¿Cuántas veces hemos escuchado que la migraña es solo un dolor de cabeza? Sin embargo, estamos ante un mito. Se trata de diferentes tipos de dolor de cabeza, que pueden ser similares en ciertos aspectos, pero que tienen variaciones realmente significativas. La Sociedad Internacional de Cefaleas describió cerca de 200 tipos de dolores de cabeza; la migraña es solo uno de ellos.
Ahora bien, nos interesa determinar las diferencias entre la migraña y el dolor de cabeza “común”. Este último puede sentirse en cualquier parte de la cabeza o en el cuello y por lo general se lo describe como una sensación de opresión o presión. Puede ser causado por diversos factores, como tensión muscular, sinusitis, gripe o resfrio, así como el estrés y otros estados emocionales.
La migraña, en cambio, es un tipo de dolor de cabeza recurrente que a menudo se describe como un dolor pulsátil y severo que afecta a un lado de la cabeza. Las personas que lo experimentan pueden sufrir, además, náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz y al sonido, así como cambios visuales o sensoriales antes o durante el dolor de cabeza.
Te puede interesar: Mito o realidad: comer huevos aumenta el colesterol
Las migrañas pueden ser desencadenadas por diversos factores, como el estrés, la falta de sueño, la ingesta de ciertos alimentos, la menstruación y otros factores ambientales. También se menciona un componente genético y en el caso de las mujeres, los cambios hormonales, especialmente a fluctuación de los estrógenos.
Si una persona experimenta dolores de cabeza frecuentes o recurrentes, es importante que consulte con su médico para determinar la causa de la dolencia y recibir el tratamiento adecuado. Una migraña puede llegar a ser incapacitante para quien la sufre; incluso, la OMS la considera como la segunda enfermedad más incapacitante, solo detrás del dolor de espalda y por delante de trastornos tan importantes como la depresión.
Cómo aliviar el dolor de cabeza
Algunos consejos para aliviar un dolor de cabeza común son descansar en un lugar tranquilo y oscuro; beber suficiente agua por si el dolor sea causado por deshidratación; tomar un analgésico de venta libre, como paracetamol o ibuprofeno; usar compresas frías o calientes en la frente o en la parte posterior del cuello para bajar la tensión muscular que podría estar desencadenando la dolencia.
También se recomienda realizar un masaje suave en las sienes o en el cuello y practicar técnicas de relajación, como la meditación, el yoga o la respiración profunda.