Vivimos tiempos en los que de vuelta nos encontramos y refugiamos en la cultura y el arte, porque conectan las emociones y nos hacen parte de algo más grande que nosotros mismos. Aquí van algunas razones por las cuales animarse a leer.
Lo decía el escritor Mario Vargas Llosa a comienzos de abril: “Los buenos libros producen felicidad, enseñan a hablar bien, a pensar con audacia y crean ciudadanos críticos”. Una afirmación de todo lo que puede hacer la lectura en nosotros, un fruto que se cosecha con el tiempo y que quizás es por eso que a veces cuesta descubrirlos.
Sin embargo, también hay beneficios más inmediatos, que los vivimos muchas veces sin ser conscientes de ello. Leer un libro puede ser un potente relajante y una herramienta de desconexión para alejarnos de lo que estamos haciendo, oxigenar al cerebro y retomar la actividad con más ahínco y creatividad. De ahí que nace, por ejemplo, la técnica Pomodoro que intercala recesos luego de cada bloque de minutos dedicados al trabajo.
1. Diminuye el estrés. La lectura es una actividad solitaria que a su vez requiere total concentración para vivir la historia. La Universidad Sussex de Londres comprobó que la ficción reduce el 68% de estrés al disminuir la tensión de los músculos y el corazón.
2. Alimenta la esperanza. “La imaginación se despierta para imaginar todo asunto posible, probar toda puerta, probar incluso el encaje de las piezas más heterogéneas del rompecabezas. Después de que se ha hallado la solución es difícil recordar los pasos que siguió; muchos de ellos están simplemente debajo del nivel de la conciencia”, Thornton Wilde, tres veces ganador del Pulitzer de literatura. Porque al leer se ejercita la memoria para vivir esas aventuras.
3. Viajar sin salir. ¿Cuántas películas se inspiraron en libros? En sus campos, en sus universos creados, en bosques, en laderas de montañas, etc. Ya sea que hayamos conocido una cultura, raza, país, ciudad o mundo imaginado gracias a ellos, es “un viaje que no necesita souvenirs”, Susan Orlean.
4. Genera empatía. Alegrarnos con los personajes que disfrutan, sufrir con los que sufren. Al leer las historias muy difícilmente podemos separarnos del personaje y simplemente observar todo como espectadores; se siente como si fuéramos los protagonistas. Celebramos el amor, la amistad, sentimos la pérdida. En el 2013, psicólogos del New School for Social Research de Nueva York comprobaron que la ficción literaria incrementaba la habilidad de leer las emociones ajenas.
5. Ayuda al cerebro y a la memoria. Cada nuevo libro nos cuenta una historia ubicada en un tiempo y lugar, con personajes complejos, antecedentes, etc., y con cada nueva memoria guardada sobre lo leído, se generan nuevas sinapsis (caminos en el cerebro) que no solo refuerzan las ya existentes, sino que ayudan a recuperar la memoria a corto plazo y estabilizar los estados de ánimo. Así también, el cerebro es un músculo que necesita ejercitarse y los estudios del campo avalan que leer, como jugar ajedrez o armar rompecabezas, previenen de enfermedades degenerativas.
Diez obras y autores fundamentales de la literatura paraguaya
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Paulo César López
paulo.lopez@nacionmedia.com
Fotos: Gentileza/Archivo
Con motivo del Día del Libro, que se recuerda el próximo 23 de abril, el escritor y docente Victorio Suárez comparte lo que a su criterio son los 10 libros fundamentales de la literatura paraguaya y de por qué considera que estas obras y sus autores merecen figurar en este sitial.
Transcurrido el primer cuarto del siglo XXI, ya es posible mirar en retrospectiva y hacer una valoración del camino andado, en este caso respecto a la creación literaria. Si bien en principio la intención fue ceñirse a este periodo, Suárez considera que hay fuentes e influencias de la segunda mitad del siglo pasado que no pueden omitirse.
Por ello, al lado de obras de las últimas dos décadas y media aparecen nuevamente autores clásicos como Augusto Roa Bastos y Elvio Romero, que desde la narrativa y la poesía dejaron un legado que sigue vigente.
