No se puede negar el hecho de que los pañales absorbentes facilitaron la vida de los padres, ya que la mayoría encuentra más conveniente usar este tipo de pañal en lugar de los de algodón. Cambiarlos con frecuencia es fundamental para evitar los efectos secundarios de los pañales sucios en la piel de los bebés.
Los pañales absorbentes incluso se pueden seguir usando si el bebé orinó, pero si defecó se deben cambiar inmediatamente. Tanto el contacto prolongado con la orina o las heces en los pañales pueden provocar irritación en la piel y el bebé puede desarrollar el llamado “dermatitis amoniacal”. Además, la piel húmeda también corre el riesgo de contraer una infección por hongos.
La dermatitis amoniacal es una afección que se presenta en forma de erupción cutánea inflamatoria, un problema en la piel que provoca quemazón o dolor cuando la criatura orina o defeca. Estudios científicos recientes demostraron que al permanecer con los pañales sucios, los hongos pueden infectar las áreas húmedas de la piel y aumentar el riesgo de enfermedades.
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De hecho, las bacterias presentes en las heces pueden ascender en el tracto urinario desde los pañales y causar infecciones urinarias, señala el reporte médico. El riesgo de infecciones urinarias es particularmente más común en las niñas, ya que su uretra es más corta y está más cerca del ano, en comparación con los niños.
Puede causar alergias y enfermedades
La piel de los bebés es suave y tierna, y cualquier químico fuerte puede dañar su piel. Algunas empresas fabrican sus pañales con tintes sintéticos u otros productos químicos agresivos. Todos estos tienen un impacto no tan bueno en la piel sensible del niño o la niña y pueden causar alergias.
Las rozaduras de pañal son un resultado común del uso de pañales durante un tiempo prolongado. Si un pañal sucio se deja desatendido por horas, se convierte en un caldo de cultivo para las bacterias y puede provocar erupciones cutáneas. Se recomienda cambiar los pañales con regularidad para reducir el riesgo de irritaciones por pañal.
Como mencionamos anteriormente, los pañales se fabrican con productos químicos y materiales sintéticos, y dejar que el bebé permanezca expuesto a dichos materiales por demasiado tiempo genera toxicidad. El lugar del pañal puede volverse antihigiénico y hay muchas posibilidades de que esas toxinas entren en el organismo del bebé y provoquen una cadena de enfermedades crónicas en el futuro.
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