y dedicación. Pero sobre todo, la última fase es la más difícil, ya que despegarlo del molde sin que se descomponga es todo un desafío.

De hecho, es muy común no pensar en qué hacer para que no se nos pegue la masa del postre hasta que llega el momento de sacarlo del recipiente y, entonces, nos encontramos con un inconveniente, ¿cómo sacarlo del molde sin que se estropee? En LN tips te compartimos algunos consejos para que tu bizcocho no pierda su buena apariencia.

Si no puedes sacarlo del molde, deja que el bizcocho se enfríe durante unos minutos y luego sacalo. Cuando alcanzó la temperatura ambiente y todavía no podemos sacarlo, entonces debemos ser lo más cuidadoso posible y con la ayuda de una espátula o cuchillo, ir rascando el fondo del molde y levantando poco a poco el postre para evitar que se estropee en lo más mínimo.

Otra opción que puedes probar en este punto es colocar el molde con el bizcocho agarrado boca abajo sobre un plato más ancho y, para acelerar el proceso, aplicar frío sobre la base del postre, por ejemplo hielo. Si no resulta, puedes meter al bizcocho en una fuente de calor, por ejemplo, colocarlo en un recipiente dentro de uno más ancho, lleno de agua caliente y esperar a que haga efecto.

Para evitar que desmoldarlo sea todo un problema, solo debes cubrir el fondo del molde con papel vegetal o papel de horno, untar mantequilla o aceite por el recipiente y, adicionalmente, algo de harina espolvoreada, o utilizar moldes especiales de materiales como la silicona o el acero antiadherente.

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