Para muchos los tatuajes son como una marca personal, que representa algún momento de la vida o el afecto hacia una persona. Sin embargo, hay varios puntos a considerar antes de hacerse uno, y la principal recomendación de los expertos son los autoexámenes de la piel, especialmente en los lugares donde planean tatuarse.
Un tatuaje es una marca permanente en el cuerpo, realizada con tinta o pigmentos a través de agujas que penetran la piel entre 80 y 150 veces por segundo. Para algunos es un procedimiento muy doloroso, otros simplemente describen como molesto o irritante, lo cierto es que la variedad de estilos en la actualidad es inmensa y cada vez con mayor realismo.
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Esta tendencia en alza suele ser un tema controversial, sobre todo por los mitos y verdades que se les adjudica. Pero, para los dermatólogos lo realmente importante a la hora de hacerse uno es asegurarse de que el artista y lugar tengan buenas recomendaciones y cuenten con altos estándares de higiene, donde las agujas y los guantes se usen solo una vez.
Otras recomendaciones a nivel mundial se basan en un estudio científico de la Academia Estadounidense de Dermatología, que insta a realizarse autoexámenes de la piel cada 3 o 4 meses, especialmente en los lugares donde se planea el tatuaje, y visitar a un dermatólogo justo antes de tatuarse para asegurarse de que cualquier área problemática potencial, como áreas con una gran cantidad de lunares u otras afecciones de la piel, no representen un problema de salud en el futuro.
Los cambios en los lunares pueden ser la primera pista de melanoma y otras formas de cáncer de piel, por lo que es importante dejarlos libre de tinta. “Un tatuaje encima de un lunar puede hacer que detectar el desarrollo de cáncer de piel sea particularmente difícil y en una etapa avanzada, los tratamientos no tendrán los mismos efectos positivos”, señala parte del informe médico.
Tatuajes alrededor de los lunares
En el caso que la persona desee un tatuaje en un área donde tiene lunares o cicatrices, los profesionales aconsejan tatuarse alrededor de los lunares y mantener una distancia de aproximadamente un milímetro entre la tinta y el lugar.
De esa manera, si el lunar crece o cambia de forma, se puede notar una diferencia porque el tatuaje en sí se verá diferente debido a que los cambios de color son uno de los signos del melanoma. Pero, la tinta particularmente azul o negra, puede dificultar saber si los colores son parte del tatuaje o un signo de desarrollo de cáncer de piel.
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