Limpiar el rostro es una parte esencial de cualquier rutina de cuidado de la piel, pero muchos cometen el error de lavarse la cara con jabón. Si bien es una práctica común, no es correcto porque puede producir efectos secundarios en la piel.

Una cara limpia garantiza que los poros no estén obstruidos, que tu piel esté libre de suciedad, gérmenes y bacterias que podrían causar acné y puntos negros. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la piel del rostro es más delicada y suave que la del resto del cuerpo. Por lo tanto, el jabón puede irritar y causar otros problemas cutáneos, como sequedad, picazón e incluso brotes.

De hecho, no solo el jabón podría ser dañino, cualquier producto que uses para limpiar tu cuerpo podría no ser apropiado para la piel facial. El rostro necesita un limpiador con una textura suave que no elimine la grasa natural de la dermis y ayude a mantener la piel suave e hidratada.

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1. Demasiado fuerte para tu piel. Cuando frotas una barra de jabón directamente sobre tu cara para limpiarla adecuadamente, corres el riesgo de dejar pequeñas lágrimas en tu piel. Tu rostro tiene una piel delicada y los jabones son abrasivos y ásperos. La piel puede picar e irritarse después de un lavado con jabón.

2. Conduce a la sequedad. La piel es ácida por naturaleza, pero la mayoría de los jabones son alcalinos. Por lo tanto, el uso de jabón puede alterar el equilibrio del pH de la piel. Además, los jabones incluyen una gran cantidad de productos químicos agresivos que tienden a drenar la humedad natural de la piel, dejándola aún más seca y opaca. La descamación y los brotes pueden ser el resultado de una piel demasiado seca.

3. No es fácil de usar. Con un lavado de cara, puede usar las yemas de los dedos para alcanzar el rincón y la esquina de su piel y limpiarla adecuadamente. Sin embargo, con jabón, se vuelve difícil lavar bien la cara.

4. Antihigiénico. El jabón no te mantiene muy limpio. Tiene una tendencia a acumular mucha suciedad y bacterias, que puedes aplicarte en la cara y esparcir allí. Provoca acné, puntos negros, puntos blancos y poros obstruidos.

5. Nocivo para la piel. El daño a la piel a largo plazo causado por productos químicos agresivos como el parabeno y el formaldehído, la naturaleza alcalina del jabón y su contenido excesivo de aromas y tintes es causado por todos estos factores. La piel se vuelve más vulnerable a los síntomas del envejecimiento como las arrugas y las líneas finas y más vulnerable al daño solar ya que se vuelve más seca. Cuando te aplicas jabón en la cara durante un período prolongado de tiempo, la piel se vuelve opaca y pierde su flexibilidad y brillo.

Lo mejor es elegir un lavado de cara para tu piel en función de tu tipo de piel, ya que es más higiénico y contiene la cantidad adecuada de ingredientes para mantener la salud dermatológica. Busque ingredientes como ácidos hialurónicos, glicerina y niacinamida en su lavado de cara para nutrir su piel.

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