Arquitecto, urbanista y activista de 69 años, David Chipperfield fue reconocido por su “diseño moderno atemporal que enfrenta las urgencias climáticas, transforma las relaciones sociales y revitaliza las ciudades”, destacó en un comunicado la Fundación Hyatt, que desde 1979 otorga estos premios.
El británico es el ganador del premio Pritzker 2023, considerado como el Nobel de la arquitectura, en reconocimiento a su obra “discreta pero transformadora”. Para el jurado, la obra de Chipperfield muestra su “compromiso” con una “arquitectura de presencia cívica discreta pero transformadora” con la sostenibilidad como pertinencia” y “estructuras capaces de perdurar, física y culturalmente.”
“Me tomo este premio como un estímulo para seguir dirigiendo mi atención no solo a la esencia de la arquitectura y su significado, sino también a la contribución que podemos hacer como arquitectos para abordar los retos existenciales del cambio climático y la desigualdad social”, reaccionó en un comunicado el arquitecto británico, que reside en Londres, y 52º ganador de este prestigioso galardón en el comunicado. Chipperfield es conocido por renovar y reconstruir viejos edificios, adecuándolos a las necesidades modernas, pero respetando su historia y su cultura.
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“Como arquitecto, soy en cierto modo el guardián del significado, la memoria y el patrimonio”, asegura Chipperfield: “Las ciudades son registros históricos”. “Las ciudades son dinámicas, no se quedan ahí, evolucionan. Y en esa evolución, quitamos edificios y los sustituimos por otros. Elegimos nosotros mismos, y el concepto de proteger solo lo mejor no es suficiente. Se trata también de proteger el carácter y las cualidades que reflejan la riqueza de la evolución de una ciudad”, explica el arquitecto, que tiene oficinas en Berlín, Milán, Shanghái y Santiago de Compostela, en España.
Chipperfield considera que los arquitectos tienen la responsabilidad no solo de “crear un mundo más bello, sino más justo y sostenible”, para lo que es considera necesario “inspirar a la próxima generación para que asuma esa responsabilidad con visión y valentía”.
Para el arquitecto chileno Alejandro Aravena, ganador del Pritzker en 2016, los edificios de Chipperfield “siempre resistirán el paso del tiempo porque el objetivo último de su actividad es servir al bien común”. “Evitar lo que está de moda le ha permitido permanecer”, agrega.
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En la misma línea se manifiesta el presidente de la Fundación Hyatt, Tom Pritzker, para quien Chipperfield tiene “una seguridad sin arrogancia, evitando constantemente las modas para confrontar y mantener las conexiones entre la tradición y la innovación, al servicio de la historia y la humanidad”.
Algunos de sus trabajos más famosos son el Museo Jumex de Ciudad de México, la renovación del Neues Museum de Berlín, y un nuevo edificio que alberga el Museo de Arte de San Luis, en Misuri. También destacan el Museo de Literatura Moderna de Marbach, Alemania, y la Biblioteca Pública de Des Moines, en Iowa.
El premio será entregado en una ceremonia en Atenas, la capital griega, el próximo mayo. Chipperfield se convierte en el 52º ganador de este galardón que antes recibieron los españoles Rafael Moneo y Rafael Aranda, Carme Pigem y Ramon Vilalta, y los brasileño Paulo Mendes da Rocha y Oscar Niemeyer.
Fuente: AFP.