Con 87 años, Lilia Piatti de Vázquez es una incansable del aprendizaje, se sigue formando y capacitando. En unos días inicia una maestría online en metodología de la investigación científica.
En el Día del Maestro, La Nación contactó con una gran docente que pasó por todos los niveles, ya que comenzó enseñando en primaria, pasó a secundaria, después en el nivel superior para capacitar a docentes y personal técnico de evaluadores. Después incursionó en el nivel universitario y ahora va a ser posuniversitaria.
Lilia tiene 5 hijos, 3 de ellos varones y 2 mujeres, y es orgullosa abuela de 16 nietos y feliz bisabuela de 12 bisnietos. Comenzó su labor docente el 1 de abril de 1959 en una escuela nocturna, Escuela Sarmiento, con tercer grado, donde estuvo un año. Después supo que había una vacancia en la Escuela Mcal. López, también nocturna y que quedaba a 3 cuadras de su casa, se presentó y quedó.
“También tuve ahí tercer grado en la nocturna. Tal es así que nos llamaban ‘maestra mbopi’ porque la gente decía que solamente los pobres enseñaban a la noche, pero yo comencé a la noche, fue lo primero que se me nombró. Era muy difícil conseguir en esa época nombramiento”, recordó.
Estuvo 8 años en la Escuela Mcal. López con el tercer grado y después consiguió a la mañana en la Escuela Dr. Francia donde fue nombrada como vicedirectora. Allí estuvo 11 años. Estando ahí se creó un curso de evaluación del aprendizaje en el Instituto Superior de Educación (ISE) y Lilia le dijo a su directora que quería ir a ver, le tomaron test psicológico y de conocimiento.
En total, 10 personas se presentaron, de las cuales aprobaron 6. Luego se hizo un segundo llamado para que las demás puedan acceder, ya que el curso necesitaba un mínimo de 10 personas para abrirse.
“Se requerían evaluadores educacionales, no habían y ya se venía la reforma educativa, que comenzó en 1972. Así fue que ingresé a esta especialidad, donde encontré mi mayor satisfacción. Fuimos la primera promoción de evaluadores, el curso duró 2 años y 8 personas lo terminamos. El 17 de diciembre de 1973 recibimos el título, por eso el 17 de diciembre se instituyó como el día del evaluador”, comentó.
Primera promoción de evaluadores
Estuvo en el ISE como evaluadora por 17 años, donde ingresó por méritos y tras decidir pasar más tiempo en familia, salió para ir con un rubro de docente. Fue nombrada en el departamento de planeamiento del MEC, donde adquirió mucha experiencia en la parte de escritura. Decidió salir de ahí porque no se sentía a gusto siendo funcionaria, ya que ella era una docente nata.
En 1980 entró como evaluadora en el Colegio Dahlquist y estando ahí se jubiló en 1985, con un hermoso acto, donde le entregaron una medalla de oro. En 1987, fue contratada por el padre Jesús Montero Tirado en el Cristo Rey, como evaluadora, y estuvo allí 11 años. Luego, en 1999 aproximadamente entró al Colegio Magis, donde trabajó durante 11 años también.
Editorial Vazpi y primeros libros
Lilia contó que fundó una pequeña editorial familiar, Vazpi SRL, que viene de Vázquez Piatti. El primer libro sacó estando en el Cristo Rey. “Comencé con un libro que nació de los materiales que yo había preparado para la capacitación de los profesores. Me llevó 2 años sacar el material ‘Evaluación del aprendizaje’ y ahora saqué la 4ta. edición, que se me está agotando y que estoy reelaborando, pero por esta situación no puedo todavía imprimir”, agregó.
Seguidamente, mencionó que además trabajó con una bióloga en un libro de ciencias naturales que fue todo un éxito para la editorial. “Metodología de la enseñanza activa”, tiene 3 ediciones, evaluación diagnóstica, evaluación de proceso, evaluación formativa, técnicas de observación, proyecto de aula y un libro de investigación educativa, son solamente algunos de los textos que hizo para que le sirvan al docente como herramientas de trabajo.
Siempre activa
En cuanto a lo familiar, la docente aseguró sentirse muy feliz y bendecida. “Tengo 5 hijos, 3 varones y 2 niñas. Tengo 16 nietos y 12 bisnietos. Soy una persona bendecida, todos mis hijos nunca fueron empleados del Estado y todos trabajan, tienen su familia bien constituida. Mis nietos me rodean mucho”, confirmó.
Lilia destacó que recientemente empezó a estudiar inglés, lo que siempre quiso, también guaraní a través de cursos virtuales. Ahora se inscribió a una maestría online, en metodología de la investigación científica.
“Comienzo el curso Dios mediante el 6 de mayo. Me inscribí en el Iberoamericano, ahí fui profesora de didáctica superior universitaria. Puedo decir que tuve la suerte de pasar por todos los niveles, comencé en primaria, pasé a secundaria, después en el nivel superior para capacitar a docentes y personal técnico de evaluadores. Después incursioné en el nivel universitario y ahora voy a ser posuniversitaria”, confesó entre risas.