Las transparentes paredes de vidrio permiten ver desde afuera que el baño público está limpio y desocupado… sin embargo, cuando la cerradura está cerrada, las paredes se vuelven automáticamente opacas. Este curioso diseño del famoso arquitecto Shigeru Ban se ubica en el Parque Comunitario Haru-no-Ogawa en el distrito de Shibuya de Tokio, en Japón.
La fundación sin fines de lucro “Nippon” puso en marcha un proyecto de renovar los baños públicos de Tokio, con el objetivo de eliminar el concepto de que estos espacios comunitarios son sucios.
“Los baños son un símbolo de la cultura de la hospitalidad de renombre mundial de Japón. Los baños públicos se rediseñarán en 17 ubicaciones en todo Shibuya con la ayuda de 16 creadores invitados de todo el mundo. Te invitamos a conocer la singularidad de cada una de estas instalaciones”, señala la página web del proyecto “The Tokyo Toilet” (https://tokyotoilet.jp).
La Fundación Nippon, el Gobierno de la Ciudad de Shibuya y la Asociación de Turismo de Shibuya impulsan este singular proyecto y, a través de la web, reportan los diseños de inodoros que ya se encuentran habilitados, así como el estado de mantenimiento, para lo cual se anuncia que contará con inspectores profesionales que se asegurarán periódicamente de su adecuado funcionamiento.
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Una hermosa linterna
De los diseños, los dos baños creados por Shigeru Ban han llamado la atención, situados en el Mini parque Yoyogi Fukamachi y en el Parque comunitario Haru-no-Ogawa.
“Hay dos cosas que nos preocupan cuando ingresamos a un baño público, especialmente aquellos ubicados en un parque. La primera es la limpieza y la segunda es si hay alguien dentro. Con la última tecnología, el vidrio exterior se vuelve opaco cuando se bloquea. Esto permite a los usuarios verificar la limpieza y si alguien está usando el baño desde el exterior. Por la noche, la instalación ilumina el parque como una hermosa linterna”, informa la web sobre este innovador baño transparente.
Su autor, nacido en 1957 en Tokio, estableció Shigeru Ban Architects en 1985. Fundó la ONG Voluntary Architects Network (VAN, ahora una NPO) en 1995. Además de diseñar casas y museos, Ban también participa en actividades de socorro en casos de desastre. Ha recibido numerosos premios, entre ellos el Premio Pritzker (2014), el Commandeur of the Ordre des Arts et des Lettres (2014) y el Premio en Memoria de la Madre Teresa por la Justicia Social (2017).
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Alojamientos de emergencia
Shigeru Ban propone soluciones innovadoras en alojamientos de emergencia desde hace más de 25 años en todo el mundo: desde Japón a Haití, pasando por Ruanda y Turquía.
Por ejemplo, Ban y sus equipos han planeado espacios individuales separados con cortinas suspendidas en largos tubos de papel, un sistema básico pero flexible y recientemente puesto a prueba en un gimnasio de la ciudad de Yokohama (suroeste de Tokio), para albergar a damnificados por la pandemia del nuevo coronavirus.
Según el arquitecto, las autoridades japonesas están tan centradas en la crisis sanitaria que no anticiparon el escenario de una catástrofe natural en periodo de pandemia. "Solo en estos días la gente ha empezado a preguntarse qué habría que hacer en caso de un terremoto", afirma.
Catedral de cartón
Este arquitecto es conocido, entre otros, por su “catedral de cartón” de Christchurch, una estructura semitemporal construida después del terremoto devastador de 2011 en Nueva Zelanda. El pasado marzo, Shigeru Ban debía justamente ir a París, donde tiene su oficina europea, pero decidió no viajar previendo el inminente confinamiento. Desde entonces, no deja de trabajar, siete días por semana en su oficina de Tokio. “No hago otra cosa. No tengo aficiones y tampoco hago nada especial debido a esta situación”, explica, en un reportaje de AFP.
“Creo que es la primera vez en 16 años que me quedo en Japón más de un mes seguido”, afirma, reconociendo que el confinamiento ha sido la ocasión de observar a su alrededor y de dejarse sorprender y “emocionar” por primera vez en mucho tiempo por cosas simples como la llegada de la primavera. Pero salir a trabajar a la calle le hace falta. “Es peligroso intentar resolver todo con la tecnología. Es falso creer que no necesitamos encontrarnos con la gente porque tenemos la posibilidad de la videoconferencia”, considera.
“Hacer un modelo 3D en un ordenador no tiene nada que ver con crear una maqueta de verdad o fabricar un objeto con materiales reales”, dice. “Hay que crear sintiendo la materia y su peso”, agrega. El arquitecto también lamenta la falta de apertura hacia el mundo que muestran muchos estudiantes japoneses, un comportamiento que puede agudizarse con esta pandemia. “Más que nunca hay que mirar al exterior, mezclarse e intercambiar con personas diferentes”, insiste Ban, que se formó en Estados Unidos.