Estamos en Invierno, la estación más fría del año, y por lo general son épocas en las que consumimos más de lo que lo haríamos en verano, además de realizar menos actividades físicas. Si a esto le sumamos que estamos en plena pandemia, esto arroja como resultado la menor cantidad de ejercicios físicos realizados.
En los últimos tiempos se le ha dado mucha importancia al estado físico de las personas, no solo por estética, sino que más bien por una cuestión de salud. Esto a raíz de que estudios han demostrado que el sedentarismo y la mala alimentación, al igual que el sobrepeso o la obesidad, producen un sinfín de inconvenientes en la salud.
Considerando estos datos y para poder realizar cambios considerables en nuestros hábitos y que realmente se vean reflejados en nuestra imagen, consultamos con la nutricionista María Inés Aguilar Valenzuela.
La especialista nos proporcionó una lista de productos naturales (frutas, verduras) fundamentales a tener en cuenta para el cuidado de la piel en invierno y que están a nuestra disposición gracias a la madre naturaleza.
Al empezar, María Inés destacó que es importante recordar que cada fruta y verdura en su estación tiene una función para nuestro beneficio. Está perfectamente “diseñado” para la necesidad de nuestro organismo en cada estación del año. En el invierno tendemos a deshidratarnos más, sin darnos cuenta, no se consume la cantidad suficiente de agua y la sequedad de la piel es un signo visible.
Una deliciosa bebida natural recomendada por la especialista en nutrición María Inés Aguilar Valenzuela.
Las frutas y verduras que se cosechan en el invierno son ricas en vitamina C, que es necesaria para fortalecer el sistema de defensa. Así como también tienen alto contenido en carotenos, clorofila, fibras, minerales y vitaminas; poseen mucho líquido para hidratar, nutren tanto los órganos internos como también la piel, que viene a ser nuestro órgano externo.
Para la temporada, la cosecha de estación será siempre la mejor opción, dijo la especialista, ya que es fresca, ideal para aportar lo que necesitamos y se encuentra disponible en el mercado. Los frutos de estación son: limón, mandarina, naranja, pomelo, kiwi, ciruela, melón, durazno, banana y, por supuesto, el producto estrella de la estación, la frutilla.
También realizó una pequeña nómina en la que se clasifican las hortalizas de temporada, que son: acelga, brócoli, espinaca, lechuga, papa, repollo, entre muchos otros.
Señaló que no se debe olvidar que el hábito “tradicional” en el invierno de nuestro país está cargado de alta cantidad de carbohidratos, grasas saturadas, alimentos industrializados muy refinados: las comidas típicas de San Juan. Por tanto, hay que contrarrestar consumiendo mucha agua y alimentos ricos en fibra.
Si se suma la poca cantidad de agua y mucha cantidad de bebidas azucaradas y/o alcohol, nos llevará necesariamente a una deshidratación y mal funcionamiento metabólico.
Para todos aquellos que quieran incorporar más frutas a su consumo diario, un hábito muy práctico es: incorporar 3 frutas y 2 verduras de estación (como mínimo) por día para así asegurarnos la porción diaria que necesitamos, y 2 a 3 litros de agua por día, expresó la especialista en nutrición.
Para finalizar, la profesional dejó un mensaje para todos nuestros lectores: “El beneficio es solo para nosotros, el diseño de Dios en la naturaleza es perfecto, llena de sabiduría. Y debemos aprovecharlo”.
El calentamiento global, la escasez de recursos energéticos y la producción alimentaria insuficiente generan una creciente inestabilidad a escala mundial. En este escenario, la crisis hídrica se perfila como uno de los desafíos más urgentes, con sequías cada vez más severas que amenazan la supervivencia humana y agudizan las tensiones geopolíticas. Mientras África, Asia y Europa padecen una disminución acelerada de sus fuentes de agua, América Latina aún dispone de una considerable abundancia de este recurso esencial.
Hace apenas unos días pasó casi desapercibido el Día Mundial del Agua. Para muchos paraguayos, fue un día sin importancia teniendo en cuenta la generosa cantidad de este recurso en el país. Al mismo tiempo, en redes sociales, un vídeo sobre los países con mayor reserva de agua dulce de América Latina colocaba a Argentina en el lugar 13, con 19.000 m3 por habitante; en los puestos 12 a 10, a Costa Rica, Nicaragua y Ecuador, con entre 22 a 24.000 m3/h; Panamá quedó noveno, con 31.000 m3/h; entre los lugares 8 y 4 quedaron Brasil, Colombia, Bolivia, Chile y Venezuela, con entre 40 y 47.000 m3/h; tercero Uruguay, con 51.000 m3/h; segundo Perú, con 54.600 m3/h, y en primer lugar Paraguay, con 55.600 m3/h.
