Por David Sánchez, desde Biarritz (Francia), X: @tegustamuchoelc (*).

El cineasta chileno Felipe Carmona, director y guionista de “Penal Cordillera”, ha compartido su experiencia y visión artística durante el estreno de su película en el reconocido festival de cine latinoamericano de Biarritz (21-27 de setiembre). Este filme, una coproducción chileno-brasileña, se presenta en la sección oficial, marcando un hito para Carmona, quien expresa con entusiasmo su alegría de poder exhibir su trabajo en Francia, un país cuya cinematografía ha influido profundamente en su carrera.

Al ser consultado sobre sus influencias cinematográficas, Carmona reconoce que el cine francés ha sido una fuente constante de inspiración. “No solo para esta película, sino en general, el cine francés siempre ha sido clave en mi vida”, comenta. Menciona a directores icónicos como Jean Renoir, Éric Rohmer, y Claude Chabrol como figuras que han marcado su forma de entender el cine. Sin embargo, es Claire Denis quien tiene una influencia directa en “Penal Cordillera”. “Es un referente clave para esta película”, señala. También menciona a Lucile Hadzihalilovic, cuya originalidad destaca como una inspiración significativa en su obra.

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La película toma como punto de partida un evento real ocurrido en Chile en 2013, en el que cinco altos oficiales de la dictadura de Pinochet, condenados a largas penas de prisión, son trasladados de su reclusión especial tras un escándalo mediático. Carmona, sin embargo, se aleja del realismo estricto para adentrarse en una narración más libre y arriesgada, fabularizando los últimos días de estos exmilitares antes de su traslado. “No nos apegamos al archivo judicial, la película se escapa un poco de las convenciones y va hacia el delirio y el horror”, explica.

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El cineasta aborda la dictadura chilena desde una ficción carcelaria en torno a los cinco torturadores más crueles del régimen de Pinochet. Foto: David Sánchez

El desenlace de la película introduce un momento especialmente oscuro, en el que uno de los guardias policiales desata una violencia contenida que ha estado latente a lo largo de la película. “No se trata solo de homofobia”, aclara Carmona, “es la manifestación de una violencia invisible que finalmente explota”. Este personaje, que hasta entonces había sido obediente y tímido, se convierte en el vehículo de una violencia que refleja la herencia de una educación autoritaria dentro del penal.

El director también reflexiona sobre el auge del cine chileno en los últimos años, destacando que la industria ha alcanzado un momento excepcional. Con múltiples nominaciones a premios internacionales y una constante presencia en festivales de prestigio, Carmona atribuye este éxito a varios factores: “Hay mucho talento en Chile, grandes técnicos, actores y cineastas que se conectan con nuestra poesía, que es quizá nuestro arte más representativo”. Menciona nombres como los de Patricio Guzmán y Sebastián Lelio, que han sabido llevar el cine chileno a lo más alto.

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Al ser preguntado sobre el impacto de su película dentro de este contexto, Felipe Carmona se muestra orgulloso de formar parte de la “camada de cineastas chilenos contemporáneos”. Con “Penal Cordillera”, espera seguir contribuyendo al creciente reconocimiento internacional del cine de su país, manteniendo siempre una visión arriesgada y comprometida con la historia y la sociedad chilena.

* David Sánchez es un periodista franco español afincado en Toulouse, centrado especialmente en cine iberoamericano, miembro de la crítica internacional Fipresci. Sitio: https://www.tegustamuchoelcine.com.

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