En esta edición te traemos la historia de una pareja de jóvenes que no se cansa de seguir sus sueños y salir adelante. Gustavo Loreiro y Beatriz Velázquez, ambos de 25 años, están en el mundo de la pastelería hace poco más de 3 años, pero con el emprendimiento “B&G producciones” hace un año y medio.
“Iniciamos con mi novia, ella es la que estaba trabajando ya en pastelería y eso nos impulsó a ser nuestros propios jefes. Yo trabajaba antes como vendedor de calzados en un shopping y, con altas horas, no tenía tiempo para otras cosas. Buscaba algo donde poder tener más tiempo y como mi novia tenía mucho conocimiento en repostería, empezamos a estudiar para poder ser profesionales”, contó Gustavo a La Nación.
Comentó que a través de ella empezó a aprender y le empezó a gustar, además se fue a estudiar con su abuela que está en Santaní y que también es repostera. “Fue en plena pandemia que nos animamos a emprender. Yo venía venir mi despido porque se empezó a hacer reajuste de personal y no iban bien las cosas. Entonces busqué otra salida”, agregó.
El que no arriesga no gana
Gustavo, acostumbrado a las ventas, sabía que el que no arriesga no gana. Explicó que arrancaron preparando almuerzos, minutas, se rebuscaban y un día le dijo a su novia que tenían que hacer algo que todo el mundo quiera comer y se pueda vender. “Entonces empezamos a hacer las tortas postres, como le llamamos. Un domingo preparamos 3 porque es el día que normalmente se pide postre. Con un poco de miedo para no perder tampoco porque andábamos con lo justo y al final faltó todo. Muchísima gente nos pidió y así inició todo”, recordó contento.
Empezó a especializarse en lo que es postres como pavé de dulce de leche, de chocolate, postres en vasos, y su novia en lo que a productos secos se refiere, como marmolada, tortas, pastafrola, medialunas.
Buen equipo
De acuerdo a nuestro entrevistado, él y su novia forman un buen equipo porque él es buen vendedor y ella buena produciendo. Señaló que al inicio vendían desde la casa, donde tenían una pequeña producción. “No solo vendíamos por redes sociales, sino que también salíamos en moto a recorrer con nuestros familiares, conocidos y clientes nuevos también”, contó.
“Así fue que empezamos a tener éxito y a animarnos cada vez más. Muchas cosas pasamos por el camino, se me robó mi moto, mi casa, pero nunca fue motivo para que decaigamos y no insistir con nuestros sueños de ser nuestros propios jefes, emprendedores. Hoy gracias a Dios ya podemos dar fuente de trabajo a 2 personas por lo menos: el delivery y la señora que nos ayuda”, destacó.
La pareja cuenta con su pequeño local y todo es producto del esfuerzo de ambos. “Sobre todo la perseverancia que fue demasiado clave en nuestro camino. Mucha gente en la pandemia empezó a vender comida y rebuscarse por la falta de ingresos, pero 90% de la gente que vi ya no hace eso, algunos hacen a veces y a otros no. En cambio nosotros seguimos y avanzamos, aguantamos las veces que no se vendía nada”, expresó.
Reinventarse: ferias domingueras
Gustavo mencionó que todos los domingos, desde hace un mes y medio, hacen una feria frente al local y elaboran productos en cantidad, tratando de llegar también a varios puntos a través del delivery. “Como un tiempo no hubo ventas, me ingenié otra vez y dije que si no vendemos en la semana, fin de semana tenemos que vender para recuperar. Por eso decidimos hacer la feria y la gente se acerca porque es más económico, hay más variedad y porque la gente quiere algo nuevo, entonces tenemos muchas opciones de distintos precios”, apuntó.
Además de las opciones que preparan como los bizcochuelos de diferentes sabores, naranja, vainilla, marmolada, relleno de dulce de leche, de chocolate; el joven remarcó que tienen también la parte integral, budines de avena, que es uno de los productos que más se venden porque la gente quiere comer algo rico, dulce pero no quiere engordar, por eso cuentan con esa opción.
“En cuanto a los postres tenemos pavé de dulce de leche, de chocolate, arroz con leche, tortas en pote, durazno con chantilly. Hacemos también lo que es para cumpleaños, tortas con temáticas, tortas para bodas, 15 años. Además de la repostería también hacemos cosas saladas como tartas, sándwich de milanesa, empanadas caseras. Fines de semana hacemos también almuerzo y variamos el menú cada semana”, enfatizó.
Al ser consultado por el horario, expuso que atienden de lunes a lunes. Los lunes están de 15:00 a 20:00 y de martes a sábado se abre de 11:00 a 21:00, en tanto que domingos de 11:00 a 19:00. “Nunca decimos no. Por más de que ya se haya cerrado el local, enviamos por delivery, salvo que no tengamos el producto, porque vivimos en el departamento que está arriba del salón”, añadió.
Con relación a los precios, dijo que tienen a partir de 10.000 guaraníes, tanto los productos secos, integrales y también los postres. Mientras que las tortas enteras, desde 45.000 guaraníes.
Ubicación y delivery
Comentó que están en Lambaré, en el barrio San Isidro, sobre la calle Panambí Verá 2964 casi Julio Correa, en la esquina. Con respecto a la zona de cobertura para el envío de productos, indicó que sería Lambaré, Villa Elisa, San Antonio, Fernando de la Mora, zona norte y sur, el barrio San Pablo, Puerto Pabla, Barrio Obrero, Sajonia y zona centro. Resaltó que con el costo del delivery trata de ser lo más razonable posible porque muchas veces sale más caro que el pedido mismo y tiene desde 5.000 guaraníes dependiendo de la zona.
Aclaró que lo que buscan no es solamente vender, sino que la gente se sienta satisfecha con el producto y el servicio, de manera que quieran volver a consumir. Por último, adelantó que se están preparando para una feria muy grande para Navidad con promociones y con productos relacionados a la fecha, como galletitas personalizadas.