Estos son, pues, los diez títulos fundamentales de la literatura paraguaya, con sus respectivos autores, de acuerdo al especialista en las letras nacionales.
–¿Cuáles les parece que son los diez libros capitales de la literatura paraguaya de este siglo?
–Hay mucho más de diez libros capitales, pero trataré de ceñirme a los diez libros que considero son los más importantes de la literatura paraguaya. En esto tengo que incluir a escritores, críticos y poetas que vinieron a partir del cuarenta, obviando (arbitrariamente) a aquellos autores y obras novecentistas y quienes aparecieron en ese intermedio de 1900 a 1940. No obstante, puedo enumerar cuanto sigue:
1. “YO EL SUPREMO” (1974, NOVELA)
–¿Podría hablarnos brevemente de cada una de las obras y por qué las escogió?
–Creo que estos autores fundamentales de la literatura paraguaya abrieron un amplio diafragma para la incursión literaria en nuestro país. Augusto Roa Bastos (1917-2005), por ejemplo, como hijo legítimo del cuarenta, comenzó escribiendo poesías, luego pasó a la narrativa. En ese sentido, su mejor libro fue “El trueno entre las hojas”, obra que expone esa vertiginosa presencia de hechos esenciales en medio de soledades tan extremas como aquel “Pedro Páramo”, de Juan Rulfo, donde la ficción se incorpora a la realidad como el brazo ejecutor de la obra. Esos “carpincheros” de Roa son como luces que caminan en las sombras, destellando una poesía permanente, inquieta, total. Sin embargo, en “Yo el supremo”, obra de difícil lectura, el escritor no renuncia a sus raíces poéticas y construye una montaña sobre la historia y los personajes del Paraguay, destacándose sobremanera la imagen del doctor Gaspar Rodríguez de Francia, genio inspirador, decidido y de carácter difícil en una novela donde el tiempo es ayer y también se puede considerar como hoy. Con esta obra Roa logra el Premio Cervantes de Literatura en 1989 y él mismo manifestó que no le resultó fácil escribir, que le llevó una década de escritura e investigación. Estimo que, por el momento, la escritura literaria está liviana, agredida por los medios electrónicos, se mantiene casi en estado neutral, hecho que nos lleva a creer que una obra como la de Augusto Roa Bastos seguirá siendo un clásico insuperable.
2. “LOS INNOMBRABLES” (1959, POEMAS)
El otro de esta apretada lista es Elvio Romero (1926-2004), probablemente el máximo poeta del Paraguay y uno de los más emblemáticos de Hispanoamérica y el mundo. Merecía el Cervantes de Literatura, pero no fue así. Dejó una impresionante cantidad de laureados libros. No obstante, creo que “Los innombrables” (1959) es una de sus producciones de mayor calidad estética y de denuncia, apuntando siempre con detallada sinceridad hacia el sistema opresor. Por su militancia política, casi toda su obra se desarrolla en el exterior y recibió elogios de grandes escritores como Nicolás Guillén y Rafael Alberti, a quienes también él admiraba sin disimulo. Se trata, probablemente, del poeta paraguayo de mayores y mejores recursos expresivos. Nunca olvidó sus “llanuras natales” y en todas sus obras late el compromiso fuerte, los deseos de libertad, la denuncia directa hacia las injusticias que, en realidad, nunca cedieron en Hispanoamérica y menos en nuestro país.
3. “POEMAS DE UN MUNDO EN BRUMAS” (1950, POEMAS)
También apunto el nombre de Elsa Wiezell (1926-2014), poeta y autora de una impresionante cantidad de libros. Su voz poética sigue siendo una de las mejores de la literatura del Paraguay e Hispanoamérica. Amó la poesía y vivió cada día como poeta. Creativa, visceral, amplia, su “mundo en brumas” es la más clara expresión de la poesía que ya comenzaba a tomar fuerza en aquella década del cincuenta, que produjo probablemente el repertorio poético más logrado del Paraguay. Poesía existencial, voz de incertidumbre, tanteos estéticos para capturar aquello que nos aprisiona a cada paso marcan la semblanza de esta gran poeta que habló con fuerza quemante sacudiendo los ánimos y volviendo febril todo el ámbito que nos rodea.
