El agua de cúrcuma es un brebaje simple que contiene una de las especias antiinflamatorias más potentes, de fácil acceso y utilización diaria. Esta bebida natural además de hidratarnos, aporta importantes beneficios para el cuidado del corazón, ya que disminuye los elevados niveles de triglicéridos y controla la presión sanguínea.
La cúrcuma, originaria en el sudeste asiático, es una planta de color naranja brillante y contiene curcumina, el compuesto principal de la cúrcuma con propiedades antiinflamatorias. En los últimos meses, esta especia fue recomendada por varios nutricionistas para aliviar los dolores propios de la chikungunya y mejorar el pronóstico del paciente en su etapa de recuperación.
El agua de cúrcuma está repleta de antioxidantes que ayudan a desbloquear la capacidad del cuerpo para reducir la inflamación y evitar enfermedades crónicas. Contiene proteínas, azúcares y resinas, también fibra dietética y vitaminas C, E y K, al mismo tiempo que provee al cuerpo de otros nutrientes como el calcio, potasio, cobre, sodio y niacina.
Poder medicinal
A pesar de ser un brebaje simple, el agua de cúrcuma tiene un poder medicinal que disminuye la presión arterial y reduce el riesgo de enfermedades del corazón, además es bastante recomendada para personas que padecen hipertensión arterial. Tomar esta preparación es fundamental para ayudar a la salud coronaria y reducir los triglicéridos en sangre, permitiendo llegar a una longevidad plena.
Varias investigaciones también afirman que posee propiedades contra el cáncer, el colesterol alto o la artrosis, entre otras enfermedades. Otro de los beneficios principales y más conocidos de la cúrcuma es que ayuda al cuerpo a perder peso gracias a sus compuestos activos. A la preparación se puede agregar unas gotas de limón.
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