Algunos productos pueden facilitar el trabajo y hasta mejorar la calidad de las prendas, el suavizante es uno de ellos. Si bien su uso está completamente recomendado, hay ciertas consideraciones que se deben tener en cuenta al momento de lavar la ropa para no generar daños secundarios en las telas.
El suavizante de telas es un acondicionador para la ropa, que hace que las prendas huelan bien y se sientan más suaves, pero no es un agente limpiador y no se encargará de las manchas, tampoco es una fragancia superflua añadida por el gusto de hacerlo. Su principal función es lubricar las fibras y neutralizar las cargas para proteger a las telas contra algunos daños que pueda generar el lavado.
El resultado son menos arrugas, menos estetica y tejidos suaves al tacto. El aroma es otra ventaja, pero también existen suavizantes de telas formulados sin fragancia. Su uso está 100% recomendado por expertos, sin embargo, es importante tener en cuenta algunos detalles para evitar deteriorar tan rápido nuestras prendas.
El suavizante no debe usarse en toallas, ropa deportiva u otras prendas que absorben la humedad, ya que puede descomponer las fibras de estos materiales, que afectará negativamente a la transpirabilidad de determinados tejidos y prendas. Es decir, los suavizantes pueden hacer que la ropa sea menos transpirable al eliminar la capacidad de una prenda para extraer la humedad de la piel. Para una alternativa más segura, puedes usar vinagre destilado para suavizar estas telas.
También pueden irritar la piel sensible, por eso se sugiere usar una fórmula sin olor o evitar su uso si esta es la condición de tu piel. El uso regular en todas las ropas puede afectar negativamente la sensación de las telas con el tiempo, haciéndolas menos esponjosas y más planas, por eso es mejor usarlo solo en prendas que no absorben la humedad, incluidas las camisetas, jeans, ropa interior y ropa de cama.
¿Cómo usar suavizante de telas?
El suavizante de telas siempre se agrega al ciclo de enjuague, nunca al ciclo de lavado. Asegúrate de evitar cualquier tejido que podría terminar con daños y no utilices, principalmente, en telas de felpa y microfibras, que absorben la humedad, son resistentes a las llamas y aptos para la protección de rayos UV.
La mayoría de las lavadoras tienen un dispensador de suavizante que lo libera en el momento correcto. Si este no es el caso, asegúrate de agregar manualmente el suavizante de telas durante el ciclo de enjuague, ya que es cuando resulta más efectivo, siempre acompañado del chorro de agua para evitar manchas u otros problemas.
Una vez que hayas completado el ciclo de lavado, transfiere tus prendas a la secadora y séquelas como de costumbre. No es necesario usar una toallita para secadora si ya utilizaste suavizante de telas o viceversa, porque ambos cumplen una función similar.
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