“La pandemia me sirvió para establecer mis proyectos personales”, reveló Alan Medina a La Nación durante una entrevista telefónica. Se trata de un joven paraguayo que desde hace cinco años reside en el estado de California, Estados Unidos.

Alan inició sus estudios de baile a temprana edad y desde entonces nunca más se detuvo, logrando así obtener el título de bailarín profesional. Es originario de la ciudad de Asunción y estando en nuestro país ha participado de diversos concursos de baile, así como también de programas de entretenimiento en la televisión nacional.

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En el 2016, Medina se trasladó hasta el país del norte por un periodo de 2 años con el objetivo de estudiar producción de cine y televisión en el Santa Mónica College. Pero con el transcurrir del tiempo, al culminar el primer año lectivo, Alan se enteró de que el reconocido parque de diversiones Disneyland Park se encontraba en la búsqueda de bailarines para la formación de su staff permanente.

Se trata del primer parque Disney y complejo turístico, situado en la ciudad de Anaheim, cerca de Los Ángeles, en el estado de California, que buscaba profesionales del área, que serían los encargados de ofrecer alegría y muchas diversión a través de sus animadas y coloridas presentaciones que ofrecen los 365 días del año.

El colorido y numeroso staff de Disneyland Resort. Foto: Gentileza.

“Me presenté al casting, y de entre más de 1.000 postulantes solo fueron seleccionados 12 profesionales, que lograron ingresar y de los cuales uno de ellos era yo”, relató muy emocionado Alan, como si estuviera reviviendo ese momento. “Desde ese momento que me quedé en Disney toda mi vida cambió”, resaltó el artista, siendo Alan el único paraguayo dentro de todo el plantel.

“Yo no tenía planeado nada de esto. Nunca me imaginé lo que estoy viviendo ahora, ya que al llegar a los Estados Unidos me recibió una familia y fue donde viví por un tiempo, por lo que estoy muy agradecido. Pero solo para saber que todo requiere de esfuerzo, así como hoy celebro mis objetivos, también tuve que dormir en el garage para no tener que gastar y ahorrar para poder invertir en mi educación”, destacó Medina.

Foto: Gentileza.

Por otra parte, Alan es una de las personas a las que la pandemia del COVID-19 le resultó positivo y no precisamente por el contagio, sino más bien le ha servido como plataforma para poner en marcha los planes personales que los tenía proyectado desde hace un tiempo.

Cuando Disneyland cerró sus puertas, todos se vieron obligados al confinamiento y luego con el regreso paulatino de la cuarentena, Alan llevó a cabo la apertura de su propia escuela de baile llamada A Class Performance.

Una selfie con sus alumnos, antes de empezar las clases. Foto: Gentileza.

Una academia de patinaje artístico, donde pueden estudiar niñas y niños a partir de los 4 y hasta los 14 años. Un espacio exclusivo donde Alan Medina, además de ser el propietario se desempeña como coreógrafo y maestro, que en la actualidad cuenta con 31 alumnos, de los cuales varios de ellos son atletas. Además, cabe destacar que dos de sus patinadoras resultaron ganadoras de la prestigiosa competencia denominada US Figure Skating-Nacionales, donde se alzaron con el segundo y tercer puesto.

En proyecto

En paralelo, Alan se encuentra en la elaboración de un ambicioso proyecto en torno a una serie de entretenimiento televisiva, dirigida especialmente a los más pequeños, por lo que se encuentra trabajando arduamente en dicha producción, junto con otros artistas de talla internacional.

También manifestó: “Lo que yo estoy viviendo es un sueño hecho realidad. Para mí es el equivalente al sueño americano, estoy en las grandes ligas, me siento muy orgulloso. Donde me voy me preguntan de dónde soy y siempre les cuento que soy de Paraguay, me alegra mucho representar a nuestro país. Y por otro lado me entristece que tengamos que salir del país para ser reconocidos, ya que existen muchos artistas de primer nivel”.

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Mensaje

“No hay que cansarse y no hay que dejar de soñar, porque los sueños se pueden hacer realidad con mucho trabajo y perseverancia. Si bien es cierto no todo es color de rosa, pero con trabajo y perseverancia los sueños se pueden hacer realidad. Además de renunciar a muchas cosas para poder alcanzar logros. Siempre hay un sacrificio grande detrás de cada éxito”, finalizó.

Galardonados por uno de los eventos de patinaje, más importantes de los Estados Unidos. Foto: Gentileza.

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