Nuestra mujer destacada de esta semana es hija de una artista plástica y de un inmigrante italiano que vino a trabajar al Paraguay. Es bióloga y la primera doctora en Ciencias de la Computación recibida en Paraguay. Investigó sobre la teoría de juegos evolutivos y cómo incentivar la cooperación en bienes públicos.
Se trata de Rocío Botta Solano López, quien asegura que a pesar de las idas y vueltas de la vida se pueden lograr las cosas que uno se propone. “Soy bióloga y analista de sistemas. En realidad me considero bióloga porque es la carrera que elegí primero y en la que trabajé también. Hice pasantía en el museo de historia natural fundación Moisés Bertoni, trabajé en el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) cuando no era Mades. Antes de eso, Seam y anterior a eso, una parte era Ministerio de Agricultura, se estaba creando la Seam”, empezó comentando a La Nación.
Interés por la Biología
En cuanto al inicio de su interés por la Biología, dijo que desde chica le gustaron los animales. “Pensaba que no podía hacer Veterinaria porque era más sensible. Después terminé trabajando con animales y plantas. Me gusta mucho la naturaleza, mi lugar preferido es el patio desde chica, vivía trepada a los árboles”, expresó entre risas.
Terminó el colegio y como no estaba muy decidida de qué iba a hacer, apostó por dos carreras. “Me inscribí para Biología en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (Facen) de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y al mismo tiempo en Informática en la Universidad Columbia del Paraguay. Hice las dos carreras al mismo tiempo hasta el segundo curso, pero se me empezó a complicar por el tiempo. Una carrera era en San Lorenzo y la otra en barrio Las Mercedes, entonces me decidí por Biología y abandoné un tiempo la otra”, agregó.
Hizo las pasantías, trabajó y cuando estaba en lo que ahora es el Mades, decidió volver a Análisis de Sistemas porque le pareció que iba a ser interesante para trabajar con el área de sistema de información geográfica por ejemplo. “Cuando estaba por terminar la carrera me quedé sin trabajo y se complicó un poco. Terminé igual y otra vez pasaron algunos años cuando surgió la posibilidad de hacer la maestría y el doctorado”, señaló.
Rocío contó que volvió a estudiar después de muchos años y remarcó que se puede. “Fui y vine muchas veces y se puede. Podés volver a estudiar. La maestría y el doctorado para mí fueron un gran desafío porque tuve que aprender cosas que literalmente nunca di, cosas de matemáticas, economía y volviendo a estudiar después de unos 15 años. Hay gente que se limita y dice que ya es vieja, ya pasó, pero se puede”, destacó como mensaje.
Lo que representa ser la primera mujer
Teniendo el título de doctora en Ciencias de la Computación por la Facultad Politécnica de la UNA, nuestra entrevistada sostuvo que el hecho de ser la primera mujer en obtener el título le pone muy feliz y ciertamente representa un orgullo, pero afirma que es algo circunstancial el ser la primera mujer.
A inicios de octubre se llevó a cabo la defensa pública de su tesis presentada en la modalidad virtual, bajo el título de “Mejorando la cooperación en el juego de bienes públicos a través del castigo fraccionado de los infractores”. La misma fue elaborada con la orientación de los profesores: Dr. Gerardo Blanco y Dr. Christian E. Schaerer.
En cuanto a la mesa evaluadora, estuvo conformada por los profesores: Dr. Alejandro Neme, Universidad de San Luis, Argentina; Dr. Juan Pablo Pinasco, Universidad de Buenos Aires, Argentina; Dr. Mauricio Poletti, Universidade Federal do Ceara, Brasil; Dra. Antonieta Rojas de Arias, CEDIC, Paraguay; Dra. Magna María Monteiro, FP-UNA; Dr. Victorio Oxilia, Dr. Inocencio Ortiz, FP-UNA.
Dicho posgrado se desarrolló en el marco del proyecto 14-POS-007 “Doctorado en Ciencias de la Computación” cofinanciado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) con recursos del Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación (FEEI).
Actualmente está trabajando en la UNA. “A partir de comenzar el doctorado estoy trabajando en la dirección de posgrado de la Facultad Politécnica. Formo parte del laboratorio de computación científica y matemática aplicada. Justamente mi tesis es computación científica porque es aplicar un problema de ciencia, modelar y utilizar simulaciones para entender mejor y tratar de solucionar el problema. El tema es algo superinterdisciplinario y yo soy interdisciplinaria realmente. Yo creo que esa es mi forma de ser”, enfatizó.
Familia y actividades que le gustan
Con respecto a su familia, indicó que no está casada y no tiene hijos. Tiene una hermana y un sobrino, es hija de una artista plástica que se dedicó a la docencia y de un inmigrante italiano que vino a trabajar a Paraguay.
“Mis primeros recuerdos son de estar jugando en una fábrica textil y asistir a exposiciones de arte en el Centro de Estudios Brasileros. Creo que eso me marcó, estar en ambientes tan diferentes hizo que tenga una mente más abierta y tener una visión del mundo que a veces es poco convencional porque al fin y al cabo elegí dos carreras totalmente diferentes y otra vez en el posgrado hice algo que es interdisciplinario y que combina muchas cosas. Toda mi vida estuve en diferentes áreas, eso me ayudó a ver las cosas de un modo diferente”, resaltó.
En relación a lo que le gusta y las actividades que realiza cuando tiene tiempo, mencionó que le gusta mucho leer. “Leo todas las áreas, pero más ciencia ficción. Me gustan los ciclos de cine, más que el tradicional, el cine independiente, me parece que es una ventana al mundo. Es como viajar, pero estando en tu sala o en el cine. Me gusta mucho estar al aire libre, las plantas, con esta pandemia me metí bastante en el jardín y me di cuenta que esa parte venía de mi abuelo, coincidentemente encontré unas cartas de mis abuelos que no sabía que existían y descubrí que el interés por el jardín viene de mi abuelo”, puntualizó.