En las escuelas, los niños están volviendo a implementar los juegos tradicionales, aquellos que antes se jugaban, como “el congelado de un, dos, tres y miro”; las balitas; los saltos sobre figuras; estirar la cuerda, entre otros, esto, inspirados en la recientemente estrenada serie coreana “El juego del calamar”, la más vista en la plataforma de streaming Netflix.
La situación genera la preocupación de los padres y de las comunidades educativas, atendiendo a que si bien se tratan de juegos inocentes, éstos cobran otra trascendencia al recrear los niños lo que ocurre en la famosa serie, donde los jugadores no solamente quedan eliminados, sino que mueren en diversas situaciones y según cada juego.
Al respecto, La Nación consultó a Sonia Escauriza, directora de Niñez del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), si debería preocupar o llamar la atención de los padres que sus hijos estén jugando estos viejos juegos, que reaparecieron por la influencia de la violenta y sangrienta serie coreana. Antes de responder, Escauriza hizo hincapié en la responsabilidad de los padres sobre lo que ven o consumen sus hijos en la televisión y demás dispositivos electrónicos.
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“Si los niños hablan de esto es por que los adultos ven la película y están los memes que hacen que los niños tengan curiosidad. Primeramente, quiero destacar la responsabilidad de los padres, en la revisión de lo que están viendo sus hijos, ya sea en sus celulares, tablets, computadoras o inclusive en la televisión. Jamás se puede perder de vista esta obligación de los padres. En todas las edades”, indicó Escauriza.
Señaló que hasta el Ministerio de Educación todavía no han llegado denuncias respecto a estos juegos o hechos de violencia en entornos escolares bajo la influencia de esta serie, pero que hay que estar alertas, porque si bien el audiovisual ha vuelto a rememorar los juegos que nos entretenían de niños, no hay que perder de vista lo sangriento de su contenido.
“Con la versión de que hay que superar los desafíos, estas acciones que presentan el juego pueden producir daños, ya sea físicamente o psicológicamente. Los padres y los docentes deben estar atentos a los juegos que realizan y dependiendo del lugar, uno u otro tienen responsabilidades”, aseguró la funcionaria del MEC.
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Mensaje no es sano
Según Escauriza, otro punto que debe llamar la atención de los adultos respecto a esta serie y por lo que deben estar en alerta, es que casi todos los jugadores tienen un antecedentes oscuro y su único fin es ganar dinero a costa de todo. Este mensaje no es sano para los niños, niñas y adolescentes, por lo que instó a los padres a hablar sobre los valores.
“Hay que respetar el juego limpio y con reglas claras. No creo que sea necesario llevar a un psicólogo a los niños por esta situación, pero sí recomiendo estar atento a todas las actividades de nuestros hijos. No siempre el desarrollo físico está acorde a la maduración y es ahí donde la presencia de un adulto referente y responsable para guiar y reencauzar la conducta es muy necesario”, insistió.
“El juego del calamar” trata de un grupo de personas que, agobiadas por las deudas y los problemas de su día a día, acceden a participar en un macabro juego que consta de seis pruebas peligrosas inspiradas en juegos infantiles, en las que la persona que sobreviva se hará rica, mientras que los demás morirán.
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