En lo que respecta a la decoración de interiores, el estilo “clásico moderno” es una tendencia que nunca pasa de moda, ya que es la fusión de ambos estilos. Por un lado, se propone un escenario elegante y tradicional, y, por otro lado, un panorama distinguido e innovador.
Lo clásico moderno logrará que un espacio sencillo pase a ser un lugar sobrio y sofisticado; y que tiene como objetivo crear un ambiente cálido y confortable, ideal para disfrutar amenas veladas.
Es importante tener en cuenta que al mezclar los dos estilos de interiores se debe elegir a uno como base y combinar el segundo con objetos. Claro que también se pueden combinar ambos de manera equitativa, solo que llevará más tiempo y trabajo porque exigirá una cuidadosa selección en los detalles como zócalos, puertas, marcos, etc.
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En cuanto a la gama cromática, los tonos principales son el beige, marrón, dorado, marrón chocolate o negro, sin dejar de lado el gris, los azules grisáceos y el lata. Para los adornos se recomiendan líneas simples y modestas, en los que se pueden incluir colores como el coral, vino, turquesa o azul oscuro, así como también otros tonos ahumados, negros o mates.
Las paredes o el techo pueden llevar detalles de yeso, o bien pueden ir decoradas con papel tapiz. Mientras que los cuadros de arte abstracto ubicados estratégicamente lograrán dar al lugar un ambiente moderno y distendido.
Las ventanas son un complemento muy importante, ya que deben ir adornadas por lo general con cortinas de una sola capa y color si en el resto de la habitación domina el estilo clásico. Mientras que las alfombras pueden lucirse en tonos suaves, negro o marrón, o con diseños geométricos en tonos finamente combinados. En este contexto, la iluminación podría ir de la mano de una lámpara de pie y en el techo del espacio principal de la casa una elegante araña.
Las cocinas de las casas que tienen este estilo se caracterizan por estar elaboradas en madera natural o en colores claros. Son funcionales, por lo que su infraestructura cuenta con espacios que permiten guardar hasta los más mínimos utensilios.
En este estilo queda permitido dejar a la vista o mostrar dentro de los muebles toda la colección de vajillería fina disponible en la casa. Y para que la cocina luzca siempre arreglada, las ventanas podrían llevar unas cortinas de colores naturales, sin patrones ni pliegues.
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