Por Alejandra Viola, alejandra.viola@nacionmedia.com.
Este jueves pasado inició la tercera y última expedición de la ONG A todo Pulmón en el marco del concurso ambiental más importante a nivel país denominado “Colosos de la Tierra”. Esta es la undécima edición del certamen que destaca los árboles más emblemáticos a nivel país y, en esta ocasión, por primera vez se habilitó la postulación de árboles a nivel internacional.
Este viernes, la comitiva llegó hasta la reserva natural Tati Yupi para conocer a un coloso que si bien no fue postulado este año, se destaca por ser uno de los más emblemáticos del lugar: el “Peroba”, también conocido como yvyra ro’mi o palo rosa, una especie nativa en peligro de extinción en Paraguay. Actualmente hay muy pocas muestras y solamente se encuentran en los remanentes del Bosque Atlántico del Alto Paraná (BAAPA).
Federico Alderete, asesor de turismo y ecología de la eco reserva, comentó a La Nación/Nación Media que las actividades que ofrece el lugar están sujetas al clima considerando que en días lluviosos, los paseos se suspenden debido al suelo resbaladizo que imposibilita los traslados.
“Esta es una reserva natural donde no existe pavimentación, los animales están sueltos y se intenta lo menos posible la injerencia del hombre y eso hace que sea reserva y natural. Es una parte del Bosque Atlántico del Alto Paraná, por eso lo llamamos BAAPA, constituye el área protegida más cercana a la Central Hidroeléctrica”, refirió Alderete.
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Un cementerio de troncos
En medio del bosque se puede apreciar un enorme lago y troncos que se encuentran sumergidos en el agua. El lugar se denomina “cementerio de troncos” y, según la historia, eran bosques que iban hasta el margen del río Paraná, luego de la instalación de la represa se inundaron de manera controlada unas 400 hectáreas.
“Se rescataron fauna y flora del lugar, se controló la inundación y se volvieron a depositar los animales y las plantas rescatadas para mantener la diversidad, este lugar se abrió al público en el 1984, los animales más asiduos son los monos y quaties que incluso se acercan a veces hasta los visitantes por curiosos”, destacó el guía.
Los visitantes también podrán encontrar mamíferos de todo tipo como el puma y el ocelote, la versión más pequeña del jaguar. “Los animales están sueltos en su hábitat, somos nosotros los que invadimos su espacio pero ellos no atacan, de hecho el puma tiende a alejarse cuando siente la presencia de humanos porque están bien alimentados y no tienen la necesidad de salir a cazar”, aseguró.
En toda la reserva están desplegados unos 100 guardaparques que garantizan la seguridad del lugar y permiten que el ecosistema siga siempre su cadena normal y natural. Los visitantes pueden conocer el lugar abierto de lunes a lunes aunque aclaran que las visitas deben ser solicitadas con anticipación, presentar documento de identidad o lista de personas en caso que vaya un grupo de personas.