Roncar es normal, principalmente cuando una persona está cansada, pero también puede ser un problema crónico con escala a una enfermedad severa. Según una reciente investigación, alrededor de una de cada cinco personas puede padecer apnea obstructiva del sueño.
Las personas con apnea obstructiva del sueño suelen roncar fuerte, su respiración empieza y se detiene durante la noche y pueden despertarse varias veces, lo que provoca cansancio, riesgo de hipertensión arterial, ictus, cardiopatías y diabetes de tipo 2, de acuerdo a la investigación publicada en la revista European Respiratory Society.
Esta afección es más frecuente en hombres, en personas de edad avanzada, con enfermedades cardiovasculares, de nivel socioeconómico bajo o menos activas físicamente, en fumadores y en personas con síntomas de depresión, mientras que las mujeres no corren mayores riesgos. Los pacientes con apnea pueden recibir tratamientos y atención médica avanzada para mitigar los problemas de salud que podría representar en el futuro.
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Esta investigación señala que muchas personas con apnea no son conscientes de que sus ronquidos y somnolencia son signos de un problema, por eso concienciar a la población sobre sobre esta afección es importante, ya que una vez diagnosticada, pueden recibir tratamiento y asesoramiento para reducir el riesgo de padecer otras enfermedades graves, como ictus, cardiopatías y diabetes.
Clínica del Sueño
La Facultad de Ciencias Médicas de la UNA a través de su Hospital de Clínicas rehabilitó en marzo del año pasado la “Clínica del Sueño”, donde cuentan con el servicio de polisomnografía o estudio del sueño, un examen que sirve específicamente para diagnosticar trastornos respiratorios del sueño.
El síndrome de apnea obstructiva, apnea central y los de hipoventilación alveolar afectan la calidad del sueño de los pacientes. De hecho, desencadenan múltiples complicaciones de índole cardiovascular como ser presión alta, infarto agudo de miocardio, insuficiencia cardiaca, arritmia, muerte súbita nocturna, además de riesgo de accidentes cerebrovasculares (derrame cerebral), Parkinson y Alzheimer.
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