Por David Sánchez, desde Tesalónica (Grecia), X: @tegustamuchoelc (*).
Después de su estreno en el Festival de Cine de Venecia, “Le Mohican”, el último largometraje de Frédéric Farrucci, ha captado la atención en el Festival Internacional de Cine de Tesalónica en Grecia, donde el director compartió detalles sobre la inspiración de la película y su proceso de producción.
Farrucci explica que la idea de “Le Mohican” nació a raíz de un documental que realizó en 2017 en Córcega, sobre un pastor costero cuya vida fue impactada por el avance de la industria turística. Según Farrucci, la ganadería en la costa fue durante mucho tiempo una tradición en la isla, pero poco a poco ha ido desapareciendo, desplazada por la especulación inmobiliaria y el turismo masivo. “Este pastor me decía constantemente que se sentía como un extraño en su propia tierra, autodenominándose ‘el último mohicano’”, comenta el director. “Temía que no podría heredar su modo de vida a sus hijos, pues un día llegaría alguien dispuesto a comprar el terreno para construir hoteles y villas de lujo”.
Esta historia, para Farrucci, trasciende el contexto de Córcega. “Es un fenómeno global; personas conectadas de manera orgánica a su territorio se ven desplazadas o amenazadas en un mundo donde solo prevalece lo económico”, expresó. Su interés en esta temática lo llevó a profundizar en una narrativa que aborda no solo el desarraigo, sino también la resistencia cultural frente a la modernidad capitalista.
Lea más: South 2024: el arte de hacer reír en las series
La presencia de criminales
“Le Mohican” toca el tema de la especulación inmobiliaria y el rol que ciertas organizaciones criminales juegan en la compra y venta de tierras, una situación que, según Farrucci, existe en la realidad de muchas zonas de Córcega. “Es algo contra lo que es difícil luchar. Las organizaciones encuentran maneras legales de ampararse, lo que dificulta su erradicación”, indicó Farrucci. Aunque el director no generaliza sobre la postura del Estado francés frente a estas actividades, menciona que la población local tiene un papel crucial al resistir y actuar colectivamente para defender su territorio.
Este aspecto de la resistencia también se refleja en los personajes de su película, quienes buscan formas de preservación y cohesión comunitaria a pesar de las adversidades. “Hoy en día, si la población no se organiza y se moviliza, muchas de estas tradiciones y modos de vida desaparecerán”, añadió Farrucci.
Redes de resistencia
Otro aspecto interesante de “Le Mohican” es la importancia de las redes sociales en la lucha por preservar el patrimonio cultural. “Las redes sociales pueden ser herramientas para recrear comunidades resistentes”, explica Farrucci, quien reconoce que la juventud de hoy utiliza estas plataformas para movilizarse y difundir mensajes de resistencia. En el filme, la sobrina del protagonista emplea las redes sociales para darle un matiz político a la resistencia de su tío, quien se mantiene firme en su rechazo sin dar explicaciones. Farrucci ve en esto una oportunidad para que las nuevas generaciones mantengan vivas las tradiciones y valores locales frente a la presión del turismo y la modernidad.
La película fue presentada en Córcega, donde tuvo una excelente acogida. “Fue un recibimiento muy cálido; el tema es algo que toca profundamente a los corsos”, explicó Farrucci. Además, el filme ha empezado a distribuirse internacionalmente en países como Grecia, Alemania, Suiza y Brasil, lo que refleja el interés global en temas que, aunque locales, poseen un mensaje universal sobre la identidad y el desarraigo.
Lea también: Crítica: “Edge of Night”, sobre el golpe de estado en Turquía
El financiamiento en Francia
Farrucci reconoce que, aunque en Francia existe un sistema de apoyo al cine, no siempre es fácil obtener todos los recursos necesarios. “A veces se necesitan sacrificios en el guion o en la producción”, confesó. Sin embargo, destaca el esfuerzo que realiza la industria cinematográfica francesa para mantener un sistema que permita que cineastas emergentes puedan expresarse y conectar con audiencias en salas de cine.
El director enfatiza que, para él y muchos cineastas, la experiencia de ver cine en la gran pantalla sigue siendo fundamental. “La cronología de medios en Francia, que permite que un filme se estrene primero en cines antes de llegar a las plataformas, preserva el valor de la sala de cine como el espacio ideal para presentar historias con una estética propia y una conexión profunda con el espectador”, afirmó.
Para Farrucci, estar en el Festival de Cine de Tesalónica es un honor. “Es el festival más importante de Grecia, y es conocido por su selección de cine joven y vanguardista”, mencionó el director, quien considera que el tema mediterráneo de su película concuerda con el público griego. “La selección de “Le Mohican” aquí es algo muy especial para mí; siento que conecta profundamente con Tesalónica por su historia y su identidad mediterránea”.
* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.