Viviana Orrego

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Las parejas que casi no se veían, encontraron en la cuarentena el momento propicio para compartir más y recuperar el tiempo perdido, sobre todo, en lo que a sexo se refiere. Mientras que aquellas que aún no conviven, encontraron en el sexting o sexo virtual la opción ideal para saciar sus necesidades fisiológicas y afectivas.

Para hablar sobre el sexo durante la pandemia, saber si las relaciones sexuales aumentaron o disminuyeron, o cuáles son los riesgos, La Nación conversó con el sexólogo y psicólogo de parejas, David Samaniego, quien adelantó que la frecuencia sexual en un pareja depende exclusivamente del ciclo vital y del ritmo normal que tenía antes de la cuarentena. No obstante, señala que el estar más tiempo juntos, pudo incrementar la frecuencia del sexo, y subraya que es muy importante compartir en pareja y tener relaciones sexuales al menos una vez a la semana.

“Mucho tiene que ver en cómo se llevaba la pareja antes de la cuarentena, porque mientras más frecuentes son las relaciones sexuales, hay mayor deseo y aumenta la probabilidad de sexo frecuente. En cambio, cuanto más espaciadas son las relaciones sexuales, más disminuye el deseo y por ende el sexo”, enfatizó.

En cuanto a los riesgos de contraer virus o enfermedades durante el sexo, precisó que se suma el nuevo coronavirus a las enfermedades de transmisión sexual (ETS), principalmente en el caso de las personas con parejas sexuales ocasionales, que son las que tienen mayores riesgos.

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El especialista señala que las personas que tienen pareja estable y que no tienen tanta exposición a la población en general, tienen menor riesgo de contraer virus como el COVID-19. Mientras que las personas que tienen parejas casuales son las que tienen alto riesgo de infectarse, tanto del COVID-19 que se propaga con el contacto directo, como de enfermedades de transmisión sexual.

“Para disminuir los riesgos en cuanto al COVID-19 es recomendable mantener relaciones monogámicas, es decir, tener una sola pareja sexual y cumplir todas las medidas sanitarias. Al salir y estar en ambientes con otras personas, evitar el contacto cercano, usar tapabocas y lavarse frecuentemente las manos, cuidados que ya sabemos y que evitarán contagiarnos y luego a nuestras parejas”, precisó.

Para los novios y parejas que no conviven se presentó un problema importante, por lo que muchos recurrieron a los llamados “sexting” o “sexo virtual” como medida paliativa para saciar sus necesidades fisiológicas y afectivas.

“Está muy de moda el sexting, que pudo paliar un poco lo que sería la necesidad fisiológica de tener relaciones sexuales. Cuando hablamos de ‘sexting’ hablamos de envíos de mensajes de texto de contenido erótico-sexual, envío de vídeos y fotos”, definió Samaniego.

En cuanto al sexo virtual en sí, se habla del uso de vídeollamadas en las que las personas se autoerotizan viendo a su pareja, no se sabe a ciencia cierta si esto aumentó o no, pero sí la práctica de sexting, precisó.

Samaniego propone realizar también actividades en pareja que no estén precisamente ligadas al sexo y que ayudan a profundizar el vínculo. Por ejemplo, sugiere compartir las tareas del hogar, la limpieza, la cocina, los quehaceres, los mandados del supermercado, así como juegos o bien ayudar al home-office en caso de que uno de los integrantes de la pareja esté trabajando en esa modalidad.

Otra opción sería desarrollar actividades académicas en pareja, ya que hoy en día mucha gente trabaja y estudia, entonces, sería bueno compartir este espacio. Realizar actividades juntos y mantenerse ocupados evita conflictos propios del prolongado encierro.

“El caso de las parejas que ya tienen más de un hijo y que se les dificulta encontrar un tiempo para el sexo es uno de los más consultados en el consultorio”, cuenta Samaniego y contextualiza citando a la cuarentena, a la suspensión de clases y muchas veces a la falta de niñera como las principales causas.

“No encuentran el espacio y el momento para pasar tiempo juntos, ya que prácticamente están con los niños todo el tiempo. Es muy importante buscar ese espacio en pareja, por lo menos una vez a la semana, para compartir y tener relaciones sexuales”, señala el experto.

Para ello, recomienda lo que llama “recursos personales”, o la ayuda de algún familiar que quede al cuidado de los niños por unas horas. “Poder contar con la ayuda de algún familiar, que se pueda quedar con el hijo para que la pareja pueda tener su tiempo de intimidad, es esencial”, precisó.

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En los últimos tres meses, los casos más consultados son la falta de comunicación asertiva. “Las parejas tienen problemas en cuanto a su comunicación, hay falta de comunicación asertiva. También, consultaron parejas que tienen menos deseos por sus rutinas sexuales, que son muy monótonas y consultan cómo pueden incrementar su deseo sexual y la frecuencia de relaciones sexuales con su pareja”, detalló Samaniego.

Por otro lado, agregó que las parejas que pasaban muy poco tiempo juntas vieron a la cuarentena como muy beneficiosa, ya que les permitió compartir más y recuperar tiempo de calidad perdido, más que nada en cuestiones intimidad, finalizó.