Max Pasten, investigador del Centro Multidisciplinario de Investiga ciones Tecnológicas (CEMIT), dependiente de la Dirección General de Investigación Científica y Tecnológica de la UNA, e integrante del Grupo de Investigación en Formación en Ciencias del Cambio Global (GICCG),Facultad Politécnica, UNA, confirma la información y dice que, en particular, Paraguay sobresale al contar con aproximadamente 60.000 m³ de agua por habitante al año (PNUD, 2002), la cifra más alta del mundo, lo que lo convierte en un enclave estratégico en un planeta cada vez más sediento. Tal como lo señala el Primer Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos del Mundo: “De todas las crisis, ya sean de orden social o relativas a los recursos naturales con las que nos enfrentamos los seres humanos, la crisis del agua es la que se encuentra en el corazón mismo de nuestra supervivencia y la de nuestro planeta”, expresa Max.
Max Pasten, investigador del Centro Multidisciplinario de Investigacciones Tecnológicas (CEMIT).
El experto explica que según diversos organismos internacionales y el PNUD, la creciente escasez de agua potable se debe principalmente a) al aumento de la demanda: el crecimiento demográfico y la acelerada urbanización incrementan significativamente la demanda de agua; b) el cambio climático: la alteración de los patrones de precipitación está modificando la frecuencia y severidad de sequías e inundaciones, afectando la variabilidad climática natural; c) la contaminación de los cauces hídricos: vertidos industriales, agrícolas y urbanos deterioran la calidad del agua en las principales fuentes y en cuatro lugar d) la gestión ineficiente: la infraestructura de distribución y saneamiento insuficiente contribuye a una administración deficiente de los recursos hídricos.
La precipitación media anual en Paraguay es de 1.130 mm, que supone unos 460 km3/año en todo el territorio paraguayo, agrega Alejandro. De este aporte, se convierten en Recursos Hídricos Renovables Internos (media a largo plazo) 117 km3/año, por lo que las pérdidas por evapotranspiración y evaporación suponen el 75 % de la precipitación. Los recursos hídricos renovables superficiales totales son 117 km3/año. Los recursos hídricos renovables subterráneos totales son 41,64 km3/año.
“Paraguay pertenece en su totalidad a la gran cuenca del río de la Plata, compartida con Brasil, Argentina, Bolivia y Uruguay. La superficie del Paraguay representa el 13 % de la cuenca del Plata”, refiere, y agrega que este recurso es clave para generar hidroelectricidad, para desarrollar la agroindustria y el transporte fluvial.
Los principales cuerpos de agua dulce en Paraguay incluyen los ríos Paraguay, Paraná y Pilcomayo, junto con sus tributarios, además de acuíferos como el Patiño y el Guaraní, que están distribuidos estratégicamente a lo largo del territorio, aclara María Rosa Servín Nasich, Ing. Agroambiental, Magíster en Manejo de Recursos Naturales y Gestión Ambiental del Territorio y doctora en Gestión Ambiental.
María Rosa Servín Nasich, Ing. Agroambiental, Magíster en Manejo de Recursos Naturales y Gestión Ambiental del Territorio y doctora en Gestión Ambiental.
“El río Paraguay, además de ser el eje principal de transporte fluvial que maneja el 80 % del comercio exterior, es vital para la agricultura. Por su parte, el Acuífero Guaraní abastece al 90 % del sector rural, proporcionando agua para riego y consumo humano”, precisó.
Además, señaló que los ríos Paraná y Paraguay sostienen las represas de Itaipú y Yacyretá, que generan energía hidroeléctrica para el consumo interno y la exportación, siendo pilares de la economía nacional. “Estos recursos hídricos en conjunto sustentan actividades económicas clave como la agroindustria, el transporte, la pesca y la producción de energía, contribuyendo aproximadamente al 25 % del PIB nacional”, dice la experta.
También advierte que Paraguay podría capitalizar sus reservas de agua en un mundo donde el agua es cada vez más valiosa, esto mediante iniciativas como la exportación de energía hidroeléctrica con valor agregado, por ejemplo, produciendo hidrógeno verde a partir de los excedentes generados por Itaipú y Yacyretá. La tecnificación de la agricultura, incluyendo sistemas de riego por goteo, permitiría optimizar el uso del agua en cultivos y ganadería, reduciendo el consumo y mejorando la productividad. El desarrollo de tecnologías innovadoras para la gestión hídrica y la conservación de recursos, tanto para uso interno como para exportación como servicios especializados, también representa una oportunidad estratégica, opina.
