Las ventajas de las sillas de plástico es que son menos costosas que otros tipos de muebles de exterior, son livianas y resistentes a la intemperie, además se pueden volver a reciclar. Pero, cuando son blancas, tienden a mancharse con mayor facilidad debido a su uso frecuente y por dejarlas al aire libre.
Las sillas de plástico son muy recurrentes, muchas familias las tienen como mueble en el patio de la casa y otros las ofrecen en alquiler para eventos. Es normal que acaben con manchas tan persistentes y muchas veces hasta resultan bastante complicadas deshacerse de ellas, a pesar de intentarlo. Aunque el primer impulso suele ser tirarlas al reciclaje de plástico y comprar otra, lo cierto es que hay una forma que nos permite volver a dejarlas como nueva y seguir usándola sin tener que reemplazarla.
Lo primero que debes hacer es deshacerte del polvo y la suciedad, para luego aplicar este método casero de limpieza. En un recipiente, agrega una taza de vinagre blanco, una cucharada de pasta de dientes y un poco de bicarbonato de sodio hasta que se forme una pasta semilíquida.
Esta pasta funcionará como una solución limpiadora y para usarla debes utilizar una esponja o brocha. Con ayuda de esta herramienta, esparce toda la mezcla sobre la superficie de la silla, especialmente donde haya manchas. Deja la silla al sol durante una hora y luego con una esponja o cepillo, frota toda la superficie.
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Ya será mucho más fácil limpiar la superficie y dejarla reluciente, aunque si quieres asegurarte aún más de los resultados puedes añadir también un poco de jabón en polvo o líquido en este paso. Para terminar, utiliza un paño mojado con agua para enjuagar toda la superficie de la silla, volviendo a mojarlo si ves que se seca hasta haber completado el proceso de limpieza.
Consejos para mantenerlas limpias
Una vez que las sillas hayan quedado limpias y blancas, se pueden mantener así por más tiempo aplicando una capa delgada de cera en pasta para automóviles. Usa un paño suave y seco o una esponja para esparcir la cera sobre las sillas, ya que esto ayuda a que las manchas y la suciedad se deslicen directamente del plástico.
No dejes las sillas debajo de árboles que arrojan flores u hojas. En lo posible, siempre limpia, cubre y almacena las sillas en el interior protegidas de las temperaturas bajo cero durante la temporada de otoño e invierno, o usa una sombrilla para exteriores que protejan a las sillas cuando las coloques afuera.