Tiene 89 años, pero su espíritu y fortaleza son únicos. Amor y compasión hacia lo que hace es lo que transmite al hablar. Se trata de la religiosa Regina Sian, quien se destaca por su trabajo voluntario de prevención del alcoholismo y adicción a las drogas, así como por su ardua labor en pos de los adolescentes y jóvenes víctimas de las adicciones.
Nació en el campo, en Formosa, Argentina. “Papá era estanciero, yo fui campesina por eso me gusta el olor a bosta, tomar leche al pie de la vaca, todo eso está todavía en mi nariz, me encanta el campo, lo llevo en la sangre”, contó a La Nación.
De joven ingresó a la Congregación de las Pequeñas Hermanas Misioneras de la Caridad de Don Orione. Se dedica a luchar contra el alcoholismo y las adicciones desde 1968, cuando tuvo conocimiento de lo que representan estos males.
Vivió 12 años en España y cuando volvió a Paraguay empezó con su lucha abriendo los grupos de alcohólicos anónimos en todo el país, ayudando y fortaleciendo a los ya existentes.
“A través del Ministerio de Salud se comienza a divulgar que el alcoholismo es una enfermedad y no un vicio. Esto es importante de entender porque hasta hoy le cuesta a la gente diferenciar. Estamos ante una enfermedad progresiva, lenta y fatal. La gente que está en los penales, muchos están por violencia doméstica y otros por accidente en estado de ebriedad. Sabemos que al volante, cero alcohol”, refirió.
La hermana Regina mencionó que muchas veces la familia no entiende y cree que es natural tomar una copa de más. “El que toma una copa de más es porque ya tiene un problema de adicción. La familia tapa, es grave la situación”, sostuvo.
Dijo además que: “El alcohol es la ventana a cualquier sustancia ilegal y si hay sustancia ilegal, se cometen muchos delitos. Todo es una cadena y la gente todavía no entiende. No hay medicamento, solamente aprender que es un sistema de vida que se dice: solo por hoy no al primer trago”.
Explicó que con el dengue, el COVID-19 y otras enfermedades la gente toma cuidado, realiza campañas y entiende el peligro que representa pero con el alcoholismo no y es fundamental que la familia entienda sobre las consecuencias que podría ocasionar.
Abrir centros de rehabilitación
Nuestra Mujer Destacada de esta semana sostuvo que el Gobierno tiene que ordenar que en todos los hospitales haya camas para los adictos y alcohólicos. “Tenemos que tener camas gratis como para cualquier enfermedad”, enfatizó.
“La Constitución dice que tenemos que tener centros de rehabilitación y no tenemos. ¿Qué hacemos con los adictos? Los mandamos presos. Lo que pasa en los penales es que se venden más fácil las drogas que estando afuera. El Centro de Adicciones tenía 15 camas, ahora creo que son 35 pero para todo el país. No puede ser, se tienen que abrir camas para ellos en todos los hospitales”, resaltó.
Aseguró que de seguir así “nos vamos a quedar sin juventud”, destacó que la problemática es a nivel mundial, no solo en Paraguay. “Europa ni Estados Unidos saben qué hacer con los drogadictos y alcohólicos”, agregó.
Grupos de ayuda
La hermana Regina es fundadora de Alcohólicos Anónimos en Paraguay y también Narcóticos Anónimos, Jugadores Anónimos, Neuróticos Anónimos. Es promotora de la formación de Alcohólicos Anónimos en Argentina, Bolivia, Perú, Chile, Uruguay y Paraguay.
En ese sentido, la entrevistada habló además de los jugadores compulsivos. “Tenemos en la parroquia San Rafael, donde atiende el encargado, Ramón (021) 506-157. Hay 2 grupos, el otro es para la familia que tiene que saber, comprender que esa enfermedad se instaló en la casa, que hay un miembro de la familia enfermo”, remarcó.
Los grupos son gratis. En la parroquia San Baltazar de Lambaré tienen las reuniones, así como también en Recoleta y en Niño Jesús de Praga.
“Las familias creen que se droga porque es caprichoso, porque le da la gana, por degenerado, no es así, es un enfermo como cualquier otro”, finalizó.