La cadena de hoteles es reconocida mundialmente gracias a su colección que incluye instrumentos musicales, vestuario y objetos de culto. Sin duda, su inventario musical es uno de sus principales pilares en la experiencia de disfrutar como un rockstar.
Texto y fotos: Jazmín Gómez Fleitas
La marca mantiene viva la historia del rock, inmortaliza a los grandes del pasado y presente, en los más de 70 países en los que se encuentra sus cafés, hoteles y casinos. Decir que esa historia se mantiene “viva en las paredes” quedaría corto porque sería más apropiado señalar que se encuentra presente en todo el hotel: en rincones destacados donde es imposible no fijar la mirada o siendo parte del mobiliario, como en mesas de centro, que en realidad son cajas de vidrio que las exhiben con orgullo.
Y es que para dimensionarlo, se debe conocer sus orígenes. En 1971 Peter Morton e Isaac Tigrett abrieron el primer Hard Rock Café en Londres. Su idea nació a raíz de que buscaban la mejor hamburguesa y al no encontrarla, decidieron abrir un local típicamente estadounidense que también mostrará videoclips musicales.
Así mismo, el creador del logotipo original de Hard Rock Café fue Alan Aldridge, un artista, diseñador gráfico e ilustrador británico que tiene entre sus trabajos a portadas de discos de The Beatles y The Who. Todo tenía relación con la escena musical.
Tanto que se convirtió en un imán para que estrellas de rock también se sintieran a gusto allí. Así fue que Eric Clapton, reconocido como uno de los mejores guitarristas de rock de todos los tiempos, le propuso a Isaac colgar su guitarra ahí para mostrar cuál era su lugar favorito para comer en Londres.
A la semana siguiente, Pete Townshend, guitarrista de The Who, también envió su guitarra señalando que Clapton no era el único fan. De esta manera inició en 1979 uno de los museos más famosos de la cultura pop, que a hoy ya cuenta con más de 80.000 piezas, tanto donadas como adquiridas de otras colecciones privadas.
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El Hotel de Punta Cana: el primer resort all inclusive de la cadena
En 1995, luego de hacer global su restaurante y llegar incluso a Tokio, abre su primer Hotel & Casino en Las Vegas, Nevada. Sumando actualmente 23 hoteles y 11 casinos, incluyendo los complejos en Cancún y Vallarta, México.
Sin embargo, es el de República Dominica el que se convierte en el 2010 en el primer complejo hotelero todo incluido de la marca. De ahí su renombre y la importancia en la historia de la cadena. Y es que la experiencia está estratégicamente ejecutada.
Nada más llegar a la entrada del masivo lobby principal, se lee desde afuera “I got two tickets to paradise” letra de una de las canciones de Eddie Money. En español: “Conseguí dos tickets al paraíso”. Y estas letras de canciones de artistas icónicos nos acompañarán en cada entrada a las áreas comunes, así como también dejando la nota cómica, por ejemplo, sobre algo tan cotidiano como los cajeros automáticos. “Come on, come on, listen to the money talk” de AC/DC. “Vamos, vamos, escucha hablar al dinero”.
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Hay dos murales de rock que se destacan desde lejos, uno en el lobby y tiene: el traje azul marino del rey del rock’n’roll Elvis Presley, la guitarra del rey del blues B.B. King, o la chaqueta blanca del pionero del rock Chuck Berry.
El segundo es mucho más grande y está a lado de la entrada del casino: arranca por la izquierda con el outfit de Gloria Estefan, pasando por una blusa con plumas de Baby Spyce de las Spice Girls, la guitarra plateada de Paul Stanley de The Kiss o el look completo en blanco de Elton John. Y frente al mural, exhibida la Harley-Davidson de Billy Idol.
A lo largo del hall central, en donde encontramos a la mayoría de restaurantes, tiendas y bares, también encontramos un espacio dedicado a los Beach Boys con un poster central en blanco y negro rodeado de la guitarra de Carl Wilson y la portada original de su primer álbum Surfin’ Safari, que homenajea a una de las bandas de rock que más influencia tuvo en la evolución musical popular acorde a los críticos.
Sin embargo, ingresar al baño también es toda una experiencia. En el pasillo acompañan imágenes de artistas icónicos en sus inicios para terminar a la entrada con una guitarra o vestuario que nos sorprenda. De esa manera encontramos, por ejemplo, a la chaqueta de Jimmy Page de Led Zeppelin o a la Stratocaster de Lenny Kravitz.
En el casino también hay más para sorprenderse. Un vestido negro de diseñador de Lady Gaga, el buzo deportivo en verde lima de Elton John o la chaqueta azul de los Dodgers de Frank Sinatra.
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La memorabilia recorre los distintos hoteles
Anteriormente, uno de los mayores atractivos era la limusina blanca de Madonna, pero ahora se trasladó al hotel de Los Cabos, y de hecho, luego de una cierta cantidad de años, la memorabilia rota para que la experiencia siga siendo única.
Por eso, un último consejo de estadía: tenés la posibilidad de pedir alguna de las guitarras icónicas para probarlas en tu habitación de hotel, solamente deberías consultar la disponibilidad para que te la presten.