El sistema inmunitario es la capacidad natural del cuerpo para defenderse de los organismos patógenos (por ejemplo, virus o bacterias) y resistir las infecciones, según explica la Organización Mundial de la Salud. Tener una buena inmunidad es importante y existen hábitos simples que ayudan a mantenerla.

Diferentes factores como la contaminación, los virus, las bacterias, hongos, incluso los cambios estacionales pueden poner a prueba al sistema inmune y para evitar afecciones es esencial tener buenos hábitos. Algunos “enemigos” del sistema inmune son la alimentación desequilibrada, el humo del tabaco, la cafeína, la contaminación ambiental, el estrés, el sedentarismo, incluso el exceso de ejercicio, según apunta Mapfre.

Desde el Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) mencionan algunos hábitos comunes que ayudan a prevenir el deterioro de las defensas del cuerpo, la primera es la alimentación. Consumir alimentos ricos en grasas saludables, hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, minerales garantiza que el cuerpo reciba el “combustible” que necesita para tener una buena inmunidad, además de suficiente energía. “Significa poner énfasis en comer muchas frutas y verduras, proteínas magras, cereales integrales, leche y productos lácteos sin grasa o bajos en grasa. También implica limitar las grasas saturadas, el colesterol, la sal y los azúcares añadidos”, agrega.

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* Tener un peso saludable ayuda al buen funcionamiento del cuerpo. Cuando el índice de masa corporal está entre 25,0 y 29,9 se habla de sobrepeso, pero cuando supera los 30 ya es obesidad y esto se relaciona con el deterioro del sistema inmune.

“Mantener un peso saludable incluye reducir el estrés, comer alimentos saludables, dormir lo suficiente y realizar actividad física con regularidad”, sugiere el CDC.

* Dormir bien (entre 6 y 8 horas) es fundamental. Está científicamente comprobado que dormir poco tiene un impacto negativo sobre el sistema inmune y, además, hace que la persona se sienta cansada, fatigada, irritable y que la hormona de estrés (cortisol) aumente.

El tabaquismo está asociado a múltiples enfermedades y beber en exceso también está asociado a un deterioro del cuerpo, además que el alcohol es una sustancia que “intoxica” al organismo y puede generar adicción.

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