Osvaldo Barresi, quien cuenta con un doctorado en Ciencias ambientales e Hidrología y se encuentra en Francia, dio su parecer en cuanto a este valioso recurso y habló de los cuidados que se deben tener en cuenta para protegerlo.
Osvaldo Barresi, quien cuenta con un doctorado en Ciencias ambientales e Hidrología. Foto: Gentileza.
“Primero, tener un plan concreto de gestión del agua en un contexto de cambio climático, es decir, ante eventos climatológicos extremos más frecuentes, como las sequías. Las autoridades deben impulsar la cooperación entre diferentes sectores: agrícolas, industriales y urbanos para poder equilibrar la demanda de agua y evitar potenciales conflictos”, afirma.
Para hacer esto, la primera etapa es comprender el comportamiento del ciclo del agua en la región y cuáles son las tendencias actuales con respecto a su disponibilidad. Para ello, se debe fomentar un monitoreo serio de las condiciones hidro-climatológicas en las cuencas, subcuencas y acuíferos a través de todo el país. Esto permitirá, además, localizar los sitios del país más vulnerables a la falta de agua y actuar en consecuencia.
Finalmente, las autoridades deben promover la educación y conciencia pública con respecto al cambio climático, la disponibilidad y cuidado de la calidad de agua, indica.
La mayoría de los paraguayos no es consciente de la gran riqueza que posee y que en el futuro será aún más valiosa ante la crítica escasez mundial de agua. Por eso hay que prever los riesgos de sobreexplotación o contaminación que podrían ocurrir.
Osvaldo cuenta que existen trabajos de investigación en los que se constata la contaminación y bajante de agua de ciertos sistemas, como el acuífero Patiño, donde se detectó un balance hídrico negativo, la presencia de patógenos y otros contaminantes químicos. Además, el lago Ypacaraí que hoy en día puede ser considerado como un reactor de producción de cianobacterias que degradan la calidad de agua.
“La falta de tratamiento de efluentes en ciertas empresas localizadas en zonas urbanas de gran Asunción son una potencial fuente de contaminación. La gestión de residuos en la ciudad de Asunción, que representa una fuente importante de contaminación de aguas, debe ser reestructurada para asegurar la protección sanitaria de las personas”, finaliza.
Más de 289.000 personas fueron inmunizadas en campaña de vacunación
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Desde el Programa Ampliado de Inmunizaciones (PAI), dependiente del Ministerio de Salud, informaron que desde el 3 abril hasta la fecha más de 289 mil personas fueron inmunizadas con dosis que las protegerá de enfermedades respiratorias en la temporada de invierno. Existe una gran concurrencia de personas, especialmente los fines de semana.
Según Luis Cousirat, director del PAI, las vacunas contra la influenza deben ser aplicadas desde los 6 meses de vida hasta adultos mayores. Así también, se recomienda una dosis para las embarazadas, para proteger tanto a la madre como el bebé. Además, en las personas con enfermedad de base como diabéticos, cardiópatas, hipertensos, obesos y fumadores.
“La campaña de invierno que inició el 3 de abril ya cuenta con más de 289.000 personas que han sido vacunadas contra la gripe. Es bastante buena la concurrencia de las familias, especialmente los fines de semana. El objetivo es llegar a las 1.500.000 personas, porque esa es la cantidad de personas”, indicó el titular del programa ampliado de inmunizaciones, en entrevista con C9N.
Afirmó que actualmente ya se encuentran en circulación la influenza A H1N1, que está contenida dentro de la dosis de la vacuna por lo que todo aquel que la reciba estará protegido. “Se puede coordinar la visita de vacunadores al 138, especialmente para las personas que están en cama o silla de ruedas”, apuntó.
Recordó que la neumo23 es una vacuna que protege contra el neumococo, una bacteria que causa neumonía y bronquitis, que está disponible para personas de 60 años y más. “Las personas que ya recibieron una dosis solo deben presentar sus cédulas en los vacunatorios y les corresponde recibir la siguiente dosis si ya transcurrieron los 5 años. En menores de 60 es con indicación médica”, puntualizó.
Tras atracón de Semana Santa, recomiendan dieta depurativa, beber agua y hacer ejercicios
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Por Karina Ríos (karina.rios@nacionmedia.com)
A nivel país es tradición preparar una gran cantidad de comida para recordar la última cena en Semana Santa; el menú incluye asado de distintos cortes, sopa, chipa y chipa guasu. Es innegable que más de una persona rompió la dieta y disfrutó de cada platillo; sin embargo, profesionales instan a la moderación y a una dieta depurativa luego de los días santos.
