Andrés Colmán Gutiérrez, reconocido periodista con más de 40 años de trayectoria, comparte con La Nación/Nación Media, en el marco de la celebración del primer aniversario de su medio “El otro país” y en coincidencia con el Día del Periodista paraguayo, la visión que tiene de su labor actual y sobre el oficio de periodista, en tiempos actuales.
Desde Atyrá y anclado el periodismo narrativo que siempre abrazó, Andrés hoy aborda nuevos proyectos y desafíos, junto a su compañera Desirée Esquivel.
-¿Cuándo decidiste que después de jubilarte fundarías tu propio medio?
-En la medida que se acercaba ya el tiempo de mi jubilación al cumplir 60 años, después de haber estado vinculado más de 42 años al diario Última Hora, ya tenía en vista con mi esposa Desirée Esquivel crear un medio digital independiente, al cual le pusimos el nombre de ‘El otro país’, justamente por dar un poco cabida a historias que no se reflejaban mucho en los medios empresariales, en los grandes medios, y que tienen que ver con un contenido más de periodismo narrativo, de periodismo investigativo.
-¿Qué significa en este contexto Periodismo de soluciones? ¿Cómo definís a “El otro país”?
-Periodismo de soluciones es una tendencia nueva que empezó hace algunos años, está muy promocionada, promovida por la Fundación Gabriel García Márquez, la Fundación Gabo en Colombia, y grandes medios como The New York Times o El País de España lo vienen también abrazando en secciones concretas. La idea un poco es no quedarnos solamente con la denuncia de las cosas malas que pasan en el país. Creemos que a veces los medios comerciales, sobre todo la televisión, exagera mucho con ese tema. Los noticieros, por ejemplo, media hora desde el inicio te pasan robos, secuestros, crímenes, etc. Y sentimos que la gente está un poco saturada de esa sensación de peligro constante y que eso les agobia y les lleva a creer que todo está perdido, ya no hay nada que hacer, etc. Entonces nosotros, desde la óptica del Período de soluciones, la idea es no ignorar el problema, sino contar las historias de la gente que está tratando de solucionar ese problema.
-¿Cómo definís “El otro país”?
-Es justamente un medio que busca narrar las historias de un Paraguay que se construye a pesar de los gobiernos corruptos, a pesar de los gobiernos ineficientes. Es un medio protagonizado por gente de distintos pueblos y ciudades o de organizaciones sociales, que busca construir el Paraguay soñado, el Paraguay que queremos. Y buscamos esas historias, tratamos de reflejar esos procesos, de manera a dar esperanza a que ese otro país, que es el mismo país, pero ya, digamos, en otra óptica, en otro proceso, con otra mirada, pueda avanzar mucho más. Y que en algún momento podamos dejar atrás el país corrupto, el país ineficiente, el país atado al pasado, al pasado negativo, y podamos avanzar en la construcción de ese país imaginado. Ese es un poco el espíritu de nuestro medio y por eso elegimos ese nombre, inspirado un poco en la canción de Teresa Parodi.
-¿Extrañás algo de la redacción de otro tiempo?
-Y a veces tengo un poquito de nostalgia de lo que fue la redacción del diario Última Hora, principalmente, a pesar que también estuve en otros medios, pero gran parte de mi trabajo fue en este diario, que me permitió justamente desarrollar una carrera de periodismo investigativo, de periodismo narrativo, y bueno, ese día a día de la adrenalina, de las coberturas, a veces vertiginosas, digamos, se extraña un poquito, pero ya no tanto, porque en compensación tengo la tranquilidad de vivir en una zona rural y de conectarme de otra manera con la realidad.
-Cambió el negocio, la distribución hoy es global y generalmente gratuito, ¿cómo se plantea la sostenibilidad de un proyecto alternativo?
-Nuestra sostenibilidad como medio digital independiente está sustentada en varias opciones. Tenemos lo que se llama diversificación de negocios, donde apuntamos a tener suscriptores, a tener publicidad, pero también, como eso no genera mucho ingreso, apuntamos a diversificación de productos, publicamos libros. Además de asesoría en comunicación, otros servicios y talleres. Y también podemos acceder a financiaciones de proyectos, que nos permite sostener el medio sin tener que depender ni de intereses económicos ni de intereses políticos.
-¿Cómo ves el periodismo local actualmente?
-Creo que por un lado estamos viviendo un momento muy especial de grandes cambios tecnológicos que por un lado facilitan nuestro trabajo, pero por otro implica un mayor desafío. La aparición de mecanismos de inteligencia artificial que por un lado ponen en riesgo incluso puestos de trabajo, pero por otra parte también puede facilitar, hacer más leve ese trabajo y avanzar en plataformas de comunicación con la gente es muy interesante. Pero eso implica una mayor capacitación y una mayor responsabilidad. Estamos viviendo un tiempo de mucha fuerza de las fake news o de las campañas de desinformación. Creo que por eso mismo la gente necesita de un mejor periodismo, porque muchas veces está muy confundida con toda la información que aparece en las redes sociales o en los servicios de mensajería como Whatsapp y necesita que periodistas confiables les ayuden a entender qué está pasando.
-¿El lector de medios cambió en el marco de la distribución digital?
-El lector de medios cambió mucho en la era digital y hoy son pocas las personas que entran a un medio para buscar noticias porque las reciben a través de las redes, las reciben a través de Whatsapp o de otros servicios y a veces no necesariamente buscan una fuente confiable, sino aceptan directamente la información que se les provee, y finalmente terminan consumiendo noticias falsas. Hace falta que el periodismo asuma un mayor servicio de clarificación, de responsabilidad, de brindar, separar la paja del trigo y que la gente tenga un lugar o un espacio o gente en la que confiar para recibir buena información, que sigue siendo muy necesaria para que las sociedades puedan decidir mejor su destino.
-Si pudieras aconsejar a un joven periodista, en aspectos le dirías ¿qué enfatice su formación?
-Que entre a la universidad, pero que no se quede solamente con el título ni tampoco se quede solamente con lo que aprende en la redacción. Obviamente se aprende más a veces en la redacción que en la universidad, pero que no se quede solamente con lo que le piden o le dicen los editores o la lógica del medio, porque también se volvió como muy limitada esa alternativa. El desafío es capacitarse constantemente, tratar de entender las nuevas dinámicas de la comunicación en la era digital.
-¿Cómo los medios o periodistas pueden recuperar la credibilidad del público en el oficio?
-Creo que la comercialización y además los intereses políticos que a veces manipulan la información son los que generan desconfianza en la gente. Pero, también la irrupción de las redes sociales que producen contenidos no siempre chequeados o verificados también hacen que nos metan a todos en la misma bolsa. Entonces, más que nunca hay que generar un periodismo ético, responsable, creíble. Eso es un trabajo que lleva tiempo y esfuerzo, pero que sí se puede.