¿Sabías que su potencial turístico se descubrió recién en 1969? Desde entonces, no hace más que enamorar a todos los que eligen visitarla. Conocé este destino imperdible del Caribe.
Texto y fotos: Jazmín Gómez Fleitas
Con sus playas de arena blanca suave que contrasta con el agua cristalina, el azul que se degrada en tonalidades envidiables hasta besar la costa y su clima privilegiado, es fácil comprobar por qué es uno de los destinos más solicitados del Caribe.
Antes de aterrizar, ya es posible comprobar el turquesa de sus aguas. El paisaje paradisíaco, que ya se anticipa desde el aire, se confirma plenamente con la llegada al aeropuerto, en donde se lee “Welcome to Paradise” o en español “Bienvenidos al Paraíso”.
La primera impresión ya suma puntos. El aeropuerto internacional está construido con techos cónicos de paja, pilares crudos de madera y murales con piedras autóctonas. ¿Qué más nos dice relax que sentirse sin formalidades desde la arquitectura misma?
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Desconectarse en un paraíso natural
Para todo el que la visita, Punta Cana es el nombre de presentación, sin embargo, los lugareños reconocen las playas de esa zona este de la isla como Playa Bávaro o de Arena Gorda, la cual es la ubicación de todos los resorts más reconocidos, extendiéndose en dominios hasta el Hard Rock Punta Cana.
La brisa de la playa es fuerte, por eso una postal típica son las palmeras inclinadas por el viento sobre la enorme extensión de arena blanca finísima que sirve como alfombra natural para guiarnos hasta el agua.
¿Un típico día en el paraíso no se asemejaría mucho a estar contemplando esa belleza natural desde que arranca el día hasta que termina? La temperatura baja por la noche gracias a sus fuertes vientos y muchas veces hasta en la sombra durante el día. Una tierra que, sin dudas, fue bendecida con lo mejor.
De ahí es de donde procede su fama. Ya sea que se viaje con la familia completa, en pareja o con amigos, Punta Cana cubre todas las necesidades con sus resorts all inclusive, una modalidad todo incluido que se encarga de que solo disfrutes en la playa privada, sin preocuparte por qué vas a comer o qué actividades realizar.
En el Hard Rock de Punta Cana se pueden disfrutar de 10 restaurantes, un local exclusivo de helados y 23 bares & lounges que incluyen a los de la playa. El resort está diseñado para que la experiencia de vida de playa sea completamente inmersiva: en todas las vistas del hotel, desde las habitaciones hasta llegar a los restaurantes, gimnasio o teatro, se ve y siente agua y palmeras. Piscinas estratégicas distribuidas para escuchar siempre el sonido del agua, moverse, sentir al viento meciendo las palmeras y verlas en contraste al cielo azul y soleado toda la semana.
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Aunque en Punta Cana amanezca lloviendo, se apacigua en una llovizna que prontamente da paso al sol y no interfiere con el ritual de ir a pasar el día en la playa. Y es que la extensión de arena blanca fina está a la altura para albergar a una cantidad de personas numerosas y que no se sientan encimadas. Así de extensa es.
Mientras estás disfrutando en una reposera, de la brisa, el mar y secándote al sol si ya has vuelto de sus aguas cristalinas, uno de los meseros se acerca a preguntarte qué te gustaría beber, y este servicio se mantiene a lo largo del día de playa. ¿Para comer? Si no tenés ganas de ir hasta uno de los restaurantes, en la piscina central siempre hay snacks como nachos con queso derretido, hamburguesas y papas fritas.
¿Cómo se sienten unas vacaciones en el paraíso? Qué tal sería escuchar a olas espumosas que se rompen en la costa, a oler a la arena mojada y al protector solar dulce. A la arena suave al tacto, y tan fina, que se cuele en todas las maletas y vuelve contigo.
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