La nutricionista Mariela Ayala, en entrevista con La Nación/Nación Media, dijo que durante la Semana Santa en las mesas paraguayas no faltan la chipa, sopa y chipa guasu, productos que siempre son acompañados de cortes vacunos, pollo o porcino cocinados al tatakua o al carbón. La profesional resaltó la importancia de consumir alimentos con moderación especialmente las personas con diabetes, hipertensión u otras enfermedades de base.
Además de beber mucha agua y evitar agregados. En el caso de que se haya violado recomendaciones médicas, luego de los días santos se debe iniciar una dieta de desintoxicación o depurativa, que debe durar al menos dos meses.
“Se debe consumir jugos depurativos que pueden incluir perejil, manzana verde, limón y agua, lo ideal es beberlo durante 21 días, para luego hacer un receso de dos meses”, detalló Ayala. Durante el descanso se deben incluir a la dieta, pomelo pueden ser dos por día, kiwi uno a diario, manzana dos por día, banana hasta dos al día, uvas siete unidades y un cuarto de sandía.
Se puede optar por sopas de verduras, pollo o pescado. Foto: CMG/NM
Mucha agua
Ayala explicó que lo fundamental es la ingesta de agua y que la cantidad la puede calcular cada uno multiplicando el peso por 35 ml. “Se puede incorporar frutos secos como el maní, nueces y avellanas. Además, agregar a las ensaladas crudas semillas de sésamo y el consumo de legumbres como porotos, garbanzos y lentejas”, resaltó.
Manifestó que por un tiempo se debe evitar el consumo de carne roja y que se deben escoger como proteínas huevos, pollo o pescado. “Se puede tomar té de boldo después de las comidas principales. Otra opción sería reemplazar la leche de vaca por leche de almendras consumir café de malta, panificados integrales y frutas, para el desayuno”, puntualizó.
En tanto que, por lo menos tres veces a la semana es muy importante consumir sopa de verduras que puede ir acompañada de ensalada cruda colorida que puede incluir coliflor, brócoli y rabanitos. “Es fundamental limitar el consumo de arroz, lo ideal es consumirlo una vez a la semana. Acompañar todo con ejercicios físicos al aire libre y dormir por lo menos ocho horas días”, finalizó.
Datos claves
Instan a la moderación y a una dieta depurativa luego de los días santos.
Recomiendan evitar el consumo de carne roja y optar por proteínas como huevos, pollo o pescado.
Consumir jugos depurativos que pueden incluir perejil, manzana verde, limón y agua.
Hacer ejercicio es importante para depurar el cuerpo. Foto: Archivo
Chaco: envían 9.600 metros de caños para que familias indígenas tengan acceso a agua potable
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Este martes, camiones del Comando del Ejército partieron rumbo al Chaco paraguayo para llevar caños que servirán para que las familias de comunidades indígenas puedan tener acceso a agua. Este envío se realizó en cumplimiento de la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, a pedido de las familias que estaban pasando por una situación difícil.
Los miembros de la comunidad indígena tenían acceso al agua mediante un tajamar que fue construido por el Servicio Nacional de Saneamiento Ambiental (Senasa), pero debían acarrear el agua de forma manual. Durante la última visita de los miembros de la Corte Interamericana, los líderes solicitaron los caños para que el agua llegara a la comunidad.
“Con esto, se evitará el acarreo manual y contarán con agua en sus domicilios”, expresó el ingeniero Fernando García, titular de Senasa. Afirmó que se enviaron 9.600 metros de caños de PVC a la comunidad indígena Xamok Kasek y que, con la instalación, unas 125 familias de dicha comunidad tendrán acceso al agua.
“Técnicos de la institución ya se encuentran esperando en el sitio, quienes planificaron el trayecto y realizarán la colocación de las cañerías para llegar a las aldeas, junto con trabajadores de la Gobernación de Presidente Hayes. Seguimos trabajando en la implementación de medidas que aseguren el cumplimiento de los derechos de los pueblos indígenas y el acceso a los servicios esenciales”, refirió.
Los camiones pertenecientes al Comando de Ejército se encargaron de transportar las cañerías y partieron desde el Cuartel General del Comando de Ejército, la salida contó con la coordinación del ministro de Defensa, Óscar González; así como de la directora de Derechos Humanos de la vicepresidencia de la República, María Teresa Peralta, y el director general del Senasa.