Todas las mujeres del mundo tienen una fortaleza admirable, pero la mujer paraguaya tiene algo que las hace más resistentes y sin miedo a enfrentarse y posicionarse en el campo laboral. A diario son más las mujeres que se abren camino y se destacan en todos los ámbitos tanto en la medicina, en la docencia, en la Justicia, etc., siempre buscando ayudar a los demás.
Este también es el ideal de la licenciada Sara Núñez, que desde hace 32 años viene militando en la comunicación institucional, donde encontró su verdadera pasión. Siendo una adolescente, Sara y su familia dejaron su querida ciudad de Itacurubí del Rosario, en el departamento de San Pedro.
“Éramos una familia de campo, mi mamá ama de casa y mi papá funcionario municipal. Fui de escasos recursos, pero con muchos valores somos tres hermanas y yo soy la mayor de todas”, comenzó contando en contacto con La Nación.
Resaltó que estudió en su ciudad natal hasta el tercer curso (ahora séptimo grado) en la escuela Jhon F. Kennedy y la secundaria en el Colegio Nacional Francisco Solano López, pero sucedió algo que no estaba en los planes, su padre sufrió un accidente cerebro vascular (ACV).
“Él quedó cuadripléjico, juntos tuvimos que migrar a la ciudad y mi madre de ser ama de casa tuvo que mantener una familia, y quedó a cargo de un marido enfermo e hijas. Recuerdo que tenía 15 años, mi hermana 13 y la menor 7 años. Ella tuvo que salir a hacer de todo, desde limpiar casas, cuidar ancianos y fue muy difícil. Posteriormente mi madre abrió un puesto en el Mercado 4 y lo sigue haciendo hasta ahora”, dijo.
Sara no podía dejar que su madre haga todo sola, entonces también empezó a ayudar trabajando medio tiempo y haciendo lo que podía para salir adelante juntas, además peleó para que a sus hermanas nos les falte nada.
“Estudié de noche y pocos años después comencé la militancia en organizaciones sociales. Una de ellas era una ONG que me permitió recorrer mucho el país, se llamaba Mujeres por la Democracia, que nació en época de la dictadura para luchar por el sistema de gobierno independiente”, manifestó.
Ya con la caída de la dictadura esta organización luchó por el empoderamiento de las mujeres en espacios políticos y decisión dentro del país. “Me dejó ver realmente la diversidad y necesidad de las mujeres, sobre todo las inequidades en el acceso en los diferentes espacios y falta de políticas de Estado respecto a la salud, educación”, mencionó.
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Desde los 18 años en el periodismo
Nuestra mujer destacada de la semana, con tres títulos universitarios, ingresó a la Universidad Nacional de Asunción (UNA) y egresó como licenciada en Ciencias de la Comunicación, pero inclusive antes de ingresar ella ya trabajaba en los medios de comunicación.
“Mi primer trabajo fue en una revista de deportes y automotor que actualmente ya no está en circulación, pero fue una de las primeras revistas en esa área. Hice mis primeras armas del periodismo y luego con ayuda de mi mamá pude terminar la carrera. También trabajando en firma independiente en asesoramiento, proyectos políticos y grupos gremiales”, apuntó.
Rompió el molde en Aseo Urbano
Sara incursionó en la función pública, donde trabajó en el área de Servicio Urbano de la Municipalidad de Asunción, se trataba del área más grande, constituido especialmente por hombres.
“El 99% estaba constituido por hombres en las cuadrillas de limpieza y recolección de basura, fui el contingente del primer grupo de mujeres. Fue un grupo muy pequeño y rompimos el molde, debemos tener conciencia de clase y género, pero se puede romper los preconceptos”, dijo.
Aseguró que hasta ese momento las mujeres solo se dedicaban a la parte administrativa y limpieza dentro de las oficinas, por lo que presentaron un proyecto para que las mujeres puedan ser incluidas en las cuadrillas de limpieza en calle y que fue implementada por el entonces intendente Enrique Riera.
“Fue en ese entonces que me pidieron realizar comunicacional de Aseo Urbano e incursioné en la comunicación institucional, desde ahí no paré”, señaló.
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Fundó el área de comunicación en Clínicas
Desde hace 10 años y hasta la fecha Sara Núñez se dedica a la comunicación en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) Hospital de Clínicas, donde día a día ayuda a un sinnúmero de personas y muestra la labor de los profesionales de salud.
“Renuncié a la Municipalidad de Asunción y fundé la oficina de comunicación en el Hospital de Clínicas, llevo ahí 10 años. En un principio fuimos tres personas y actualmente somos 10, tengo un equipo grandioso de profesionales muy capaces. Lo más importante siempre es el rol social, ver de cerca las necesidades de las personas que nos llevan más allá de la comunicación”, apuntó.
Resaltó que la pandemia hizo ver las dos caras de la situación, la de informar sobre la salud y sobre la realidad de los pacientes que necesitan. “El esfuerzo sobre humano del personal de blanco y el dolor de aquellas personas que no tenían nada para poder alargar la vida de sus pacientes”, manifestó entre lágrimas.
“Salí sola adelante con un hijo”
Sara comentó que es madre soltera y logró sacar adelante a su hijo Freddy (20) sola, siempre con el apoyo de su familia.
“Mi hijo es asistente, todo un profesional, asistente de enfermería. Mi madre tiene 70 años y es una de las mercaderas más antiguas del Mercado 4, ella nos crío sola. Es una mujer que no supo de barreras, le debo mucho”, expresó.
Por último, nuestra entrevistada dijo: “Paraguay tiene un ambiente laboral extremadamente machista, especialmente en la época cuando yo empecé. Ahora tal vez se abrieron más, pero el ambiente médico es bastante machista aún, pero se pueden dejar una huella y el trabajo abre todos los caminos. Trabajar por las que no pueden, lastimosamente no hay mucha solidaridad entre las mujeres, pero se puede romper los preconceptos”.
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