4. “ARCÁNGELES EBRIOS” (1964, POEMAS)
En 1960 aparece la voz poética fundamental de aquella promoción: Roque Vallejos (1943-2006). Fue una expresión saturada de belleza, soledad y desesperación. Después de su primer y celebrado libro, “Pulso de sombra” (1961), llega una serie de poemas en “Los arcángeles ebrios” (1964), obra en la que logra desenterrar la patética elucubración al mirar un mundo cambiante. En ese contexto, nuestro país ya sentía en su epidermis la consolidación del sistema dictatorial que castigó a todos. Con un trabajo inteligente e impecable, Vallejos logró entender los tramos de la creación en Paraguay dando a conocer su libro “La literatura paraguaya como expresión de la realidad nacional”, importante radiografía para conocer nuestro proceso literario. Más allá de “Los arcángeles ebrios”, llega en formato opúsculo “Poemas del Apocalipsis”, probablemente conteniendo los mejores poemas escritos en Paraguay.
5. “PASO DE HOMBRE” (1963, POEMARIO)
Otro escritor de irradiaciones supremas fue Francisco Pérez Maricevich (1937-2022), crítico riguroso, narrador y poeta. En su segundo poemario “Paso de hombre”, recibió halagos de Josefina Plá, gran protagonista del acontecer literario del Paraguay en aquellos años difíciles. Coincidimos con ella al exponer la incursión de nuestro poeta al territorio de la existencia y a las profundidades del ser, donde se trata de hallar respuestas para enfrentar la realidad del tiempo que se vive. Afanosamente directo en su proyección poética, este libro es un alivio que nos lleva a tocar con alas nuevas la misma existencia tantas veces descompaginada por crueles arrogancias y falta de creencia.
6. “ESPANTADIABLOS” (2006, POEMARIO)
Otro poeta de singulares aciertos y calidad expresiva fue Jacobo Rauskin (1941-2024). En 2007 recibió el Premio Nacional de Literatura por su obra “Espantadiablos”. Se trata de un poeta de lenguaje universal y muy cercano a todo lo que palpita en el mundo. Rauskin sella connotaciones precisas a sus versos, vaciándolos de cualquier exceso y apostando por las honduras del alma. Precisamente allí el poeta lucha contra su propio desencanto.
7. “HIJOS DE LA REVOLUCIÓN” (2019, NOVELA)
“Hijo de la revolución” es uno de los tantos títulos que dio a conocer una de las más prolíficas escritoras del Paraguay, Maribel Barreto (1936-2022). Por esta obra obtuvo el Premio Nacional de Literatura y fue, además de crítica en literatura, una excelente representante de la vida creativa. En la novela de referencia, una vez más, aparece la certera imaginación de la autora, que ya venía incursionando en la investigación de los vericuetos políticos de la vida nacional. Aquella revolución, emparentada con la del 22, aparece en todo el esplendor imaginativo de la autora, que condensa muy bien los ingredientes que llegan con una sublevación, entre ellos, el abuso en todo sentido. Antes de su fallecimiento, se dedicó con intensidad a la escritura, ofreciendo libros de gran valor sobre los autores nacionales, especialmente en ese emblemático ensayo crítico titulado “Visión de dos décadas de literatura paraguaya en el siglo XXI”.
8. “EL PELUQUERO FRANCÉS” (2008, NOVELA)
“El peluquero francés” es una de las mejores novelas de Guido Rodríguez Alcalá (1946), destacado intelectual, poeta y periodista perteneciente a la promoción del 70. En varias obras de carácter histórico, el autor de esta novela indagó de manera puntillosa en la historia del Paraguay y de ella emergieron otras memorables obras, pero es en “El peluquero francés” donde se puede percibir un desprendimiento del hecho histórico tal como nos cuentan los manuales de historia. Si bien transcurre en un tiempo relacionado al pasado paraguayo, en esta obra el autor expone y logra la atención del lector con la llegada de Elisa Alicia Lynch al Paraguay y la amistad necesaria de esta con Jules Berny, un antiguo amigo a quien volvió a encontrar. Es una obra en la que no faltan los detalles de aquellos años políticos por estos lares de supervivencia extrema.
