“Acaba de fallecer mi esposo Robin Wood, víctima de una penosa enfermedad”, publicó el domingo por la noche en sus redes sociales María Graciela Sténico-Wood, confirmando una triste noticia para los amantes de las historietas de todo el mundo.
Un paraguayo no tan conocido por la nueva generación, pero universal en el alcance de tu trabajo desde hace décadas, Robin Wood nació en Caazapá y sin una gran educación formal tuvo que construirse a sí mismo en la senda del conocimiento con la lectura y la disciplina autodidacta, llegando a ser uno de los escritores más leídos en su momento.
Prolífico lector y creador de textos, fue un guionista exitoso en el mejor momento de las historietas en Argentina y Latinoamérica. Llegó al punto de tener que crear seudónimos para no repetir su firma ante tanta creación, así fue que utilizó nombres como Mateo Fussari, Robert O’Neill, Noel Mc Leod, Roberto Monti, Joe Trigger, Carlos Ruiz y Cristina Rudlinger, para rubricar su producción. Nippur de Lagash sin duda es uno de sus personajes más exitosos, tuvo vida a través de sus letras de Robin con publicaciones entre 1967 y 1998. Estaba basada en parte en personajes históricos y mitos famosos de la Edad Antigua, y fue una de las historietas más populares y recordadas en la historia.
Otros de sus personajes muy recordados son Dago, Pepe Sánchez, Dennis Martin y Helena. A nivel nacional sin dudas su gran aporte fue su novela gráfica “1811″, con la que Robin narra la Independencia del Paraguay en clave de aventura, con los dibujos del ilustrador paraguayo Roberto Goiriz.
Este trabajo logró editar 70.000 ejemplares, que si bien no se igualan a los millones de impresiones de sus historietas a nivel mundial durante las décadas del furor del cómic, para Paraguay estos números son sin dudas una marca casi imposible para la industria local. Robin Wood, un paraguayo universal, dejó de existir en su país que lo acogió en los últimos años, luego de haber vivido su éxito profesional entre Argentina y Europa.
“Robin es nuestro gran inspirador”
“Robin es una de las grandes figuras que dignifica al Paraguay. Si bien empezó a escribir en Argentina y ahí desarrolló la primera parte de su carrera, él es una de las figuras paraguayas universales en el campo de la cultura, tanto es así que medios de distintas partes del mundo hoy se hacen eco de la partida de Robin Wood”, comentó Andrés Colmán Gutiérrez, escritor y periodista. “Yo lo conocí a Robin Wood primero como lector. En mi adolescencia en Salto del Guairá era un apasionado lector de las revistas argentinas en las que su publicaban sus historias. Encargábamos a los camioneros que nos lleven todas las revistas que encontraban. Un día mi primo me dijo que era él era paraguayo y no creí, porque era famoso en Argentina y en otros países. Robin es nuestro gran inspirador, en mi caso te diría que es mi papá literario, como lo fue Roa Bastos, en cómics Robin es el nuestro, casi todo lo que hacemos está relacionado con lo que aprendimos de él”, señaló el escritor.
“Me hizo amar la lectura”
“Se acaba de ir Robin Wood y aunque solo lo vi una vez, siento su partida como la de un ser querido con quien dialogaba a diario. Mi adolescencia y juventud fueron marcadas por las lecturas de obras suyas. No podía comprar las revistas, pero me las prestaban y las disfruté intensamente. Hizo volar mi imaginación y me hizo amar la lectura”, comenta la escritora María Gloria Pereira. Se seguidora de sus textos, tuvo la oportunidad de conocerlo y brindarle un homenaje a quien fuera su ídolo y maestro sin saberlo. “Cada personaje es único y cada contexto, algo siempre muy enriquecedor. Me divertí con todas. Me parecen inolvidables Gilgamesh y Pepe Sánchez. Yo empecé a ser guionista hace unos años, siguiendo las huellas del gran maestro. Por supuesto que su luz es maravillosa, y guardando todas las distancias, algo de esa luz alumbra mi camino”, agregó.
“Escribió más de diez mil guiones”
“Su talento marcó la época dorada de la historieta argentina, para conquistar después el resto de América y Europa. Robin Wood es el símbolo de la desmesura. La historieta tiene también a su Lope de Vega. Y es paraguayo”, comenta el escritor y guionista de historietas Javier Viveros, quien en los últimos años encabezó varios proyectos enmarcados en temas relacionados con la historia paraguaya y los cómics.
“El número podría ser 1.000, 500 o 200 y de todos modos seguir causando admiración y sorpresa. No en balde a Lope lo llamaron “El fénix de los ingenios”. Robin Wood escribió más de diez mil guiones y creó casi un centenar de personajes. Lejos de los ghostwriters, él tuvo que inventarse seudónimos para que no fuera solo su nombre el que llenara las tapas de las revistas de millonarias tiradas de la editorial Columba”, agregó.