El segundo paso en nuestra rutina de lavado de cabello es el acondicionador, ya que su función después del shampoo es sellar la hebra capilar y mantener la humedad. Así como muchos lo consideran un indispensable, otros creen que provoca la caída del cabello.
El acondicionador bloquea la pérdida de hidratación en el cabello y suaviza la cutícula para que vaya hacia una misma dirección, logrando así evitar el encrespamiento, reparar las puntas abiertas y facilitar el desenredado, además aporta brillo. Sin embargo, cuando no aplicamos correctamente puede engrasar el cuero cabelludo y restarle volumen a la melena.
Para muchos es un paso que no se debe saltar, pero otros consideran que obstruye los folículos capilares y así evita que el cabello crezca naturalmente. Con el propósito de descubrir si esto es un mito o realmente el acondicionador no es bueno, los investigadores de The Beauty Brains realizaron un estudio e informaron que es imposible que el acondicionador debilite la hebra capilar.
Como el acondicionador se aplica directamente en el cabello y no en la piel cabelluda, no podría provocar la caída o tener efectos en el crecimiento. Es más, según el reporte científico debe ser parte indispensable de nuestra rutina de lavado, ya que ayuda a que la parte que repele el agua se cierre y mantiene la hidratación.
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“No usar acondicionador solo produce cabello más débil, seco y con frizz”, puntualiza el informe de investigación.
Esta es la aplicación correcta del acondicionador
Lo primero es elegir un producto con fórmulas adecuadas para tu tipo y condición actual de cabello, ya sea seco, graso, maltratado, con caspa, etc. Luego, aplica el acondicionador desde el medio hacia las puntas, siempre después de enjuagar el shampoo, y distribuye por toda la melena. En este momento puedes aprovechar para desenredar tu cabello con un peine.
Como último paso es dejarlo que actúe por al menos 3 minutos, para finalmente enjuagarlo con agua más fría que tibia.
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