Los diseñadores buscaron durante la Semana de la Moda de París que concluye el martes presentar colecciones “protectoras” en tiempos de epidemia, pero también aprovecharon para desvestir los cuerpos y proponer una sensualidad aparcada durante el confinamiento.

Dior transformó su emblemática chaqueta bar, ajustada al cuerpo y estructurada, en una prenda más alejada del cuerpo y cómoda, inspirada en un gabán diseñado por Christian Dior en 1957 en una colección centrada en Japón.

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“La idea era confeccionar una chaqueta con la que sentirse como en casa. Trabajamos mucho con los tejidos suaves y rústicos, como el lino y el punto”, explicó a la AFP la directora artística de Dior, Maria Grazia Chiuri.

“La gente hoy en día quiere protegerse, un aspecto que hasta ahora no habíamos tenido en cuenta. Tenemos un estilo de vida más privado y nuestra relación con la ropa será más personal e íntima”, añadió la influyente diseñadora italiana.

Balenciaga se concentró por su parte en las prendas de interior para lucirlas al exterior, como pijamas superpuestos y camisones. Las zapatillas de hotel se elevan además sobre tacones.

Issey Miyake imaginó un estampado de colores violáceos, naranjas y verdes que representa el decorado de un salón, en alusión al periodo de confinamiento que la marca japonesa quiso recordar en clave positiva.

Decreto de Vuitton

Louis Vuitton así lo decretó: la mascarilla es un “complemento de moda” y está llamada a cobrar protagonismo durante el desfile el martes de la firma de lujo, que cerrará esta Semana de la Moda de prêt-à-porter para la próxima primavera-verano.

En el pase de Yohji Yamamoto, que eligió el negro como elemento predominante de su nueva colección, los asistentes llevaron una mascarilla del mismo color para respetar el universo del diseñador japonés.

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El logo de Balmain cubre nariz y boca estampado en una mascarilla de punto, mientras que Kenzo imaginó un pañuelo para llevar por encima de la protección contra el COVID-19.

La firma, que el domingo perdió a su legendario fundador Kenzo Takada, fallecido a los 81 años debido al COVID-19, reinterpreta el uniforme del apicultor con un sombrero y un velo, un “eco a la fragilidad y a la distancia impuesta y necesaria de hoy en día”.

“Armaduras”

Los diseñadores, ya sea en sus presentaciones físicas o digitales, proponen “armaduras” frente a la nueva vulnerabilidad del ser humano. Son ligeras en Hermès, de punto y de cuero, y se deslizan sobre minivestidos ajustados, tono sobre tono.

Balenciaga presenta un vestido en formato “red”, concebido con cadenas metálicas. Yohji Yamamoto introduce hilos de cobre aparentes en un vestido, logrando un efecto de crinolina romántica y punk.

Espaldas al desnudo

Hermès se propone “reinventar la libertad”, con espaldas al desnudo y camisetas “bandeau”. La firma francesa celebra el “reencuentro con la sensualidad”, manteniéndose fiel a su carácter elegante y las líneas depuradas.

Escotes, espaldas descubiertas... Givenchy también se deja llevar por lo sugestivo en el estreno del estadounidense Matthew Williams como director artístico. Kenzo opone a la “protección total” vestidos ajustados y “bodys”, abogando por “la osadía frente al peligro”.

Fuente: AFP.

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