Alba Delvalle
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Carlota Quevedo, hija del ganadero Juan Quevedo, se lució representando al Paraguay en la competencia internacional de caballos criollos Freno de Oro de propietarios, que se realizó el mes anterior en la ciudad Esteio, estado de Río Grande del Sur, en Brasil, que se desarrolló del 21 al 24 de setiembre.
Además de ser la primera representación paraguaya en dicha competencia equina, que es la de mayor exigencia, relevancia y popularidad de la raza criolla, se destaca que se trata de una joven de tan solo 13 años, quien desde temprana edad ya acompañaba a su padre en las tareas de campo, forjando así su pasión por los caballos.
Para saber cómo se dio su participación en este mundial de caballos, el diario La Nación/Nación conversó con su padre, propietario de Estancia Loma, Cabaña La Cautiva Saite de General Artigas, Itapúa, quien relató que su niña participó nada más y nada menos que en el Freno de Oro en la modalidad Extranjeros, que fue una categoría ideada para que pueda participar como invitada junto con un italiano y una francesa.
Explicó que fue gracias a la gestión del profesional de la fotografía, el brasileño Fagner Almeida, quien llegó en agosto hasta Paraguay para seguir de cerca la Marcha Criolla realizada en el Chaco, y actuó de nexo con el Dr. Fernando González, vicepresidente de Pruebas de la Asociación Brasileña de Criadores de Caballos Criollos (ABCCC).
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Orgullo de hija
“Realmente me siento muy halagado de que mi hija Carlota haya competido en el Freno de Oro en la modalidad Extranjero, fue una competencia muy agradable y linda, además de inclusiva en el Campo de Exposiciones Assis, en la ciudad Esteio, Río Grande do Sur”, expresó Quevedo.
Es así que es la primera vez que Paraguay tiene un representante en una competencia de Freno de Oro, en la que Carlota, la joven jinete, desplegó sus destrezas con el caballo criollo junto con otros dos extranjeros; un italiano y una francesa, corriendo en las categorías amateur, amateur máster, femenino extranjero e inclusión de oro, con chicos con alguna deficiencia física o mental.
El orgulloso padre remarcó que la participación de Carlota, a su corta edad de 13 años, juega un papel muy importante para la raza y para el Paraguay, pues es la primera vez que un jinete paraguayo compite en alguna categoría del Freno de Oro, reiteró, que es la prueba más importante de selección de los criollos.
La esbelta y joven amazona quedó en tercer lugar, por una mínima diferencia de 0,187 en la puntuación ante el segundo puesto, con el ejemplar RZ Danzarino da Carapuza, un caballo brasileño que le fue concedido para disputar las pruebas.
Pasaporte equino
En ese sentido, padre e hija lamentaron no poder competir con su caballo propio, pues transportar a un animal es muy oneroso e implica muchos trámites, por lo que transmitieron la necesidad de que se cree una especie de pasaporte equino para que los caballos paraguayos puedan competir a nivel Mercosur.
No obstante, subrayan que representar a Paraguay en dicha competencia equina fue algo muy lindo, emocionante, y todo un orgullo, pues nunca antes se había participado de un campeonato del nivel del Freno de Oro, en la que concurren los campeones de la región y los mejores jinetes.
“Un sueño cumplido”
Pero para conocer de cerca la experiencia de la flamante representante, el diario La Nación/Nación Media conversó con ella, y aseguró que ir al Freno de Oro siempre fue un sueño que compartía con su papá, y que cada vez que se realizaba en Esteio seguían de cerca la competencia por la tele. “Mi papá ya se había ido varias veces, pero nunca compitió y eso era lo que nosotros soñábamos, así que es un sueño cumplido para nosotros”, expresó la joven jinete.
En ese sentido, consultamos qué significó para ella, a tan corta edad, representar al país, a lo que respondió: “Si trabajas mucho por algo que deseas sin importar tu edad, podés cumplirlo”, dijo Carlota.
Como no podía llevar su caballo desde aquí, accedieron a uno ya en la competencia en Brasil, y afirmó que para bien, le tocó uno increíble con una sangre increíble, resaltó, pues el Freno de Oro comenzaba un jueves, ellos llegaron el lunes previo y ella tuvo el caballo recién el martes a la mañana, por lo que solo tuvo dos días para conocerlo y entrenar con Danzarino da Carapuza.
Esto evidencia una vez más la docilidad y la mansedumbre de la raza criolla, aseveró Carlota, tal y como lo experimentaron también los contrincantes, el italiano y la francesa con quienes compartió muy de cerca, lo cual fue un placer para ella para su primer campeonato, pues también eran nuevos y se entendieron bastante, más allá de que igual fue todo un desafío para ella.
Como aprendizaje, la joven fue consciente de que no todo siempre puede salir bien en una primera vez, y que por lo mismo, se debe apostar a seguir, intentándolo para ganar más experiencia y de ese modo llegar cada vez más a la meta, al tiempo de instar a más jóvenes a trabajar por lo que quieran lograr algún día, precisó.