9. “EL TEXTO IMPOSIBLE” (2023, POEMARIO)
“El texto imposible” es un poemario de Moncho Azuaga (1952), que en 2023 recibió el Premio Nacional de Literatura. Se trata de una obra que expresa el sentir más sincero del poeta. Probablemente, algunos pensaron que renunciaría a su palabra contestataria, casi exteriorista, como diría Ernesto Cardenal. Pero Moncho siguió en lo mismo para decirnos lo que somos y quiénes son aquellos que siguen con el fusil cargado en este largo peregrinaje que resulta confuso, extremadamente peligroso, amargo, letal.
10. “MANUAL DE ESGRIMA PARA ELEFANTES” (2012, RELATOS)
Finalmente, “Manual de esgrima para elefantes”, de Javier Viveros (1977), un escritor de feliz aparición en la literatura nacional. Si bien el material recoge experiencias de una estadía del escritor por el continente africano, su escritura es atrapante y nos lleva al deleite de leer su trabajo. Desde los primeros tramos, Javier ofrece no solamente su capacidad creativa, sus ganas de invención, presenta también la buena escritura, correctamente diseñada para lograr su objetivo. Es en la actualidad no solamente el más promisorio, sino también el de mayor caudal literario en la cuentística nacional. Su calidad queda demostrada en varios libros que el escritor viene presentando regularmente.
–¿Por qué le parece que estos autores son especialmente importantes?
–Creo que cada uno logró el propósito de crear una buena literatura y, por supuesto, abrir la senda para otros escritores nacionales. Se han comprometido grandemente, y eso es muy difícil en Paraguay. Despojarse de todo lo innecesario, soñar y actuar solidariamente es una actitud que requiere valentía, capacidad creativa y conocimiento. Todos estos autores entendieron, saben perfectamente esta situación.
–¿Algo que desee añadir que no le haya preguntado?
–Sí. Hablamos de diez libros fundamentales y yo creo que existen mucho más. Hay nombres que no podemos pasar por alto, aunque a veces al nombrar uno olvida a ciertos poetas, escritores y ensayistas. No obstante, voy a ofrecer mi reconocimiento y admiración a tantos más: Teresa Méndez Faith, una mujer que hizo visible la literatura paraguaya desde sus cátedras de literatura en una universidad norteamericana. Asimismo, publicó cerca de cuarenta libros sobre autores nacionales, con exhaustivos análisis sobre la literatura paraguaya. Debo recordar también a la escritora Raquel Saguier, que falleció tempranamente, pero dejó una novelística brillante. Por otra parte, tenemos a Luis María Martínez, el máximo poeta social del Paraguay; José Luis Appleyard, poeta místico por excelencia; Rubén Bareiro Saguier, Carlos Villagra Marsal, Carmen Soler, Nila López, Juan Manuel Marcos, Jorge Canese, Alcibiades González Delvalle, Osvaldo González Real, Renée Ferrer, Feliciano Acosta, Milia Gayoso, Andrés Colmán Gutiérrez, Bernardo Neri Farina y los integrantes del Taller Ortiz Guerrero: Mario Rubén Álvarez, Delfina Acosta, Amanda Pedrozo, Ricardo de la Vega, Mario Casartelli, Osmar Sostoa, Miguel Ángel Meza, Susy Delgado, Jorge Gómez Rodas y los más actuales: Gloria Muñoz, Chiquita Barreto, Blas Brítez, Genaro Riera, Gabriel Ojeda, Maricruz Méndez Vall, Ulises Viveros, Alicia Rizzi, Gloria Marecos, Mía Luján Duarte Quintana, Sebastián Ocampos, Julio Benegas Vidallet, Alberto Sisa, Ricardo Loup. Puede seguir un poco más la lista y te darás cuenta que tenemos mucho más. De todos modos, creo en una veintena de libros fundamentales y más de treinta escritores y poetas imprescindibles.
