La aromaterapia es un tratamiento holístico en el que los aceites esenciales se mezclan con agua, se calientan y el vapor se inhala con fines medicinales. Los aceites esenciales son los aceites extraídos de materiales naturales, como el eucalipto, la lavanda, la rosa, etcétera. Se pueden mezclar para crear diferentes combinaciones de aromas.

Estos aceites esenciales se consideran beneficiosos. Se supone que los diferentes aceites que usan tienen propiedades curativas y ayudan con diferentes dolencias. Con más de 100 aceites esenciales diferentes disponibles, se dice que la aromaterapia alivia el dolor, mejora la calidad del sueño e incluso ayuda a la digestión.

Un humidificador de aromaterapia permite humidificar una habitación, al mismo tiempo que esparce el aire con aceites esenciales. En este artefacto, los aceites esenciales se difunden en la niebla creada por el humidificador. Esto significa que se obtiene lo mejor de ambos mundos: aumenta la humedad del aire y crea su propio tratamiento de aromaterapia.

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No todos los humidificadores sirven para aromaterapia, de manera que se debe verificar que así lo expresen en sus indicaciones y funcionen con aceites esenciales. Hoy están causando furor porque, además, vienen en distintos modelos, colores y hasta con luces; lo cual permite que se un útil y práctico elemento decorativo del hogar que impregne un toque diferente al ambiente en el que se encuentre.

Algunos de los beneficios que se le atribuyen tiene que ver con: mejorar el sueño, ayudar a personas que padecen piel seca, ojos irritados, sequedad en la garganta o las vías respiratorias, alergias, tos frecuente, dolores de cabeza sinusales o labios agrietados.

Sin embargo, los expertos advierten que para que esto sea correcto se debe limpiar cada tres días, usar el tipo de agua correcta y no sobrepasar la intensidad de la humedad recomendada.

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