Este relato de superación no tiene que ver con una beca, sino con un préstamo, mucho estudio y arduo trabajo para pagarlo. En esta edición, La Nación te cuenta la historia de María José Arévalos o “Majo”, como le dicen cariñosamente sus familiares. Ella decidió especializarse en derecho penal financiero, prevención de lavado de activos, financiación al terrorismo y crímenes de guerra. Para cumplir el sueño de estudiar en el exterior eligió la ciudad de París, Francia.
Allí siguió la especialización en la prestigiosa universidad francesa, conocida como La Sorbona y fue contratada como analista de seguridad financiera por el banco Société Générale. Recuerda que nada le fue fácil y si bien quiere volver al país y vivir en Asunción, lamenta que el mercado laboral paraguayo no opte por contratar a personal altamente cualificado en prevención de lavado de dinero y delitos financieros.
Vivir y estudiar en París
Majo decidió pedir un préstamo para estudiantes de la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) para hacer su maestría, en la Universidad París 1 Panteón- Sorbona. Nos comenta que decidió especializarse, tras obtener su título de abogada de la UNA, y luego de ingresar por concurso público como analista financiera junior en la Seprelad (Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes), específicamente sobre los sujetos obligados, las financieras, bancos y cooperativas.
Nos contó que tras analizar las cuentas se percató que costaba casi lo mismo pagar una maestría en una universidad privada en Paraguay o bien solventar sus gastos en París, donde la universidad es gratuita para todos. Así que decidió volver a Francia para especializarse y para luego volver y trabajar en Paraguay, incluso sin estar obligada a retornar, ya que Majo obtuvo y pagó su préstamo con un interés del 12%.
Majo tuvo que pasar un duro proceso selectivo para ser admitida en la maestría en La Sorbona. “No fue fácil y lloré” nos relató. Durante sus estudios vivió en la Isla de San Luis o Île Saint-Louis, una de las tres islas que se encuentran al paso del río Sena, en el corazón de París. Nos cuenta que conseguir ese apartamento fue una gracia, ya que el grupo católico en el que participaba le ayudó para tener esa comodidad y vivir en uno de los barrios más exclusivos de París.
“La vida universitaria francesa fue difícil, tuve que perfeccionar mi francés, estuve en una universidad elitista. La metodología del pensamiento francés es una cosa que nunca nos enseñaron en Paraguay. Ellos les enseñan desde chicos a escribir todo lo que uno piensan sobre la base de lo que estudió. Tuve que esforzarme muchísimo. Como final de la carrera tuve que presentar mi “memoire” que básicamente es un ensayo que te permite graduarte” nos contó.
Trabajar para la banca francesa
El programa profesional de la maestría II en Derecho Penal Internacional y de los Negocios (Droit pénal international et des affaires), en el 8vo semestre del masterado los alumnos deben realizar una pasantía laboral y escribir un reporte de su experiencia. Majo nos cuenta que repartió su currículum en varias entidades financieras francesas, hasta que fue el banco Société Générale el que la contrató, uno de los más antiguos de Francia.
Fue contratada como analista de seguridad financiera para la banca corporativa de Societé General, y se encargaba de la sección Conozca a sus clientes, específicamente para grandes empresas con grandes márgenes. “Me encargué de los contactos con las sedes en España e Italia, a mi me contrataron para ser analista plurilingue” nos contó.
Asegura que hoy más que nunca en Paraguay se precisa de personal especializado en delitos económicos y lavado de dinero, porque el país está en plena evaluación ante el Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat). De acuerdo a la especialista, el sector financiero paraguayo debería apostar por la inversión en este sector.
Al referirse a la experiencia de trabajar en un la banca financiera en París, dijo que “te dan todos los beneficios que un trabajador pueda necesitar, allí uno trabaja por objetivos y no precisamente por horario”. Agregó que esto no es solamente por trabajar en un banco, sino por que el Código Laboral francés les protege, comentó.