Ubicada en el sureste del país, entre Belo Horizonte, Sao Paulo y Rio de Janeiro, Tres Coraçoes tiene 75.000 habitantes y está rodeada de plantaciones de café. Pero mundialmente es conocida por una sola cosa: ser la cuna, desde 1940, de Edson Arantes do Nascimento, Pelé.
En la ciudad natal de Pelé, en el interior del estado brasileño de Minas Gerais, las noticias sobre el deterioro de su salud han renovado la curiosidad entre vecinos y visitantes, ávidos por saber más sobre la vida y las hazañas de la primera superestrella del fútbol.
A sus 82 años, el astro padece un cáncer de colon y está internado desde hace un mes en un hospital de Sao Paulo. Según sus médicos, la enfermedad ha avanzado y Pelé presenta “disfunciones renal y cardíaca”. Estas noticias atrajeron nuevos visitantes a la Casa Pelé, una réplica del hogar donde nació y vivió sus primeros años, ubicada en una calle inclinada, de casas bajas, bautizada con su nombre.
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“Nunca había venido y la casa ya tiene 10 años. Pero con la noticia de Pelé hospitalizado, nos dio curiosidad”, dice Neilor Henrique, un vecino de 41 años. Construida en base a las memorias de su madre, Celeste Arantes do Nascimento, hoy con 100 años, la casa muestra los orígenes humildes de la familia: pocos muebles, colchones de paja, una radio antigua bajo un retrato oval de sus padres en la pared.
A pocas cuadras de allí, el pequeño museo Terra do Rei exhibe objetos como camisetas del Santos autografiadas, una pelota usada por Pelé y su acta de nacimiento. Ambos lugares son mantenidos por la municipalidad. De pequeño, Pelé se mudó al interior de Sao Paulo, y en la adolescencia ingresó al Santos, club de la ciudad portuaria homónima donde inició la carrera que lo convertiría en el único futbolista del mundo tres veces campeón con su selección (1958, 1962 y 1970).
“Un brasileño negro”
Por eso, la mayor colección sobre él se encuentra en el Museo Pelé, en Santos. Y en su tierra natal, algunos visitantes se quedan con sabor a poco. “Vi pocas imágenes de él regadas por la ciudad, casi ninguna”, dice el empresario Rafael Antunes, de 43 años, quien hizo un desvío en su viaje familiar para conocer Tres Coraçoes.
A las puertas de la ciudad, los visitantes son recibidos con una estatua de Pelé saltando en celebración sobre tres corazones rojos. “Creo que faltó un poco de respeto por la historia que tuvo en el fútbol y por nuestro país”, añade Antunes.
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Fernando Ortiz, amigo de la familia e idealizador de la Casa Pelé, cree que la figura del exfutbolista enfrenta resistencias de otro tipo. “Muchos brasileños no soportan ver a otros compatriotas teniendo éxito. Y cuando se trata de un brasileño negro, el rechazo es todavía mayor”, reclama este hombre blanco, calvo. “Si fuese blanco y de ojos claros, su aceptación sería unánime”, sostiene. Pero la comunidad del fútbol, dentro y fuera de Brasil, continúa en vilo aguardando noticias sobre la salud del astro.
Tras los homenajes que recibió en Catar-2022, la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) sugirió a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) sustituir tres de las cinco estrellas del escudo por corazones, en honor a los tres títulos mundiales de Pelé y a su ciudad natal. Para Rosa Cosvoski, turista de 48 años, Pelé “traía en el corazón amor por la patria, por el fútbol y por Brasil”. “Su legado para las generaciones futuras es muy importante”, agrega.
Fuente: AFP.