El término ortosomnia es la obsesión poco saludable por lograr el descanso ideal, que lejos de contribuir en el bienestar, provoca ansiedad, falta de concentración e irritabilidad. Esa intensa búsqueda por conciliar el sueño de forma perfecta puede llegar a niveles extremos que afectan la vida diaria. Para combatirla es necesario cambiar algunos hábitos.
Dormir bien es importante, pero como todo en exceso es malo, perseguir un ideal de descanso también lo es. Preocuparse por aspectos como la calidad del descanso, las horas de sueño profundo o si se ronca o habla mientras se está dormido puede llevar a autodiagnosticarse problemas inexistentes y, en el peor de los casos, generar trastornos del sueño.
Tanto la vida ajetreada, el estrés y las preocupaciones se suman a todo lo que conlleva desarrollar ortosomnia, especialmente por la ansiedad, que es una de las grandes causas de esta incapacidad para conciliar el sueño de forma saludable. La persona al no poder descansar las horas suficientes, los niveles de hormonas relacionadas con los ciclos del sueño, como la melatonina, pueden verse alteradas y provocar angustia, cansancio y dificultad para despertarse por las mañanas.
Cuando la obsesión por conciliar el sueño y tener un descanso perfecto llega a niveles que afectan tu rutina, es momento de replantearte algunos hábitos para ir eliminando dicha preocupación de tu mente progresivamente y sentirte mejor.
¿Qué hacer para contrarrestar la obsesión?
Cambia tu rutina. Al establecer un horario para levantarte y acostarte todos los días ayudarás a tu cuerpo a acostumbrarte a unos patrones y sentir la necesidad de seguirlos. También practica algún deporte o haz que tu cuerpo se canse y libere las endorfinas del día haciendo ejercicios.
Evita la cafeína, nicotina, alcohol, ultraprocesados y comidas abundantes cuando se acerque la noche, porque todo esto puede estimular o hacer estragos en tu cuerpo. Además, es importante que antes de dormir, te alejes de los dispositivos tecnológicos y crees tu propio espacio de descanso relajado, con la luz apagada y lejos de sonidos molestos.
Para quien padece ortosomnia, las siestas son enemigas ya que aportan un descanso que se quita de las horas de sueño nocturnas. Si no puedes evitarlo, duerme la siesta siempre hasta horas que no superen las 15:00, y si a pesar de seguir estas pautas todavía eres incapaz de dormir, consulta a un profesional para mejores indicaciones.