A nosotros nos tomó la pandemia en la temporada alta de la venta de libros, que es la temporada escolar. Nosotros, editores y libreros, hemos distribuidos más de 1.100.000 libros a todos los colegios y librerías del país, y se cerraron las aulas, y no sabemos si esos libros van a venir de vuelta o nos los van a devolver, es una situación incierta, estamos con muchos problemas”, comienza explicando Vidalia Sánchez, de Servilibros, al ser consultada respecto a las necesidades particulares de la industria de los libros en Paraguay, en el marco de la pandemia del covid-19.
Por su parte, Carmen Da Costa de Galeano, presidenta de la Cámara del Libro Asunción Paraguay (CLAP), explicó que la necesidad es cada vez mayor, y esta alcanza a toda la cadena productiva relacionada al libro, sea editores, diagramadores, diseñadores, vendedores, entre otros. Y además comentó que ya se confirmaron cierres de algunas librerías.
En este contexto la CLAP, la Cámara Paraguaya del Libro (CAPEL) y Cámara Paraguaya del Libro Ruy Díaz de Guzmán (CPL), con el apoyo de la Secretaría Nacional de Cultura, anunciaron recientemente la realización de la primera “Feria Virtual del Libro de Paraguay” (FVLP), que pondrá a disposición del público títulos de librerías y editoriales que pertenecen a las diferentes cámaras del libro, lo que asegura un catálogo nutrido y diverso.
Los libros adquiridos a través del sitio web de la Feria Virtual serán entregados en puerta a través de un servicio de delivery.
Desde las mencionadas organizaciones se propuso, a través de una nota al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, un espacio de trabajo con el Gobierno central, de modo a plantear alternativas ante la problemática que no insinúa visos de solución rápida.
Sánchez y Da Costa coincidieron en que la apuesta de los comercios durante estos meses descansó en el fortalecimiento de su trabajo en las plataformas virtuales, apoyados en la herramienta de delivery.
“Se requiere un apoyo del Estado”
“Las editoriales y librerías están en un momento en el que sí o sí requieren de algún apoyo del Estado, en cuanto subvenciones, compra de libros o algún mecanismo que amortigüe un poco la caída de las ventas y, por lo tanto, los ingresos, que tuvimos estos últimos meses, y que se está prolongando”, señala Cayetano Quattrocchi, de la editorial Arandurã, y ex presidente de la CAPEL. “Hay librerías que ya se cerraron y editoriales muy comprometidas financiera y económicamente”, agregó. “Se nota más que nunca la falta de una ley del libro. Toda la cadena del valor del libro no está amparada en una ley, y eso imposibilita que de alguna forma tengamos resortes legales para pelear un poco más la situación”, concluyó.
“La alternativa es el uso de las tecnologías”
“La alternativa es el uso de las tecnologías. Se viene, por ejemplo, la primera Feria Virtual del Libro de Paraguay. Ahí se comercializarán libros de los integrantes de las tres cámaras del libro de nuestro país y también se realizarán eventos como presentaciones de libros, charlas, encuentros con el autor, webinars, entre otros. Esta situación nos empuja a una reinvención sobre la marcha”, explicó Javier Viveros, reconocido escritor y gestor cultural en el ámbito editorial.
“Este apocalipsis patógeno ha afectado también a los escritores porque, al no haber clases presenciales, una buena cantidad de libros no han podido ser comercializados en las escuelas y colegios. La situación ha derivado también en charlas y talleres presenciales que tuvieron que ser suspendidos, proyectos cancelados y libros que estaban programados para ser lanzados que tienen ahora ‘cuando se acabe la pandemia’ como fecha de publicación”, describe Viveros.