Advierten que pasar mucho tiempo en el baño revisando el celular puede ser perjudicial
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Es una nueva costumbre ir hasta el baño con el teléfono celular y pasar varios minutos, incluso horas, sentados viendo las redes sociales, pero médicos afirman que este hobby puede ser perjudicial para la salud. Recomiendan no llevar libros o periódicos porque tienen el mismo efecto, además, por una cuestión de higiene, ya que las bacterias permanecen igual tras lavarse las manos.
Según el coloproctólogo Rodrigo Bernard, el uso de dispositivos o libros en el baño puede atentar contra la salud de las personas, ya que suelen pasar varias horas sentadas y expuestas a los agentes contaminantes propios de un baño. Los celulares pueden contaminarse con cualquier tipo de bacterias que pueden generar un sin fin de enfermedades.
“Lo más común que suele ocurrir es que justamente, por entrar con el celular, lleve una bacteria y termine en una gastroenteritis, tener diarrea y empezar a tener fiebre. Con la publicación que hicimos de no usar los teléfonos, no entrar con libros para leer en el baño, es una cuestión también de higiene”, expresó el profesional a la 650 AM.
Indicó que permanecer mucho tiempo sentado hace que el cuerpo se acostumbre a evacuar más lento las necesidades fisiológicas y que esto puede acarrear una serie de problemas renales, pero especialmente para el colon. “Uno de los problemas puede ser la acumulación de desechos dentro de nuestro cuerpo, que tarda más en salir, se reseca y ya empieza a haber complicaciones perianales”, confirmó.
Apuntó que un reciente artículo médico afirma que es lo mismo que no lavarse las manos si se ingresa con un objeto en el baño para hacer las necesidades. “Cada vez que una persona va a ir al baño, un reflejo tarda más en aparecer y entonces, tipo que va causando un acostumbramiento al cuerpo y cada vez hay más dificultad para evacuar, eso puede ser un riesgo”, puntualizó.
Kits del MEC incluirán libros de cuentos aportados por Itaipú
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La Itaipú Binacional inició la entrega de los libros de cuentos que serán incluidos en los kits escolares a ser distribuidos por el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) para los estudiantes de la Educación Inicial. Este aporte se realiza en el marco del convenio de “Asistencia en el Fortalecimiento de la Educación Escolar Básica y Técnica Agropecuaria”.
“Es la primera vez que estos textos llegarán a manos de nuestros niños y es un momento histórico para la Educación Inicial, por lo que valoramos el apoyo que nos da Itaipú para acortar la brecha de desigualdad, puesto que hoy día solo 2 de cada 10 hogares tienen libros de textos”, comentó Sonia Olmedo Dinatale, directora general de Educación inicial del MEC.
“Hay una diversidad de escritores paraguayos que están apoyando este proceso. Tenemos también libros importados, pero lo importante es la diversidad para poder enriquecer el proceso”, puntualizó Olmedo. Estos libritos de cuentos no solamente van a estar en las escuelas, sino que podrán llevarlos a sus hogares y además cada niño podrá acceder a un libro en castellano y guaraní.
María Gloria Ortiz es autora del cuento “Mi enorme planta de calabaza”, uno de los libros que serán distribuidos con los kits escolares para el nivel inicial en este año lectivo con el apoyo de la Binacional. Al respecto, la escritora manifestó que es un gran aliciente para seguir escribiendo puesto que, en un principio, hace como 10 años, ya tenía los libros, pero no los podía publicar por no encontrar financiamiento para editarlos.
“Pedimos en empresas de diferentes tipos y no había oportunidades, entonces, tuvimos que hacer un préstamo y arriesgarnos a editar mil ejemplares de cada uno de los libros”, explicó Ortiz. Su obra está dirigida a niños pequeños en general hasta tercer grado. Como autora paraguaya, señaló que representa una gran emoción el pensar que estos libros van a llegar a todos los niños del país.