Para mí esto es un total aprendizaje. Nunca fui a una universidad, todo lo que aprendí fue laburando. Probando con muchísima gente. Tengo que agradecer mucho al grupo por esta oportunidad. Para mí era un sueño que me faltaba cumplir”, manifestó Jero Buman, sobre la labor de director de fotografía que le tocó durante el rodaje de la comedia de acción “Pedro Juan, 2 caballeros”, producción de HEi Films, que se estrenará en el 2020.

La grabación de la película paraguaya –dirigida por Robert Rodríguez, con guión de Alejandro Cabral, Enrique Pavón, José Carlos Guridi “Yayo” y Lali González como protagonistas– tuvo 27 jornadas, entre el 21 de setiembre y el 24 de octubre, principalmente en Asunción y Gran Asunción.

“Cada viernes, con Robert teníamos un visionado del material, más o menos un editado básico y nos fuimos dando cuenta de que estaba funcionando. Como también en el mismo set funcionaba, era lo que estábamos buscando. Nos pusimos también la meta de tratar de pasar los límites. Por ejemplo, escenas nocturnas que iban a ser de acción, complicadas a nivel de lumínica. Fuimos pasando esos desafíos y eso lo que dio gusto, y sobre todo buscando lo que Robert quería, porque era la visión de él lo que buscamos siempre”, contó.

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ALTA GAMA

Sobre aspectos técnicos, Buman describió: “Usamos cámaras de la línea Red, una Helium 8K y una Dragon de 6K. Son cámaras que se usan en cualquier producción de alta calidad y alta gama. Son equipos de Houston Rental, que ellos pusieron todos los equipos, también de iluminación de la marca Arri, que es una de las mejores en el mundo. La verdad que trabajamos con todos los chiches, no nos podemos quejar. Luces de M90, que es una de las más grandes que hay en Paraguay, que tiene 9 mil watts, para escenas nocturnas, después otra de 4 mil; y así, montón de cosas. Usamos travelling, Movi, hay también escenas de dron, viajamos al interior. Escenarios espectaculares, hay lugares increíbles que ayudaron muchísimo a que la producción se note, el trabajo de la dirección de arte, de vestuario y sobre todo, a quien yo siempre le hincho, al equipo de sonido, que hace el sonido directo y siempre aparecen en el encuadre, pero son esenciales en una película”.

“Tenemos varias estéticas. Una para el malo, es una luz mucha más dura, más contrastada, más sucia sobre todo, porque el mismo lugar donde él está es así. No quiero contar todo; pero es como un lugar más dejado. Quisimos incentivar esa textura de darle más suciedad a la imagen. Todo lo contrario a los buenos, que son personas mucho más sofisticadas, la luz es más difusa, más rebotada, nunca es una luz directa. Después, para las escenas de acción le dimos un contraste, la cámara más movida, una onda documental, pero también con travelling, varias cámaras. Hay escenas de explosiones. Y le dimos ese look más documentalista, más cámara en mano, también con dos cámaras al mismo tiempo”, continuó. “Es importante destacar que es un película de humor. Cada situación, por más que tenga acción, y sean momentos difíciles, siempre hay un toque que te cagás de la risa. Y eso lo que lleva mucho la película”.

Jero Buman.

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