Antes que el virus se expanda por todo el mundo, los estudios de baile eran lugares de encuentro. Teniendo como guías a coreógrafos y coreógrafas, centenar de hombres y mujeres de distintas edades, formados o no en danza, se reunían en estos espacios para hacer una de las cosas más liberadoras del mundo: bailar.
Esta enorme comunidad de personas nacía frente a un espejo y teniendo como testigo a la música urbana, pero el movimiento no era exclusivo de los metros cuadrados del estudio, ya que se extendía de manera virtual a todas las pantallas de los interesados en aprender un poco más de esta disciplina.
La aglomeración de personas como uno de los principales motivos de contagio irrumpió esos encuentros y separó temporalmente a las personas que formaban parte de ese colectivo en movimiento. Aunque la distancia fue solo física, la conexión por esta pasión siguió y ahora, como casi todo, se desarrolla en un nuevo lugar: el mundo digital.
Rodrigo Rojas, fundador del estudio “Art District”, cuenta que desde diciembre de 2019 venían trabajando en una web para todos sus alumnos del extranjero, pero a raíz de la pandemia aceleraron ese proceso para que los 500 alumnos que asistían a clases presenciales, pudieran seguir bailando desde sus casas. “Queremos que esta plataforma, además de unir a nuestra comunidad de bailarines, tenga un impacto a nivel internacional”, comentó.
Después de dos meses de estar parados completamente por la cuarentena, “Art District” lanzó su plataforma de suscripción para que la gente pueda tomar clases de baile de todos los estilos.
“En principio lanzamos 70 clases para los usuarios, pero cada mes vamos a ir actualizando con 30 clases más. Y no serán solo de danzas urbanas, también tendremos clases de preparación física, de calentamiento, de estiramiento y para principiantes que nunca probaron un solo paso pero tienen muchas ganas de bailar”, explicó Rojas.
Rodrigo menciona que la plataforma sería como el Netflix del baile, en la que el usuario puede tomar una clase donde y cuando guste. “La diferencia con las clases virtuales en vivo es que con estas sí vas a poder retroceder para mirar las veces que quieras un paso. Además, contamos con la opción de cámara lenta para mirar la enseñanza del profesor/a”, destaca.
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La nueva web de “Art District” tiene tres tipos de suscripciones: mensual, semestral y anual. “A eso, de prueba, le agregamos un pago por clase, por si uno no está seguro de la suscripción”, señala el fundador. Desde el 2018, su año de creación, el estudio busca unir gente con ganas de bailar y mostrar el talento paraguayo al mundo entero.
“Generalmente, las academias de baile son más cerradas en el sentido de que no sabés qué programa desarrollan por dentro, pero los estudios de baile vienen con la idea de demostrar el talento paraguayo al mundo a través de las redes sociales, de lo virtual, por eso grabamos las clases. Creo que el aporte de ‘Art District’ al mundo artístico es la innovación y la visualización”, comenta y adelanta que, muy pronto, lanzarán un desafío de baile para que la gente lo haga en sus casas.
El desafío de bailar desde la virtualidad
Abrahan Lirikash lidera otro estudio de danzas urbanas: “Castle of dance”. Para contrarrestar con los efectos generados por la pandemia, puso el acelerador en un proyecto en el que ya venían trabajando: la app propia del estudio. “Gracias a Dios ya la teníamos creada, la veníamos usando internamente entre los directivos de la escuela. Con la cuarentena, decidimos lanzarla a través de la Play Store. La primera semana tuvimos 100 descargas y actualmente tenemos casi 300 usuarios bailando con nosotros”, comentó.
Lirikash asegura que este nuevo formato los hizo reinventarse como equipo en un 100%, donde tuvieron que buscar empresas que les ayuden a brindar métodos de pago online. “En estos momentos estamos trabajando para que nuestra app funcione con la página web de nuestra escuela y así brindar una mejor experiencia a todos los alumnos. Asimismo, esta posibilidad nos permite dar trabajo a muchos artistas que viven de esto, ya que son uno de los grupos más afectados por la crisis”, expresa.
Actualmente, la aplicación ofrece clases que son como videotutoriales para que el usuario los siga cuándo y dónde desee. Sin embargo, sintieron que también debían brindar a los alumnos una experiencia más intuitiva habilitando las clases en vivo. “De esta forma, el alumno puede interactuar con el profesor”, destaca Lirikash.
“Castle of dance”, además de las clases subidas a la app, cuenta con clases en vivo los lunes, miércoles y viernes, a las 19:00. “Unificamos los costos de las clases para el público nacional e internacional a solo G. 20.000”, concluye.