A criterio de Nadys Coronel, asesora de imagen y comunicadora audiovisual, las prendas consideradas de segunda mano son aquellas que se compran luego de que hayan sido utilizadas por una o más personas. Si tuvo más de dos dueños ya se las engloba como de segunda mano. “Personalmente esto tiene una connotación negativa, y creo que eso es un error”, destacó al respecto.
Una de las maneras de respetar el medio ambiente y beneficiar tu propio presupuesto es comprar en tiendas de segunda mano, así también disminuís tu ansiedad de adquirir prendas únicas o vintage.
Ojo, segunda mano no es lo mismo que vintage, ya que estas son prendas y accesorios que tienen al menos veinte años de antigüedad. Tienen que estar en buenas condiciones y suelen ser de un precio más elevado que las de segunda mano.
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Para tu vida y el mundo
Segunda oportunidad: al darle una segunda oportunidad alargamos el ciclo de las prendas y permitimos que otras personas hagan uso de ellas. De esta manera, evitamos que prendas que aún están en buen estado terminen en la basura, generando más residuos, reduciendo así el índice de contaminación.
Economía: fomentamos el crecimiento de pequeñas empresas locales y emprendedores, promoviendo la economía. Si le damos una segunda oportunidad a estas prendas, ellas vuelven al mercado generando movimiento económico.
Prendas exclusivas: aparte de apostar a costos más bajos, las prendas de segunda mando marcan tu estilo personal, ya que en ocasiones son prendas únicas, que fueron restauradas o personalizadas. En cambio, si adquiriste alguna prenda de las tiendas de fast fashion y querés salir a estrenar, puede que no sea tan exclusiva cuando encuentres a alguien con tu misma prenda.
Ahorro: los gastos en reparar una prenda de segunda mano son mínimos comparados al costo de elaborar una prenda nueva, que requiere de la utilización de recursos naturales y energía. Por ejemplo, en la fabricación de unos jeans se estima que se gastan alrededor de 3.000 litros de agua en todo el proceso.
Disminuye la huella de carbono y los gases de efecto invernadero: Dependiendo de los materiales utilizados en la prenda se calcula su nivel de utilización de recursos naturales y energía. Si el artículo está hecho con fibras artificiales, como el poliéster, la producción requiere agua y energía, pero también carbón y gasolina, lo que hace que esta ropa sea lo que se conoce como “insostenible”, es decir que a mayor producción es mayor el daño al ecosistema.
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Al comprar ropa de segunda mano estás reutilizando, dándole un nuevo hogar a la prenda y no solo eso, sino que estás ayudando al medio ambiente y al mundo en que vivimos. Tampoco es para crear un fanatismo sobre el tema, sino ir adaptando nuestra vida cotidiana a la nueva realidad. Para más consultas al Instagram de @nadyscoronel.